¿Cuándo está permitido mentir?

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Vaiejí (Génesis 47:28-50:26 )

Después de la muerte de Iaakov, los hermanos de Iosef tuvieron miedo. Años antes, cuando les reveló su verdadera identidad, aparentemente los había perdonado por venderlo como esclavo.

Sin embargo, los hermanos no estaban seguros que el perdón fuera absoluto. Quizás Iosef no pensaba realmente lo que dijo. Tal vez seguía guardando resentimiento. Quizás la única razón por la que no se había vengado hasta ahora fue por respeto a Iaakov. En esos días había una convención de no ajustar cuentas entre los hermanos durante la vida del padre. Esto lo aprendemos de un episodio previo, cuando Iaakov recibió la bendición de su hermano, Esav dijo: "Se acercarán los días de luto por mi padre; entonces mataré a mi hermano Iaakov" (Génesis 27:41).

Por eso, los hermanos se presentaron ante Iosef y dijeron:

"Tu padre encomendó antes de su muerte diciendo: 'Así dirán a Iosef: Por favor, perdona ahora el delito de tus hermanos y el pecado de ellos, pues mal te retribuyeron; pero ahora, por favor perdona el delito de los siervos del Dios de tu padre". Y Iosef lloró mientras le hablaban" (Génesis 50:16-17)

El texto deja lo más claro posible que la historia que le dijeron a Iosef es una mentira. Si Iaakov realmente hubiera dicho esas palabras, las hubiera dicho directamente a Iosef y no a los hermanos. El momento adecuado para hacerlo era en su lecho de muerte, en el capítulo previo. La historia de los hermanos es una "mentira piadosa". Su principal objetivo no era engañar sino aliviar una situación potencialmente explosiva. Quizás por eso Iosef lloró, porque entendió que sus hermanos seguían pensando que él era capaz de vengarse.

A partir de este texto, los Sabios derivaron un principio: mutar leshanot mipnei hashalom – "está permitido decir algo que no es cierto (literalmente, "cambiar" los hechos), en pos de la paz".1 La ley judía permite una mentira piadosa.

Este no es el único lugar en donde los Sabios invocan este principio. Incluso lo atribuyen a Dios mismo.2 Cuando los ángeles fueron a visitar a Abraham para decirle que él y Sará iban a tener un hijo, "Sará se rio en su interior, diciendo: '¿Después de haber envejecido tendré lozanía? ¡Y mi señor es anciano!' Entonces Dios le dijo a Abraham: '¿Por qué se rio Sará diciendo: '¿De verdad daré a luz si ya he envejecido?" (Génesis 18:12-13).

Dios no mencionó que Sará creía que no sólo ella estaba demasiado vieja para tener un niño, sino que también Abraham ya era anciano (esto resultó ser bastante errado; Abraham tuvo otros seis hijos después del fallecimiento de Sará). Los Sabios infieren que Dios no lo mencionó porque no quiso crear una mala sensación entre los esposos. También aquí los Sabios dicen que está permitido cambiar los hechos en pos de la paz.

Queda claro que los Sabios necesitaban ambos episodios para establecer el principio. Si sólo conociéramos el caso de Sará, no hubiéramos podido inferir que está permitido decir una mentira piadosa. Dios no dijo una mentira piadosa sobre Sará. Él simplemente no le contó a Abraham toda la verdad.

Si sólo hubiésemos conocido el caso de los hermanos de Iosef, tampoco habríamos podido inferir que lo que hicieron está permitido. Quizás estaba prohibido, y por eso lloró Iosef. El hecho de que Dios mismo haya hecho algo similar es lo que llevó a los Sabios a decir que los hermanos estuvieron justificados.

