Momentos clave de la historia judía en los que no se dejó de tocar el shofar

14/09/2023

10 min de lectura

En diferentes ocasiones a lo largo de la historia, el shofar se convirtió en la voz del pueblo judío.

El increíble concierto de shofar de Don Aguilar

Aunque no fue verificada ni está documentada, esta historia es una leyenda ampliamente difundida entre los judíos. También la menciona Eliahu KiTov en su libro "Nosotros en el tiempo".

La historia supuestamente ocurrió en 1497, cinco años después de la expulsión de los judíos de España. Los que quedaron en España se convirtieron al cristianismo, pero muchos de ellos seguían practicando secretamente el judaísmo. Estos cripto-judíos eran conocidos como conversos, anusim (que en hebreo significa "los que fueron obligados"), o por el término derogatorio "marranos". Uno de esos conversos era un músico: Don Aguilar.

Don Aguilar anunció que el domingo 5 de setiembre conduciría personalmente una orquesta en Barcelona con un novedoso concierto que él mismo había compuesto. La pieza que había escrito celebraba a los pueblos nativos y sus culturas. La composición utilizaba instrumentos exóticos de todo el mundo. Muchos judíos secretos acudieron al concierto, porque ese día era Rosh Hashaná, el año nuevo judío, y uno de los instrumentos "exóticos" era un cuerno de carnero.

El cuerno lo tocó otro converso, que hizo sonar las notas tradicionales del shofar que se tocaron a lo largo de la historia en todas las sinagogas del mundo: tekiá, shevarim, truá, tekiá.(1) La mayor parte de la audiencia valoró esta virtuosa presentación de un instrumento "primitivo" y desconocido. Sin embargo, para los judíos secretos que estaban entre el público, la "música" de Don Aguilar fue la primera oportunidad en muchos años de cumplir con el mandamiento de escuchar el shofar.(2)

No puedo atestiguar la autenticidad de esta historia, pero puedo dar testimonio de muchos ejemplos de judíos que se esforzaron de forma extraordinaria para preservar sus costumbres bajo circunstancias muy difíciles, como veremos a continuación.

Aquí puedes ver "La increíble historia del shofar de Don Fernando de Aguilar"

El shofar en Auschwitz

Rav Tzvi Hirsch Meisels relató su experiencia de Rosh Hashaná en el campo de concentración de Auschwitz en 1944:

"La experiencia de un transporte que de Auschwitz quedó grabada en mi memoria. Con la gracia de Dios, milagrosamente logré llevar un shofar al campo. El primer día de Rosh Hashaná, fui de un bloque a otro, con el shofar en la mano, y toqué las tekiot.(3) Eso ponía mi vida en peligro, y tenía que evitar encontrarme con los nazis o con los capos malvados.(4) Le agradezco a Dios porque gracias a Su misericordia y compasión, ese Rosh Hashaná tuve el privilegio de tocar el shofar unas veinte veces, llegando en total a tocar cien voces. Eso revivió el espíritu quebrado de los prisioneros del campo y les dio un poco de paz mental saber que por lo menos podían cumplir una mitzvá en Auschwitz: la mitzvá de escuchar el shofar en Rosh Hashaná.

"Todavía escucho en mis oídos el eco de los sollozos que estallaban de esas miles de personas durante las tekiot. En especial recuerdo la voz temblorosa de un conocido jasid que anunció los sonidos antes de que yo tocara el shofar. Se trataba de Rav Iehoshúa Fleischman, que Dios vengue su sangre, de Debrecen, Hungría, quien anunció las notas con un gemido desgarrador: tekiá, shevarim-truá, tekiá. Yo apenas podía concentrarme…

"Los jovencitos que estaban encerrados en el bloque y que estaban a punto de ser enviados al crematorio, se enteraron que yo tenía un shofar. Empecé a escuchar gritos y súplicas que salían de ese bloque, implorándome que fuera y tocara para ellos cien voces del shofar, para que pudieran cumplir con esta importante mitzvá de Rosh Hashaná en sus últimos instantes de vida, antes de que los martirizaran y santificaran el Nombre de Dios.

