Hitler y los Documentos de Boxheim

11/01/2024

4 min de lectura

En 1931, los Documentos de Boxheim revelaron cómo los nazis eran una organización terrorista que usaría la defensa de Alemania como una excusa para la violencia.

A menudo se describe a Hitler como un maníaco que gritaba y golpeaba con el puño de la noche a la mañana. Pero en verdad mostró diferentes facetas, especialmente durante su ascenso al poder. Ansioso por conseguir el apoyo de los conservadores alemanes y de las elites adineradas, Hitler intentó negar la imagen de los nazis como pandilleros violentos. Él deseaba creer y mantener una ilusión (por lo menos temporariamente) respecto a que el nacional socialismo era un partido político pacífico, apegado a las leyes.

Esta ilusión casi fue destrozada por los Documentos de Boxheim.

Werner Best

Durante el verano de 1931, Werner Best, un influyente abogado nazi de Hesse, escribió los Documentos de Boxheim. (Él y sus asociados se reunieron en una casa llamada Boxheimerhof). Los Documentos de Boxheim presentaban los planes para el evento hipotético de que los nazis arrebataran el poder a un gobierno comunista:

  1. Todo el poder iría a las SA (un grupo paramilitar nazi)
  2. Cualquiera que se opusiera, incluyendo a los funcionarios públicos que se negaran a seguir las órdenes de las SA, sería fusilado sin juicio previo.
  3. La propiedad privada sería "inmovilizada" hasta nuevo aviso
  4. El alimento se distribuiría a través de un sistema de racionamiento sólo para los arios. A los judíos se los dejaría "morir de hambre".

La policía encontró los Documentos de Boxheim y los periódicos alemanes los publicaron en noviembre de 1931.

A continuación hubo protestas generalizadas.

Para muchos alemanes, los Documentos de Boxheim probaban que los nazis eran una organización terrorista que usaría la defensa de Alemania como una excusa para la violencia. Un periódico socialdemócrata escribió: "Para ellos, el deseo de poder es sinónimo del deseo de asesinar". El trato que proponían para los judíos era inhumano; la sección sobre la "inmovilización" de la propiedad aterró a los alemanes adinerados que Hitler estaba desesperado por complacer.

Furioso, Hitler se distanció de inmediato de los Documentos de Boxheim. Durante una entrevista con la prensa extranjera, Hitler dijo: "Un partido con quince millones de seguidores no necesita hacer movimientos ilegales". Los nazis del más alto rango quitaron importancia a los documentos diciendo que eran falsificaciones y declararon que Werner Best no tenía ninguna conexión con el liderazgo nazi.

Aunque Best argumentó que su plan sólo se pondría en acción si los comunistas tomaban el poder de Hesse, la policía llevó el asunto ante el fiscal general, que se negó a procesarlo por traición. Los Documentos de Boxheim "...no estaban dirigidos contra ningún gobierno que ocupe un cargo en la actualidad y, por lo tanto, no es motivo para presentar cargos por alta traición".

La indignación inicial fue disminuyendo. La violencia, el antisemitismo y los asesinatos se estaban convirtiendo en la norma en una Alemania acosada por la pobreza, el desempleo y la agitación.

La indignación inicial fue disminuyendo. La violencia, el antisemitismo y los asesinatos se estaban convirtiendo en la norma en una Alemania acosada por la pobreza, el desempleo y la agitación. Los alemanes habían perdido la confianza en las instituciones que antes respetaban, y eran habituales los discursos y los escritos escandalosos. Los periódicos comenzaron a decir que sólo los nacionalsocialistas podían salvar a Alemania de la emergente amenaza comunista. Algunos alemanes estaban abiertamente de acuerdo con el dogma nazi, en particular con el antisemitismo. Otros alemanes ignoraron los Documentos de Boxheim. Ellos culparon a un grupo "marginal" de nazis de Hesse. Los Documentos de Boxheim no reflejaban las verdaderas creencias nazis.

Durante las elecciones presidenciales de 1932, Hitler obtuvo un tercio de los votos.

El mal no ocurre por accidente. Los hombres envían sondas que echan raíces y florecen debido a su agenda, su ceguera voluntaria y su negativa o desgana a ver la verdad. Para luchar contra el mal primero debemos reconocerlo. El mal puede usar muchos disfraces.

El mal puede deslizarse como una serpiente y esconderse entre la hierba alta mientras espera para atacar. Pero a veces, como ocurrió con los Documentos de Boxheim, el mal grita su existencia a los cuatro vientos. Y como el silencio a menudo se interpreta como consentimiento, debemos hacer más que dar la espalda. Debemos detener el mal de raíz y alegar ignorancia no es excusa. Como dice en Proverbios: "Si dices: He aquí, no lo supimos. ¿Acaso no lo entenderá el que sopesa los corazones?" (Proverbios 24:11).

Werner Best siendo juzgado en Núremberg

A pesar de que en un primer momento lo amordazaron, Werner Best ascendió alto en el partido nazi. Más tarde los nazis se vengaron de quienes hicieron públicos los Documentos de Boxheim.

Los documentos fueron una de las muchas oportunidades desperdiciadas de enfrentar y aplastar el mal nazi. Aunque algunos alemanes reconocieron instantáneamente la verdad, muchos consideraron que esos mismos documentos eran una aberración. Esas fueron las mismas personas que más tarde declararon que fue imposible prever las profundidades del mal nazi. Habían sido "engañados".

No etiquetes el extremismo y la violencia como tonterías o errores. Cuando alguien dice quién es, créelo.

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