Lo que está aquí en juego es una característica importante de la vida moral, a pesar de que aparentemente hablamos sólo de "sutilezas" sociales, del tacto. Sir Isaíah Berlin señaló que no todos los valores coexisten en una especie de armonía platónica. Su ejemplo favorito era la libertad y la equidad. Uno puede tener libertad económica, pero el resultado será la falta de equidad. También puedes tener equidad económica, comunismo, pero el resultado será una perdida de libertad. En el mundo tal como está configurado, el conflicto moral es inevitable.3

Esto es un hecho importante, algo sobre lo que el judaísmo nunca dudó. Por ejemplo, tenemos un poderoso ejemplo en el Tanaj, cuando Abshalom, el hijo del Rey David, organizó un golpe de estado contra su padre. David se vio obligado a huir. Eventualmente hubo una batalla entre las tropas de Abshalom y las de David. Abshalom, que era muy apuesto y tenía el cabello largo, fue atrapado cuando su cabello quedó enredado en las ramas de un árbol. Al encontrarlo allí, Ioav, el capitán del ejército de David, lo mató.

Cuando David recibió la noticia, se sintió abrumado de dolor. "El rey se sintió profundamente afectado y subió a la cámara sobre la puerta y lloró y dijo: '¡Oh mi hijo Abshalom, hijo mío, mi hijo Abshalom! ¡Si tan sólo hubiera muerto yo en tu lugar. ¡Oh Abshalom, hijo mío, hijo mío!" (Samuel II 19:01). Ioav es brutal en las palabras que le dijo al rey: "Has avergonzado hoy los rostros de todos tus siervos, que hoy te han salvado la vida… Porque amas a los que te odian y odias a quienes te aman… Ahora levántate y habla al corazón de tus siervos" (Samuel II, 19:6-8). El dolor de David ante la pérdida de su hijo entró en conflicto con sus responsabilidades como jefe de estado y su lealtad a las tropas que le habían salvado la vida. ¿Qué estaba primero: sus obligaciones como padre o como rey?

La existencia de valores conflictivos implica que la clase de moralidad que adoptamos y la sociedad que creamos no dependen sólo de los valores que aceptamos sino de la manera en que les damos prioridad. Priorizar la equidad sobre la libertad crea una clase de sociedad, por ejemplo, el comunismo soviético. Priorizar la libertad por encima de la equidad, lleva a los mercados económicos. Las personas en ambas sociedades pueden valorar las mismas cosas, pero sus escalas de valores son diferentes. Por lo tanto, también es diferente lo que eligen cuando los valores entran en conflicto.

Esto es lo que ocurrió en las historias de Sará y de los hermanos de Iosef. La verdad y la paz son valores, ¿pero qué elegimos cuando ambos entran en conflicto? Entre los Sabios no todos están de acuerdo.

Por ejemplo, hay una famosa discusión entre las escuelas de Hilel y de Shamai respecto a lo que se debe decir sobre la novia en una boda.4 La costumbre era decir: "La novia es bella y agraciada". Sin embargo, los miembros de la escuela de Shamai no estaban dispuestos a decirlo si, en su opinión, la novia no era bella y agraciada. Para ellos, el valor supremo era la insistencia en la verdad: "Mantente alejado de la mentira" (Éxodo 23:7).

La escuela de Hilel no aceptaba esto. ¿Quién puede juzgar si la novia es bella y agraciada? Sin duda, el mismo novio. Por lo tanto, elogiar a la novia no era declarar una verdad objetiva que podía corroborarse empíricamente. Simplemente se trataba de endorsar la elección del novio. Era una forma de celebrar la alegría de la pareja.

Esto suele ocurrir a menudo con las cortesías. Decirle a alguien cuánto te gusta el regalo que te dio, aunque en verdad no te agrade, o decirle a alguien: "qué lindo verte·, cuando esperabas evitar encontrarlo. Esto se trata más bien de buenos modales y no de un intento de engañar al otro. Todos lo sabemos y, por lo tanto, no se provoca un daño, como ocurriría si dijéramos una mentira cuando hay en juego un interés sustantivo.