"Yo no sabía qué hacer, estaba completamente confundido. Eso involucraba un riesgo enorme, ya se acercaba el crepúsculo, una hora peligrosa, y los nazis llegarían para llevárselos. Si los nazis llegaban a aparecer de repente mientras yo estaba allí, sin duda me llevarían también a mí al crematorio. Los capos, famosos por su crueldad, no me dejarían escapar. Me quedé allí analizando la situación y tratando de decidir qué hacer. No estaba seguro de tener que correr el riesgo de tocar el shofar para esos niños en una situación tan peligrosa, y no era claro que el riesgo estuviera justificado incluso si el peligro no era seguro. Pero las amargas súplicas de los jóvenes eran desgarradoras. "¡Rebe! ¡Rebe! Por favor, por amor a Dios, tenga piedad de nuestras almas. Le rogamos que nos permita cumplir esta mitzvá en nuestros últimos momentos". Estaba inmóvil. Completamente solo en mi decisión…

"A decir verdad, mi decisión probablemente no fue acorde a la ley estricta que dice que no debes ponerte en peligro, ni siquiera si hay un riesgo leve, para cumplir la mitzvá del shofar…"(5)

En el juicio de Adolf Eichmann en Israel, los sobrevivientes mencionaron ese Rosh Hashaná. Menajem Brickmanm, un niño de Lodz que había llegado a Auschwitz tras la destrucción del gueto, describió la experiencia:

El sonido de la eternidad retumbó incluso en Auschwitz.

"De repente, me golpeó un sonido agudo y continuo. Me puse tenso y escuché el sonido que me retrotrajo a la casa de mi padre. Pero el sonido ya había terminado… Por un momento creí que fue una ilusión. ¿Un shofar? ¿Un shofar sonando en Auschwitz? Pero pensé que si había un shofar, tal vez todavía había esperanzas. Le pregunté a uno de los hombres: '¿Vas iz doz? (¿qué es eso?). 'Un shofar', me respondió. 'Hoy es Rosh Hashaná'. Rosh Hashaná… pensé. En Rosh Hashaná se toca el shofar. Justo frente a las narices de los nazis. Algo sobre ese sonido renovó mis esperanzas. El sonido de la eternidad retumbó incluso en Auschwitz. Seguí preguntándome quién había tocado el shofar y cómo logró introducirlo clandestinamente en Auschwitz. Parecía un gran milagro. Una pequeña luz en medio de la noche más oscura".(6)

Un shofar clandestino en Palestina durante el Mandato Británico

Durante el Mandato Británico en Palestina, los británicos quisieron acallar todo nacionalismo judío así como los reclamos judíos sobre la Tierra de Israel. Uno de los ejemplos más dramáticos sobre el toque de shofar tuvo lugar durante esta época. Quien tocó entonces el shofar fue Rav Moshé Segal (1904-1985). Así lo describió en sus memorias:

"En esos años, el área frente al Kótel (el Muro Occidental) no se veía como en la actualidad. Sólo había una angosta callejuela que separaba al Kótel de las casas árabes del otro lado. El gobierno británico nos prohibía colocar en la callejuela un Arca, bancos o mesas, ni siquiera podíamos llevar al Kótel un pequeño banquillo. Los británicos también instituyeron las siguientes órdenes con el objeto de humillar a los judíos en el lugar más sagrado para su fe: está prohibido rezar en voz alta, para no molestar a los residentes árabes; está prohibido leer la Torá; está prohibido tocar el shofar en Rosh Hashaná y Iom Kipur. El gobierno británico colocó en el Kótel policías para hacer cumplir esas reglas.

"En Iom Kipur de ese año (1930) yo estaba rezando en el Kótel. Durante el breve intermedio entre… las plegarias, escuché que la gente comentaba: '¿A dónde vamos a ir a escuchar el shofar? Será imposible tocarlo aquí, hay tantos policías como gente rezando…' Incluso estaba el comandante de la policía en persona para asegurarse que, Dios no lo permita, los judíos no fueran a tocar el shofar para dar fin al ayuno.

"Escuché esos comentarios y pensé: ¿Cómo es posible no tocar el shofar que acompaña nuestra proclamación de la soberanía de Dios? ¿Cómo es posible no tocar el shofar que simboliza la redención de Israel? Es cierto, tocar el shofar al terminar Iom Kipur es sólo una costumbre, pero… '¡una costumbre judía es Torá!'. Me acerqué a Rav Itzjak Horenstein, quien era el Rabino de nuestra 'congregación', y le dije:

—Deme un shofar.

—¿Para qué?

—Lo voy a tocar

—¿De qué hablas? ¿No ves que está la policía?

—Lo tocaré.

"El Rabino se alejó abruptamente de mi, pero no sin antes echar un vistazo al puesto de plegaria que se encontraba en el extremo izquierdo del callejón. Lo entendí: allí estaba el shofar. Cuando se acercó el momento de tocar el shofar, me acerqué al estrado y me apoyé en él.

