La increíble historia de un árabe musulmán que se convirtió al judaísmo

06/03/2024

10 min de lectura

Después de su traumática infancia en Yafo, Israel, la búsqueda espiritual de Timor David lo llevó al judaísmo. Hoy es un feroz activista en defensa de Israel y dice las verdades que nadie quiere escuchar.

Timor David Aklin creció en una familia musulmana religiosa en su pueblo natal, Yafo. "Mis abuelas usaban hiyab, mi madre usa hiyab, ayunábamos cada Ramadán y asistíamos a las ceremonias festivas en la mezquita".

Había sólo un judío en ese barrio árabe, una anciana sobreviviente del Holocausto llamada Leá. "Ella usaba anteojos masivos, y caminaba lentamente con un bastón", recordó Timor David en una entrevista exclusiva con Aishlatino.com. "Cuando tenía seis años, los niños me dijeron que fuera a molestarla, y eso fue lo que hice. Me acerqué a ella, levanté una aceituna que había caído de un árbol cercano pero no supe adónde apuntarle. Me detuve y la observé un momento. Entonces ella lentamente levantó su bolso y con el dedo me hizo una señal: 'ven aquí'.

"Me acerqué a ella con la aceituna oculta en mi mano. Ella sacó una barra de chocolate y me dijo en un hebreo con mucho acento: 'Si esos niños te envían de nuevo, diles que yo reparto chocolate'. Ella sabía que yo era un niño tímido y callado, así que continué acercándome a ella, y eventualmente se estableció una rutina en la que cada día me acercaba a ella y me daba una barra de chocolate". Estas interacciones con Leá, que continuaron durante un par de años hasta que ella falleció, se encuentran entre los recuerdos más preciados de la infancia de Timor David. "Pienso en eso a menudo. Ella era una persona increíble".

El resto de los recuerdos de infancia de Timor David no son tan rosados. "Es difícil encontrar cosas positivas sobre mi pasado".

"Los incidentes violentos y la hipocresía de los musulmanes entre ellos en mi área me llevó a cuestionar las cosas". De niño, Timor David vio a un hombre colgado de una cuerda, también fue testigo de cómo arrojaban a un hombre desde un segundo piso, y estuvo presnete en muchos enfrentamientos armados.

"Recuerdo haber visto un grupo de terroristas con aspecto de mafiosos, armados de pies a cabeza. Se veían extremadamente sospechosos. Me escondí en el sótano de mi abuela porque estaba muy traumatizado por la imagen. Mi tío subió al tejado, que compartía una escalera con el sótano, escuché que apuntaba su arma al cielo y disparaba. Algunos días o semanas más tarde (el recuerdo es muy confuso porque fue hace demasiado tiempo), él y varios otros fueron arrestados durante algunos años. Antes de su arresto, nos reunió a los niños (alrededor de una docena o más, porque tengo muchos primos), para contarnos la historia de tres monos sabios. Si alguien, sin ninguna excepción, nos hacía una pregunta, teníamos que cubrirnos las orejas y cerrar los ojos y la boca. Esa fue mi infancia. Y no fue un caso aislado, sino algo que se repetía año tras año".

Un viernes del verano del 2001, cuando tenía 7 años, su familia y amigos estaban compartiendo un asado en la playa. El lugar que habían elegido estaba justo en frente a la discoteca Dolphinarium. Timor David estaba jugando a las escondidas con sus amigos cuando "de repente escuché explosiones y vi gente gritando, sin saber qué estaba pasando, y literalmente cayendo de rodillas". Un terrorista suicida se había hecho estallar, matando a 21 israelíes, la mayoría de ellos adolescentes.

Si bien a Timor David esa experiencia le resultó traumática, su familia no expresó la mínima tristeza por todas las muertes. "Fue la misma reacción que tuvieron ese mismo año el 11 de setiembre. Ese día yo estaba en la escuela y hubo una celebración. Era algo de lo que había que alegrarse".

Debido a los muchos incidentes violentos que Timor David presenció de niño, sufría de terrores nocturnos. "Son como pesadillas, pero peores. Durante muchos años, los terrores nocturnos arruinaron mi salud, mis hábitos de sueño y mi rutina diaria. Vivía en paranoia y no tenía con quién hablar de eso. Pienso que esos fueron los años más solitarios de mi vida. Ni siquiera sabía cómo acercarme a la gente. No sé por qué, pero durante esa época empecé a afeitarme toda la cabeza como una forma de enfrentar esos traumas. Me despertaba en medio de la noche después de soñar con cadáveres en mi habitación y de ver decenas de miembros humanos tratando de abrir la ventana. Me levantaba y comenzaba a arrancarme el cabello, hasta que corría al baño y me afeitaba completamente la cabeza y el rostro. No sé por qué pensaba que eso me iba a ayudar, pero así era cada día".

