El judaísmo, el amor y lo absurdo de este mundo

10/08/2023

4 min de lectura

Para Albert Camus, un héroe es alguien que puede aceptar el sombrío sinsentido de la vida y, no obstante, seguir adelante. ¿No hay una opción mejor?

"El espíritu humano es absurdo. Todo el proceso de vivir es completamente irrazonable" – Aldous Huxley

Quizás el problema con los humanos es que pensamos demasiado. ¿Acaso las vacas interrumpen su feliz festín bovino para reflexionar sobre el sentido de la existencia? ¿Los castores se reúnen alguna vez en lo alto de sus diques para pontificar el punto intrínseco de construir algo que muy pronto se convertirá en unas ramitas flotando río abajo?

Hasta donde sabemos, la respuesta es negativa. Pero tal como señala el filósofo existencial Alfred Camus, los humanos consistentemente piensan, se cuestionan, preguntan y buscan significado. Pero eventualmente, a pesar de nuestros esfuerzos por reformularlo eufemísticamente, tenemos que enfrentar los deprimentes hechos: la vida consiste en trabajar para poder comer, comer para poder trabajar, y luego hacer lo mismo al día siguiente… y (¡enfrentémoslo!), al final de este agotador proceso se encuentra inevitablemente la muerte.

Si bien esto puede no importarles a las vacas que pastan en el campo o a los castores que construyen sus represas, para los seres humanos es tan preocupante que de hecho pasan gran parte de sus vidas (y por cierto todas sus horas en Netflix y en las redes sociales) tratando desesperadamente de escapar y evitar confrontar estos hechos inevitables.

En el pensamiento de Camus, heroísmo es tener el coraje necesario para enfrentar esta representación de la vida despojada de ilusiones. El héroe de Camus es el mítico Sísifo que fue condenado por los dioses griegos a hacer rodar permanentemente una gran roca montaña arriba, sólo para que esta vuelva a caer hasta el fondo y tener que hacer todo de nuevo cada día.

Camus está especialmente interesado en lo que ocurre en la mente de Sísifo mientras baja la montaña para volver a levantar la roca. Su teoría es que mientras empuja la roca por la montaña, Sísifo probablemente está demasiado ocupado en su trabajo como para preocuparse por algo (como el resto de los humanos cuando estamos sumergidos en nuestra lista de obligaciones cotidianas). ¿Pero qué piensa Sísifo al bajar la montaña, cuando presuntamente está libre para contemplar el sinsentido de su vida con brutal honestidad?

Las habituales rutas de escape no estaban abiertas para Sísifo, ya que él sabía que los dioses lo habían condenado para la eternidad. Ningún frívolo y new age "Todo estará bien"; ningún "karma" pseudo-místico, ninguna puerta de perlas con querubines regordetes en el Más Allá podían ayudar a hacer más llevadera la narrativa de Sísifo.

Sísifo es el héroe de Camus porque él ha dejado de tratar de encontrar significado en el sinsentido más intrínseco. Al bajar de la montaña hacia su destino, en esencia él acepta la vida tal como es, y Camus considera que por eso probablemente experimentaba verdadera alegría.

La broma cósmica

De hecho, para la persona pensante, consciente de sí misma, es difícil no reírse de la ridiculez de la condición humana. Corremos todo el tiempo, orgullosos y llenos de aspiraciones, ajenos al hecho de ser sólo una mota en la inmensidad de la existencia. Incluso en el dichoso evento de que dejemos alguna pequeña marca en el mundo, es sólo una cuestión de tiempo hasta que desaparezcamos como una piedra en el océano… unas cuantas ondas y, después, el olvido.

Como judíos, estamos sintonizados con lo absurdo. De hecho, en nuestras fuentes, la "claridad de visión" a menudo es descrita como "la risa". Quizás debido a nuestra historia, sin poder echar raíces demasiado tiempo en un lugar, siempre de alguna manera en la periferia de la sociedad, los judíos se han aferrado a su sentido del humor (a veces negro, pero siempre presente). Pero en el judaísmo, el remate es diferente debido a una palabra que lo cambia todo: amor.

Albert Camus, Newyorker.com

Si alguna vez pasaste horas creando una golosina sin gluten para un niño celíaco o entraste a más de un negocio cuando te dolían las piernas buscando el tono exacto de magenta para un regalo o cualquier inversión equivalente de tiempo, energía y recursos, entonces tú también entiendes cómo el amor infunde con significado lo mundano.

Si bien en el esquema más amplio de la historia, la golosina sin gluten y la chaqueta magenta son insípidas e incluso absurdas, dentro del contexto de tu relación con tus seres queridos, su importancia está más allá de todo cálculo. Cada acto mundano realizado con amor es un hilo que nos une con la otra persona.

Debido a esta verdad, el judaísmo está mucho menos interesado en qué logramos que en quiénes nos convertimos mientras empujamos montaña arriba rocas pesadas. La forma en que vivimos nuestras vidas, todos esos detalles mundanos, expresan nuestro amor por Dios. Y la expectativa de Dios de que veamos el significado cósmico más allá del absurdo, algo que tanto el castor como la vaca probablemente ignoran, es una expresión del amor de Dios por nosotros.

Cada acto mundano realizado con amor es un hilo que nos une con la otra persona.

Esta es también la razón por la cual la Torá a menudo se enfoca más en lo práctico que en lo teológico o escatológico: devolver la maleta que pedimos prestada el año pasado, correr la bicicleta del vecino debajo del techo cuando de repente empieza a llover, y alimentar a nuestro gato antes de desayunar puede no parecer espiritual, pero (absurdamente) lo es.

Porque si bien la maleta, la bicicleta y el gato muy pronto caerán en el olvido y son insignificantes en el gran esquema de las cosas, en quien te conviertes a través de esos pequeños actos, cuánto te identificas con el alma Divina que te hace diferente al castor, eso crea un nexo entre tú y el infinito. Este nexo dura eternamente. El nombre del juego es amor, conexión y relación.

Una doble vida

El lugar bíblico donde están enterrados los patriarcas y las matriarcas en la ciudad de Jevrón es llamado Mearat hamajpelá, que significa 'la cueva doble'. En la superficie, parece que la palabra "doble" se refiere al hecho de que allí están enterradas cuatro parejas casadas. Sin embargo, los místicos judíos, con su exquisita profundidad, señalan que la palabra "doble" no es un sinónimo de "pareja" o "par". Doble significa lo mismo dos veces y alude a la dualidad de estas grandes vidas judías.

Cuando amas, cada detalle tonto y absurdo está infundido de un significado trascendental. El mismo acto interactúa simultáneamente en dos planos muy diferentes. Como el padre que prepara una golosina sin gluten y el amigo que busca el tono perfecto para una chaqueta, el amor infunde lo mundano con belleza aquí y ahora.

En una alquimia deliciosamente irónica, el judaísmo transforma lo absurdo de cada detalle mundano, cada montaña genérica, cada efímero paso sudoroso, cada músculo dolorido, en la alegría del amor y la conexión, aquí mismo, en este mundo absurdo.

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