Yvonne Nevejean salvó a miles de niños judíos durante la ocupación nazi de Bélgica

04/10/2023

5 min de lectura

Cuando las vidas de miles de niños judíos estaban en riesgo, Yvonne logró que incluso la realeza viniera al rescate.

A primera vista, la belga Yvonne Nevejean de 40 años no parecía ser una posible heroína, pero cuando las vidas de pequeños niños judíos estaban en riesgo, ella valientemente estuvo a la altura de las circunstancias.

Culta, ingeniosa y dedicada a su trabajo, ella era la cabeza de una organización llamada la Organización nacional para niños, operando una red de hogares para niños por todo Bélgica.

El 20 de mayo de 1940, su pequeño y neutral país fue invadido por las fuerzas alemanas quienes no perdieron tiempo para deportar a los 66.000 judios que vivian allí. Yvonne Nevejean fue contactada por el Comite de Defense des Juifs en Belgique, la organización clandestina judía más grande de Bélgica. Este grupo dentro de la resistencia belga fue fundado por el comunista judío Hertz Jospa y su esposa Hava Groisman (Yvonne Jospa) en septiembre de 1942. El CDJ tenía alrededor de 30 miembros solamente en su sección de niños. A pesar de las diferencias políticas y religiosas, se unieron por la vital tarea de salvar niños judíos.

Le pidieron a Yvonne que rescatara niños judíos que habían sido separados de sus padres. Aunque consciente de que sería casi imposible detener a los Nazis, ellos sentían que debían al menos intentar salvar a los niños y darles la oportunidad de sobrevivir.

Actuando prácticamente sola al principio, Yvonne accedió a que su organización ayudara a colocar niños con familias e instituciones para protegerlos.

Gracias a los extraordinarios talentos de persuasión de Yvonne, la agencia de niños de convirtió en un centro vital para ayudar a que los niños judíos en peligro encontraran lugares de escondite seguros.

Buscando en lugares posibles e imposibles, monasterios, orfanatos y granjas, ella logró convencer exitosamente a sacerdotes y monjas, católicos y protestantes, incluso personas clasificadas como enemigas del estado, de ayudar en esta crucial misión.

Una niña pequeña, Bronia Veitch de cinco años, estaba viviendo en un hogar belga para niños judíos refugiados. En el otoño de 1942, la Gestapo llegó para transportarlos a el campo de tránsito Mechelen a una muerte certera.

“La ama de llaves no judía del hogar llamó inmediatamente a Yvonne Nevejean”, recuerda Bronia muchos años después.

Por un milagro, el tren fue inexplicablemente retrasado. Aprovechando la oportunidad, Yvonne decidió transferir inmediatamente a todos los niños a casas seguras. ¿Pero quién podía ayudarla en este momento crucial?

Ella buscó ayuda en una fuente inusual, Isabel de Bélgica, la anterior reina y reina madre del Rey Leopoldo III.

Isabel era exactamente la persona que necesitaba. Aunque nacida de realeza alemana, ella era una verdadera humanitaria, siempre preocupada por el bienestar de otros. Durante la Primera Guerra Mundial, ella abrió un hospital para soldados heridos y fue conocida como "la Reina enfermera". Ella fue considerada heroica por el pueblo belga debido a su valentía, compasión y patriotismo.

Cuando Yvonne recurrió a la bondadosa reina, ella se conmovió por la situación de los niños judíos en peligro y utilizó su influencia con el General Von Falkenhausen, el gobernador militar del Alto Mando alemán. También un miembro del Comite de defense des juifs pagó un enorme rescate. Afortunadamente, los niños fueron liberados durante la noche, poco tiempo antes de que el tren partiera hacia el campo de tránsito.

Además de esta increíble hazaña, Yvonne también tomó un rol activo para recaudar los fondos necesarios para todos los niños escondidos. Secretamente pidió una mensualidad de la gerencia del Societe Generale Bank para apoyar sus esfuerzos. Cuando la cantidad contribuida aún era insuficiente, ella pidió asistencia del gobierno belga en exilio en Londres quienes lograron enviarle los fondos adicionales.

