Cuando Moshé no creyó en Dios

25/02/2024

2 min de lectura

Ki Tisá (Éxodo 30:11-34:35 )

Y sucedió que cuando se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, la ira de Moshé se encendió y arrojó de sus manos las Tablas y las quebró al pie de la montaña. (32:19)

Hay un Midrash que relata que cuando Dios le dijo a Moshé: "Ve, desciende, porque tu pueblo al que sacaste de Egipto se ha corrompido", Moshé sostuvo las Tablas y no creyó que los israelitas hubieran pecado. Él dijo: "Si no lo veo, no lo creo". Por eso la Torá dice: "Y sucedió que cuando se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas". Por eso Moshé no quebró las Tablas hasta que no lo vio con sus propios ojos.

El Midrash continúa: "Pobres de aquellos que testifican respecto a lo que no han visto. ¿Acaso es posible que Moshé no le creyera a Dios cuando Él le dijo: "tu pueblo se ha corrompido"? Pero Moshé quiso enseñarles a los israelitas cuál es el comportamiento adecuado. Incluso si escuchamos algo crítico de una persona confiable, no está permitido aceptar sus palabras y actuar de acuerdo con ellas si no lo hemos visto personalmente" (Shemot Rabá 46:11).

El Midrash parece decir que de hecho Moshé le creyó a Dios, pero actuó como si no lo hiciera para fijar un ejemplo para el pueblo. Sin embargo, antes el Midrash dice claramente: "Moshé sostuvo las Tablas y no creyó que los israelitas hubieran pecado. Él dijo: 'Si no lo veo, no lo creo'".

La resolución de esta aparente contradicción es que Moshé no le creyó a Dios porque sabía que Dios no deseaba que le creyera. Moshé sabía que Dios desea sólo lo que es correcto, y en tanto que es adecuado no creer nada negativo sobre otros a menos que uno lo vea personalmente, Dios no quería que Moshé le creyera. Moshé no actuó "como si". Su ejemplo y su lección fueron reales.

Encontramos un incidente similar cuando Dios le dijo a Moshé que fuera a Egipto para sacar a los israelitas de su esclavitud. Moshé dijo: "Primero debo pedir permiso a mi suegro, Itró" (Rashi, Éxodo 4:18). ¿Cómo se atrevió a negarse a cumplir la orden que Dios le había dado hasta recibir el permiso de Itró? Rav Jaim Shmuelevitz explica que Moshé entendió la voluntad de Dios: en tanto que Itró lo había recibido con hospitalidad cuando él huyó del faraón, Dios no podía esperar que ahora partiera sin pedirle permiso.

La Torá prohíbe hablar lashón hará (habla difamadora) y rejilut (chismes). El Jafetz Jaim dice que quien acepta lashón hará o rejilut, es tan culpable como el que lo cuenta. De hecho, incluso cuando alguien ve con sus propios ojos que alguien hace algo malo, debe darle a esa persona el beneficio de la duda y asumir que deben existir razones de peso para los actos de esa persona. (Pirkei Avot 1:6)

Si observamos el principio de Hilel, "No hagas a los demás lo que no deseas que te hagan a ti", podemos evitar tanto hablar como escuchar lashón hará y rejilut.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.