"Abrí el cajón y deslicé el shofar bajo mi camisa. Tenía el shofar, ¿pero qué ocurriría si me veían antes de tener la posibilidad de tocarlo? En ese momento todavía no estaba casado, y siguiendo la costumbre ashkenazí, no tenía un talit (el manto de plegarias). Le pedí a la persona que estaba a mi lado que me prestara su talit. Mi pedido debe haberle parecido extraño, pero los judíos somos personas bondadosas, especialmente en los momentos más sagrados del día más santo del año, así que sin decir ni una palabra me dio su talit.

"Me envolví en el talit. En ese momento, sentí que había creado mi propio dominio. A mi alrededor, prevalecía un gobierno extranjero, gobernando sobre el pueblo de Israel en el día y en el lugar más sagrado, y no éramos libres para servir a nuestro Dios. Pero debajo de ese talit había otro dominio. Allí, sólo estaba bajo el dominio de mi Padre en los Cielos; allí debía cumplir Sus mandamientos, y no había ninguna fuerza sobre la tierra que pudiera impedirlo.

"Cuando proclamaron los versículos que concluyen la plegaria: 'Oye Israel', 'Bendito sea el Nombre' y 'Hashem es Dios', saqué el shofar y toqué un sonido largo. Todo fue muy rápido. Muchas manos me agarraron. Me quité el talit de la cabeza y frente a mí estaba el comandante de policía, quien ordenó que me arrestaran.

"Me llevaron a la… prisión en la Ciudad Vieja, y pusieron a un policía árabe para que me cuidara. Pasaron muchas horas; no me dieron comida ni agua para terminar mi ayuno. A la medianoche, el policía recibió la orden de liberarme, y me dejó salir sin decir ni una palabra.

"Entonces supe que el Gran Rabino de la Tierra Santa, Rav Abraham Itzjak Kook, oyó que me habían arrestado y de inmediato se puso en contacto con el secretario del alto comisionado de Palestina, y le pidió que me liberara. Cuando se negaron a aceptar su pedido, él declaró que no terminaría su ayuno hasta que yo estuviera libre. El alto comisionado se resistió durante muchas horas, pero finalmente, por respeto al Rabino, no tuvo más opción que liberarme.

"Durante los siguientes 18 años, hasta que los árabes conquistaron la Ciudad Vieja en 1948, el shofar se tocó en el Kótel en cada Iom Kipur. Los británicos entendieron el significado de ese sonido; sabían que en definitiva iba a demoler su reinado sobre nuestra tierra tal como las murallas de Jericó se derrumbaron ante el shofar de Iehoshúa, e hicieron todo lo que estaba en su poder para evitarlo. Pero cada Iom Kipur, el shofar fue tocado por hombres que sabían que serían arrestados por su rol recordando nuestro reclamo por nuestro bien más sagrado".(7)

El shofar de la liberación

El siguiente shofar de liberación y exaltación fue tocado en el Muro Occidental, pero esa vez el 7 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días. A continuación hay una transcripción de una emisión radial en vivo de esa dramática y festiva ocasión:

"Iosi Ronen (Reportero de la radio del ejército israelí): Ahora estamos caminando por una de las calles principales de Jerusalem hacia la Ciudad Vieja. La fuerza principal está por entrar a la Ciudad Vieja.

[Disparos].

Iosi Ronen: Sigue habiendo disparos desde todas las direcciones. Estamos avanzando hacia la entrada de la Ciudad Vieja.

[Sonido de disparos y pasos de soldados].

[Gritos de órdenes a los soldados]. [Más pasos de soldados].

Los soldados se mantienen aproximadamente a 5 metros entre ellos. Sigue siendo peligroso caminar por aquí, cada tanto siguen disparando los francotiradores.

[Disparos].

Nos dijeron que nos detuviéramos. Avanzamos hacia la ladera de la montaña. A nuestra izquierda está el Monte de los Olivos. Ahora estamos en la Ciudad Vieja, frente a la iglesia rusa. Ahora mismo estoy bajando la cabeza, corremos por la ladera de la montaña. Podemos ver los muros de piedra. Nos siguen disparando. Los tanques israelíes están en la entrada de la Ciudad Vieja y nosotros seguimos adelante, por la Puerta de los Leones. Estoy con la primera unidad que irrumpió en la Ciudad Vieja. A mi lado hay un autobús jordano, totalmente quemado. Hace mucho calor aquí. Estamos por entrar a la propia Ciudad Vieja. Estamos parados debajo de la Puerta de los Leones. La puerta está a punto de derrumbarse, probablemente debido al bombardeo previo. Los soldados se refugian cerca de las palmeras. Yo también me quedo cerca de un árbol. Nos adentramos cada vez más en la ciudad.