Queen Elisabeth

Yvonne dependía de una gran red de hombres y mujeres del movimiento clandestino belga para proveer refugio para los niños judíos. Las Hermanas de Caridad de Besançon estaban a cargo de la casa de la Reina Isabel, situada en un castillo patrocinado por la reina madre. Ubicado en una aldea aislada, en 1941 la casa fue transformada en un centro para niños con discapacidad.

Nuevamente, con el conocimiento y apoyo de la solidaria Reina Madre Isabel, las instalaciones del castillo sirvieron también durante varios años como refugio para niños judíos. Ellos habían sido llevados al hogar a través de los esfuerzos de Nevejean y uno de sus confiables colaboradores, el Padre Joseph André. A pesar del marco institucional, los niños recibieron amor y cuidado en la casa de la Reina Isabel.

Aunque Yvonne y sus colegas enfrentaban constante riesgo de denunciación a manos de colaboradores belgas, solamente un pequeño número de rescatistas y niños fueron realmente arrestados por los alemanes. La oficina de la Gestapo en Bruselas estaba consciente de la existencia de una extensiva red de rescate diseñada para salvar a niños judíos, pero con solamente unas cuantas excepciones, fallaron en interrumpir los esfuerzos liderados por Yvonne Nevejean.

En agosto de 1944, aunque la derrota del Tercer Reich alemán parecía inminente, unos Nazis conservadores en Bruselas planearon capturar a los judíos belgas restantes, incluyendo niños, y enviarlos a los campos de concentración.

(crédito de fotografía: Yad Vashem)

Un desesperado grupo clandestino apeló a Yvonne para que salvara a más niños. Un miembro, Marie Blum-Albert recordó más adelante, “Nunca podré olvidar la determinación, la diligencia y la pasión con que Madame Nevejean se dedicaba a esta tarea”.

Sin darse por vencida, Yvonne llamó incansablemente a conventos, hostales y hogares para huérfanos de guerra e hijos de prisioneros, rogándoles desesperadamente a ellos y a otras personas influyentes para obtener refugio para niños en hogares que ya estaban severamente sobrepoblados.

Gracias a su firme determinación, su misión final fue exitosa. Alrededor de 4.000 niños judíos fueron salvadas por la valentía y compasión de Yvonne Nevejean y sus colegas mientras que durante el mismo período 28.000 judíos de Bélgica (44% del total de la población judía) fueron asesinados en el Holocausto.

“Yvonne Nevejean les dio a los niños judíos más que igualdad de oportunidad: ella les dio el regalo de la vida”, escribió la autora Suzanne Vromen en su libro “Hidden Children of the Holocaust: Belgian Nuns and their Daring Rescue of Young Jews from the Nazis”.

En 1965, Yvonne Nevejean fue honrada por la autoridad para los mártires y héroes del Holocausto Yad Vashem de Israel, quien la nombró una de las "Justas entre las naciones", la primera mujer belga con este reconocimiento. La Reina Madre Isabel fue igualmente honrada por Yad Vashem por su rol en salvar niños judíos.

Filósofo judío belga Jaim Perelman saludando a la Reina Madre Isabel en 1945

Como muchos otros héroes del Holocausto, Yvonne Nevejean fue recompensada con una larga vida, falleciendo a los 87 años en 1987.

Yvonne Jospa, cofundadora y organizadora líder de la resistencia belga que trabajó junto a su tocaya alabó a Nevejean por ser alguien que luchó fuertemente contra la injusticia y se dedicó al rescate de niños judíos.

En su elegía para Yvonne, Jospa explicó que “ella estaba guiada por su amor por los niños, su antipatía contra cualquier forma de discriminación y por desafiar a la ocupación Nazi”.

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