¿Cómo es posible que la gente odie con tanta intensidad a los judíos?

01/01/2024

6 min de lectura

Un análisis profundo de la intrincada psicología que subyace al antisemitismo masivo.

¿Cómo es posible que la gente odie con tanta intensidad a los judíos, llevando al asesinato de millones y la devastación de innumerables hogares y vidas durante el Holocausto? A lo largo de la historia, ¿qué fue lo que impulsó actos tan malvados en contra del pueblo judío?

Una posible explicación es la prevalencia de las teorías conspirativas. ¿Acaso estas narrativas falsas pueden haber alimentado un odio y una discriminación devastadora?

A lo largo de la historia, las teorías de conspiración a menudo fueron la chispa que encendió el miedo, la discriminación y la violencia. Entre estas, las teorías de conspiración judía ocupan un lugar singular, a menudo involucrando argumentos no fundamentados de control global, manipulación de los sistemas económicos o complots secretos. Estas teorías tienen sus raíces en el antisemitismo y se han utilizado para propagar un odio y una conducta "aceptada" contra el pueblo judío.

Las teorías de la conspiración por lo general surgen de la necesidad de dar sentido a complejos acontecimientos mundiales. Ellas apelan a nuestros sesgos cognitivos, como la tendencia a ver patrones donde no existen o a atribuir intenciones a eventos aleatorios. Estas teorías ofrecen una explicación simple para fenómenos complejos, lo que a algunos les brinda consuelo.

Pero las teorías de conspiraciones judías difieren de las teorías regulares de conspiraciones. Mientras que la mayoría de las teorías de conspiración son creadas para explicar eventos inesperados o sorprendentes, las teorías de conspiraciones judías a menudo son diseñadas para propagar un discurso de odio y justificar acciones discriminatorias. Las conspiraciones judías fueron usadas como una manera de demonizar al pueblo judío y de esta forma justificar y quitar importancia a cualquier clase de violencia ejercida en su contra. Esto lo hemos visto a lo largo de la historia, y es la misma táctica que se utiliza hoy en día para crear un odio global contra el pueblo judío.

Ejemplos históricos de teorías de conspiraciones judías

Los archivos de la historia están repletos de ejemplos de teorías de conspiraciones judías, cada una más dañina que la previa.

La conspiración judía internacional: Esta teoría sugiere un esfuerzo global coordinado de los judíos para controlar el mundo, y quizás sea la más divulgada y perniciosa. A pesar de no tener ninguna base en los hechos, ha sido utilizada para justificar diversas formas de discriminación y persecución. Por ejemplo, "Los protocolos de los sabios de Sion", de 1903, es un texto antisemita fabricado que se difundió ampliamente durante comienzos del siglo XX. Allí se habla de la existencia de una conspiración global de los judíos para controlar el mundo. Aunque esto ha sido ampliamente desacreditado, el libro contribuyó significativamente a la difusión de la teoría de la conspiración judía internacional.

El caso Dreyfus (1894-1906): Este es un caso que ocurrió en Francia, donde un oficial del ejército judío, Alfred Dreyfus, fue falsamente acusado de traición. El evento fue alimentado por sentimientos antisemitas y teorías conspirativas respecto a que los judíos tienen doble lealtad.

En la era nazi (1933-1945), Adolf Hitler y su partido propagaron la idea de una conspiración judía internacional como parte de su propaganda antisemita. Esta teoría tuvo un rol central para justificar el genocidio de seis millones de judíos durante el Holocausto.

Hitler propagó abiertamente el tropo de la conspiración judía internacional en su libro, Mein Kampf,  donde culpo a los judíos por la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y las subsecuentes dificultades económicas. Esta dañina narrativa fue exacerbada todavía más por Joseph Goebbels, el ministro de propaganda del Reich, a través de su hábil uso de los medios de comunicación, incluyendo periódicos, difusiones radiofónicas y películas. Los nazis presentaban a los judíos como el enemigo responsable de todos los problemas de Alemania, deshumanizándolos y de esta manera facilitando su persecución sistemática.

La conspiración Rothschild: Originada en el siglo XIX, esta teoría conspirativa insinúa que la familia Rothschild, una prominente dinastía de banqueros de origen judío, poseen el poder de manipular eventos globales para obtener ganancias económicas. Esta falsa narrativa  surgió principalmente a partir de la substancial riqueza de la familia y su influencia en las finanzas en el siglo XIX. El estereotipo antisemita embebido en esta conspiración presenta a los judíos de forma universal como codiciosos, hambrientos de poder y corruptos, extendiendo el dañino tropo mucho más allá de la familia individual.

La teoría de la conspiración del genocidio blanco (fines del siglo XX hasta el presente): Esta teoría, que emergió prominentemente a fines del siglo XX y sigue persistiendo en la actualidad, sugiere falsamente que los judíos están orquestando el reemplazo de las poblaciones blancas por poblaciones no blancas. La narrativa a menudo se asocia con ideologías de extrema derecha y movimientos supremacistas blancos, que consideran la diferencia cultural y la inmigración como una amenaza a la identidad étnica blanca.

Ellos propagan la idea infundada de una oscura camarilla judía que planea estos cambios demográficos para socavar las sociedades blancas. Esta teoría a menudo está ligada al antisemitismo, y acusa a los judíos de orquestar estos cambios para socavar el poder blanco.

