El llamado transformador de Rosh Hashaná

14/09/2023

3 min de lectura

El año nuevo judío celebra el nacimiento de la humanidad y nuestra relación con un Dios único.

Hay un único mandamiento positivo específicamente relacionado con Rosh Hashaná, el año nuevo judío: escuchar el sonido del shofar (un cuerno de carnero).

¿Qué significa el shofar y por qué está conectado con Rosh Hashaná?

Para responder a esta pregunta, necesitamos entender los antecedentes históricos de la festividad. Cada festividad judía se nutre de un portal espiritual que sólo es accesible en ese momento.

Por ejemplo, Pésaj, que conmemora el Éxodo de Egipto hace más de 3.300 años, nos da la oportunidad de aprovechar la fuerza de la libertad y liberarnos de nuestras esclavitudes internas.

¿Qué evento histórico está ligado a Rosh Hashaná y tiene conexión con el tema de la festividad?

Rosh Hashaná es el nacimiento de la humanidad. Las plegarias judías dicen: "Hoy es el día de la concepción del mundo". Rosh Hashaná no conmemora el primer día de la creación, sino el sexto, cuando fue creada la humanidad. Este día marca el primer momento en que un ser pudo reconocer a Dios y coronarlo como Rey.

Dios como Rey es uno de los temas centrales de Rosh Hashaná. Él es el benevolente director del universo. Tal como se toca un cuerno en la coronación de un rey o cuando él llega a una corte, nosotros tocamos el shofar en Rosh Hashaná para coronar a Dios como Rey y para despertarnos ante la realidad fundamental de que detrás de nuestra existencia cotidiana hay un Creador que creó el universo, dirige la historia y quiere una relación con nosotros, Sus creaciones.

Rosh Hashaná celebra el significado de la existencia, recordándonos que no estamos acá por mero accidente.

Rosh Hashaná también celebra el significado de la existencia, recordándonos que no estamos acá por mero accidente. Fuimos creados y diseñados como parte de una historia continua, que tiene un destino, un objetivo final, en donde cada persona tiene un rol y una responsabilidad singular.

El monoteísmo, la idea de que hay un único Dios que actúa en la historia, es una creencia mantenida por miles de millones de personas en el mundo actual. Pero no siempre fue así. Después del pecado de Adam, el primer hombre, el mundo gradualmente cayó en el politeísmo (la creencia en múltiples dioses), hasta que la idea de que hay un único Dios se perdió totalmente en el mundo. Durante miles de años el politeísmo, en sus muchas formas, se convirtió en el sistema de creencia universal.

Abraham, el iconoclasta, entró en escena hace alrededor de 3.800 años, y redescubrió la realidad de un único Dios. Desde el nacimiento de Abraham, durante los dos mil años siguientes, los hijos de Abraham (es decir, el pueblo judío), fueron los únicos monoteístas en el planeta. Ellos experimentaron el ridículo y la persecución debido a sus singulares creencias. Contra todas las probabilidades, el pueblo judío no sólo sobrevivió sino que eventualmente emergieron al mundo otras dos grandes religiones monoteístas basadas en el judaísmo (el cristianismo y el islam).

El monoteísmo dio nacimiento a la idea de una moralidad absoluta e inmutable, que surge de la Fuente Infinita de la creación, que es eterna e inmutable. El monoteísmo ético transformó al mundo antiguo, donde lo habitual era el infanticidio, los deportes sanguinarios, los sacrificios humanos, la guerra, la desigualdad y el analfabetismo, y estableció las bases para la creación de la moderna democracia liberal. El mundo puede estar lejos de ser perfecto en la actualidad, pero es un lugar mucho mejor de lo que era hace miles de años.

La historia está lejos de haber terminado. El pueblo judío, individual y colectivamente, sigue teniendo una misión vitalmente importante y un rol central para completar el proceso de conectar a la humanidad con nuestro Padre, nuestro Rey. No es una tarea sencilla para un pueblo pequeño, pero increíblemente impactante.

Como escribió Thomas Cahill en su libro, "El legado de los judíos":

Los judíos nos dieron un vocabulario completamente nuevo, un Templo del espíritu completamente nuevo, un paisaje interior de ideas y sentimientos que nunca antes se había conocido… Debido a su singular creencia, el monoteísmo, los judíos fueron capaces de darnos el Gran Todo; un universo unificado que tiene sentido y que, por su evidente superioridad como perspectiva del mundo, abruma por completo los fenómenos enfrentados y contradictorios del politeísmo.

Ellos dieron la conciencia a Occidente, la creencia de que Dios, que es Uno, no es el Dios de la apariencia exterior sino la "voz apacible y delicada" de la conciencia, el Dios de la compasión, el Dios que "estará allí", el Dios que se preocupa por cada una de sus criaturas, especialmente por los seres humanos que fueron creados "a su imagen", e insiste en que nosotros hagamos lo mismo…

Los judíos nos dieron lo externo y lo interno, nuestra perspectiva y nuestra vida interior. Difícilmente podamos levantarnos por la mañana o cruzar la calle sin ser judíos. Soñamos sueños judíos y nuestras esperanzas son judías. De hecho, la mayoría de nuestras mejores palabras —nuevo, aventura, sorpresa, único, individual, persona, vocación, tiempo, historia, futuro, libertad, progreso, espíritu, fe, esperanza, justicia— son regalos de los judíos.

Al comenzar un nuevo año y escuchar el sonido del shofar, recordemos nuestra misión nacional y concretemos nuestra parte única y singular dentro de la increíble historia del pueblo judío.

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