[Disparos].

El coronel Motta Gur anuncia por la radio del ejército: "¡El Monte del Templo está en nuestras manos! Repito: ¡el Monte del Templo está en nuestras manos!"

"Todas las fuerzas, ¡dejen de disparar! Esta es la Sala de Operaciones David. ¡Todas las fuerzas, dejen de disparar! Repito: ¡Todas las fuerzas dejen de disparar! Paso…

Iosi Ronen: Conduzco rápido a través de la Puerta de los Leones hacia el interior de la Ciudad Vieja.

El comandante, por la Radio del ejército: Rastreen el área, descubran la fuente de los disparos. Protejan cada edificio, de todas las formas posibles. No toquen nada, especialmente en los lugares sagrados.

[El teniente coronel Uzi Eilam toca el shofar. Los soldados cantan "Jerusalem de Oro"].

Iosi Ronen: Ahora estoy caminando por las escaleras que llevan al Muro Occidental. No soy una perosna religiosa, nunca lo he sido, pero este es el Muro Occidental y estoy tocando las piedras del Muro Occidental.

Soldados: [recitan la bendición: ¡Bendito eres Tú, Hashem, Dios del universo, que nos sostuviste y nos mantuviste y nos trajiste a este día!]

Rav Goren tocando el shofar

Rav Shlomo Goren (Gran Rabino del ejército de Israel): Bendito eres Tú, Dios nuestro, que consuelas a Sion y construyes Jerusalem.

Soldados: ¡Amén!

[Los soldados cantan el "Hatikva" cerca del Muro Occidental]

Ahora Rav Goren recita una plegaria por los soldados caídos [De fondo se escucha el llanto de los soldados y el reportero].

Rav Goren toca el shofar, de fondo se oyen tiros.

Rav Goren: ¡Este año en Jerusalem reconstruida! ¡En la Jerusalem de antaño!(8)

El shofar de España en la era de la inquisición representa la chispa judía eterna que no puede extinguirse y la llama del judaísmo dentro de cada judío, que ha permitido nuestra continuidad a pesar de todo.

El shofar de Auschwitz es un grito de fe en Dios desde lo más profundo del alma, incluso en la profundidad del infierno.

El shofar em el Kótel bajo el Mandato Británico es el shofar de la rebeldía y la determinación, dos cualidades del pueblo judío que fueron instrumentales para la construcción del Estado de Israel.

El shofar en la liberación de la Ciudad Vieja es un shofar de triunfo y alegría con el retorno del pueblo judío y la reconstrucción de nuestra antigua patria y de nuestra capital.

El shofar final no forma parte de la historia pasada sino del futuro. En la plegaria central de la liturgia judía, la Plegaria Silenciosa, también conocida como las Dieciocho Bendiciones, decimos: "Toca el gran shofar de nuestra libertad, y eleva un estandarte para reunir a nuestros exilios, y reunirnos rápidamente de las cuatro esquinas de la tierra en nuestra Tierra. Bendito eres Tú, Dios, que reúnes a los dispersos de Su pueblo Israel". ¿Qué es el "gran shofar" al que se refiere la plegaria?

Creo que este "gran shofar" está compuesto de todos los pequeños shofarot de nuestra historia, desde España, Auschwitz, Jerusalem y cada sinagoga del mundo, todos serán unidos en el "gran shofar" que, en las palabras de la Biblia, "proclamará la libertad por toda la tierra para todos sus habitantes".


Notas:

  1. Tekiá es el sonido largo; shevarim, tres sonidos breves; truá, nueve sonidos breves.
  2. Eliahu Kitov, Nosotros en el tiempo, Editorial Lubavitch Sudamericana
  3. Plural de tekiá
  4. No alemanes, judíos y no judíos que eran guardias de los campos
  5. Rav Tzvi Hirsch Meisels ztz"l, Introducción a Responsa Mekadsheu Hashem (capítulos 5-8)
  6. Incluido en el CD-ROM en hebreo de prefacios rabínicos, Mijlalá, Jerusalem, Esther Farbstein
  7. Moshé Halevi Segal, Dor VeDor, Maarachot Publishing, 1985. Zeev Golan, Shofars of Rebellion, Majon Jaboitinsky, 2006
  8. Reporte de Iosi Ronen, Emisión radial de Gaalei Tzahal, Archivos de Estudio de Grabación Avi Yaffe, Jerusalem.
Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.