Es importante resaltar que todas estas teorías históricas de conspiraciones judías carecen de cualquier base fáctica. Estas teorías fueron ampliamente descartadas por los académicos y son reconocidas como una manifestación de discursos de odio.

Las teorías de conspiración actuales: narrativas antisraelíes

En el último tiempo, ha proliferado la desinformación sobre la guerra entre Israel y Hamás, perpetuando todavía más el odio a los judíos. Los judíos a menudo son categorizados como "opresores blancos" y "ocupantes", un estereotipo infundado que genera que el odio y la violencia hacia ellos sean aceptables.

Después del 7 de octubre, las narrativas contra Israel ganaron más fuerza, lo que tuvo repercusiones generalizadas entre los partidarios de Israel y las comunidades judías globales. El acto de categorizar al pueblo judío como "opresor blanco" y "ocupante" alimentó un ambiente propicio para la hostilidad y la agresión, que a menudo se manifiesta como crímenes de odio y ataques antisemitas. Esto creó un clima de miedo e incertidumbre entre el pueblo judío y los partidarios de Israel en todo el mundo.

Por ejemplo, en los Estados Unidos se reportó un marcado incremento en el número de incidentes antisemitas. Sinagogas, escuelas y centros comunitarios judíos fueron blanco de los ataques, obligando a las instituciones a incrementar sus medidas de seguridad y a que los individuos oculten su identidad judía. Este ambiente hostil tiene el potencial de erosionar el sentido de solidaridad comunitaria y la seguridad individual, componentes fundamentales para el modo de vida judío.

Esto también ha afectado el apoyo mundial a Israel, algo que para muchas personas es una piedra angular de su identidad judía. Los partidarios de Israel, independientemente de que sean o no judíos, se encuentran bajo escrutinio y, en ocasiones, bajo amenaza directa. Esta atmósfera de intimidación puede disuadir el apoyo abierto a Israel, socavando los valores democráticos de libertad de expresión y libre asociación.

La psicología subyacente a las teorías de conspiración judía

El miedo, la ignorancia y la tendencia humana a convertir a otros en chivos expiatorios son factores críticos que explican la tracción que ganaron estas teorías. El chivo expiatorio brinda una salida a la frustración y es un blanco al cual se puede arrojar todo el enojo acumulado. La búsqueda de patrones o explicaciones, incluso cuando no existe ninguna, puede llevar a crear y propagar teorías conspirativas.

Debemos estar abiertos a sostener múltiples perspectivas y evaluar fuentes y métodos para entender este fenómeno de forma amplia. Para entender las teorías de conspiración judías, debemos tener en cuenta que hay una compleja relación entre los factores sociales, psicológicos e individuales que contribuyen a su difusión.

Por ejemplo, en tiempos modernos, una perspectiva sociológica podría resaltar el rol de las redes sociales facilitando la rápida diseminación y normalización de estas teorías. La lente psicológica podría enfocarse en las tendencias cognitivas que predisponen a los individuos a pensamientos de conspiraciones, tales como una propensión a los patrones de reconocimiento y la tendencia a buscar chivos expiatorios. Mientras tanto, analizar los testimonios individuales puede revelar factores personales, como una sensación de privación de derechos o miedo, que llevan a que individuos específicos sean más susceptibles a las teorías de conspiración.

Un enfoque sistémico para ver por qué las teorías de conspiración se difunden y tienen lugar, enfatiza la importancia de respuestas multifacéticas que aborden los factores sociales, psicológicos y personales que ayudan a propagar las teorías de conspiración. Estas teorías tienen un significativo impacto social e individual. Ellas contribuyen a crear un clima de miedo y sospecha y pueden incitar a la violencia y la discriminación contra las comunidades judías.

Entender los mecanismos psicológicos detrás de estas teorías de conspiración es crucial para combatir su difusión. Al volverse más críticas respecto a la información que se consume, las personas pueden tomar más consciencia de los efectos dañinos de estas creencias infundadas.

La educación y la consciencia son cruciales para contrarrestar estas narrativas dañinas. Alentar el pensamiento crítico, promover la alfabetización mediática y fomentar la empatía y la comprensión puede ayudar a reducir la influencia de estas dañinas teorías de conspiración. Frente al odio, debemos unirnos, desafiar la información errónea y luchar por un mundo donde la aceptación y la comprensión prevalezcan por encima de los prejuicios y la discriminación.


Referencias:

  1. Anti-Defamation League. (2020). Audit of Antisemitic Incidents. https://www.adl.org/audit2020
  2. Bilewicz, M., Winiewski, M., Kofta, M., & Wójcik, A. (2013). Harmful ideas, the structure and consequences of anti-Semitic beliefs in Poland. Political Psychology, 34(6), 821-839.
  3. Bruder, M., Haffke, P., Neave, N., Nouripanah, N., & Imhoff, R. (2013). Measuring individual differences in generic beliefs in conspiracy theories across cultures: Conspiracy Mentality Questionnaire. Frontiers in psychology, 4, 225.
  4. Van Prooijen, J. W., & Acker, M. (2015). The influence of control on belief in conspiracy theories: conceptual and applied extensions. Applied Cognitive Psychology, 29(5), 753-761.
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