Pero todavía más fundamental y filosófico es un importante Midrash sobre una conversación entre Dios y los ángeles respecto a si los seres humanos deben o no ser creados:

Rabí Shimon dijo: Cuando Dios estaba por crear a Adam, los ángeles ministeriales se dividieron en dos grupos opuestos. Unos dijeron: '¡Que sea creado!'. Otros dijeron: 'Que no sea creado'. Por eso está escrito: 'La misericordia y la verdad colisionaron, la rectitud y la paz chocaron' (Salmos 85:11).

La misericordia dijo: 'Que sea creado, porque hará actos misericordiosos'. La verdad dijo: "Que no sea creado, porque estará repleto de mentiras'. La rectitud dijo: 'Que sea creado, porque hará actos rectos'. La paz dijo: 'Que no sea creado, porque no cesará de pelear'.

¿Qué hizo el Santo, Bendito sea? Tomó a la verdad y la arrojó a la tierra.

Los ángeles dijeron: "Soberano del universo, ¿por qué haces eso con tu propio sello, la verdad? Que la verdad se eleve de la tierra".

Por eso está escrito: "La verdad brotará de la tierra" (Salmos 85:12).5

Este es un texto muy complejo. ¿Qué es exactamente lo que dijeron los ángeles? ¿Qué significa que "Dios tomó la verdad y la arrojo a la tierra"? ¿Y qué ocurre con el argumento del ángel de la paz, respecto a que los humanos "nunca dejan de pelear"?

Yo interpreto que esto significa que los humanos están destiandos al conflicto mientras haya grupos opuestos proclamando tener un monopolio de la verdad. La única manera en que aprenderemos a vivir en paz es al comprender que los humanos, al ser seres finitos, nunc a en su vida llegarán a la verdad tal como es en el Cielo. Para nosotros, la verdad siempre es parcial, fragmentaria, la perspectiva desde cierto lugar y no como dicen a veces los filósofos, "la perspectiva desde ningún lugar".6

Creo que esta idea profunda es la razón por la cual la Torá tiene múltiples perspectivas, por lo que el Tanaj contiene tantas voces diferentes, por lo que la Mishná y la Guemará están estructuradas alrededor de discusiones, y por lo que el Midrash se construye sobre la premisa de que la Torá tiene "setenta caras". No conozco ninguna otra civilización que tenga un entendimiento tan sutil y complejo de la naturaleza de la verdad.

Tampoco hay ninguna otra civilización que haya valorado tanto la paz. El judaísmo no es y nunca fue pacifista. La defensa nacional a veces requiere la guerra. Pero Isaías y Mijá fueron los primeros visionarios de un mundo en el que "ninguna nación levantará su espada contra otra nación". Isaías es el poeta laureado de la paz.

Cuando existe la opción, cuando se trata de las relaciones interpersonales, los sabios valoran la paz por encima de la verdad, entre otras cosas porque la verdad puede florecer en la paz mientras que a menudo es la primera víctima en la guerra. Por lo tanto, los hermanos no erraron al decirle a Iosef una mentira piadosa para mantener la paz en la familia. Esto les recordó a todos la profunda verdad de que no sólo su padre humano que ahora había fallecido, sino también su padre Celestial, eternamente vivo, quería que el pueblo del pacto estuviera en paz. ¿Y cómo pueden los judíos estar en paz con el mundo si no tienen paz entre ellos mismos?


NOTAS

1. Ievamot 65b.

2. Midrash Sejel Tov, Toldot, 27:19.

3. Isaiah Berlin, "Two concepts of liberty", en Isaiah Berlin, Henry Hardy y Ian Harris, "Liberty: Incorporating Four Essays on Liberty". Oxford: Oxford UP, 2002. Ver también la importante obra de Stuart Hampshire, "Morality and Conflict", Cambridge, MA: Harvard UP, 1983.

4. Ketubot 16b.

5. Bereshit Rabá 8:5.

6. Thomas Nagel, "The View From Nowhere", New York, Oxford University Press, 1986. La única persona que llegó a una perspectiva no antropocéntrica de la creación, fue Iov en los capítulos 38-41 del Libro que lleva su nombre.

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