El momento en que supo que algo tenía que cambiar fue cuando vio a su amado y temido trío maldecir a Dios en voz alta mientras amenazaba con matar a un electricista que él pensaba que no estaba haciendo correctamente su trabajo. "Pensé: me he acostumbrado a que la vida humana tiene poco valor… ¿pero ahora tampoco Dios vale nada? Toda mi vida es una mentira, contradicciones, hipocresía e infinita crueldad. ¿Para qué vivimos? ¿Qué sentido tiene todo esto?".

La búsqueda

A los 17 años, Timor David partió de Israel y viajó por el mundo, embarcándose también en una travesía espiritual. "Quería entender quién era y qué estaba haciendo".

Timor David siempre creyó en Dios, "aunque hubo momentos en los que hubo cierta distancia entre nosotros". Estudió diferentes religiones, y también historia. "Estaba buscando respuestas". No buscaba convertirse a otra religión. Simplemente buscaba la verdad.

La travesía de Timor David hacia el judaísmo comenzó con libros. "Antes de convertirme al judaísmo, yo no estuve tan expuesto al pueblo judío como a la literatura y la historia judía". Creciendo en Israel, Timor David tuvo contacto con la Biblia judía, el Tanaj, en la escuela primaria. De adulto, descubrió que admiraba a los profetas y sabios judíos. "Quería ser como ellos. Los veía como mis modelos a seguir".

Entre los héroes de Timor David estaba Maimónides, quien vivió en una sociedad musulmana y escribió libros y cartas en árabe. "A nivel personal, es alguien a quien admiro mucho".

Otro héroe es el bíblico Iosef, de quien Timor David "se enamoró al leer su historia. Es muy conmovedora y emotiva. Me emociona pensar en eso. Yo buscaba un propósito en mi vida. Buscaba mi alma, y la encontré. Eso fue una combinación de muchas cosas, pero pienso que puedo decir con certeza que muchos judíos me inspiraron, personas modernas, desde artistas a científicos, cineastas, escritores, sabios, profetas y personajes bíblicos".

Mientras más Timor David aprendía sobre el judaísmo, más se veía atraído a él, como un imán.

La conversión

Cuando Timor David fue al Rabinato en Israel para comenzar el proceso de conversión, se encontró con "tres jueces sentados en al corte. Uno fue muy negativo. Me dijo: '¿Por qué estás aquí? No necesitas estar aquí. No debes convertirte. Vete'. El segundo fue un poco más neutral y más investigativo, formulando preguntas y tratando de ser más amable. El tercero me dio más apoyo. Después de oír mi historia, él me dijo: "Al mirarte, no puedo evitar pensar en Iosef. A pesar de todas sus pruebas y tribulaciones, Iosef encontró una voz y una forma de marcar una diferencia. Siento que hay algo parecido contigo. Tengo la sensación de que tú también puedes llegar a cambiar el mundo". Yo me largué a llorar.

Los tres años siguientes de preparación para la conversión estuvieron repletos de muchas emociones, incluyendo un miedo tremendo. "Había visto a mi familia hacer cosas horribles a otras personas, desde abuso y tortura hasta ejecutar a sus enemigos". Timor David sabía que al convertirse al judaísmo ponía en peligro su vida.

También le preocupaba cómo lo recibiría la comunidad judía. "Sabía que estaba volviendo a casa. Sabía que eso era lo que yo era. Pero incluso al volver a casa, a veces cuando llamas a la puerta, sigues sintiendo que eres un extraño. Nadie te reconoce. Tú sabes quién eres, pero no estás en los recuerdos de nadie. Nadie sabe quién eres. Las personas sospechan, temen, y tienen razones para eso. Nunca me sentí molesto de que la gente piense que soy extraño. Si yo fuera ellos, me sería muy difícil tratar de aceptarme…"

En su búsqueda de la verdad, Timor David no dejó que sus miedos lo detuvieran. "Me dije a mí mismo que era un pacto que estaba haciendo con Dios. No esperaba que nadie me aceptara",

Poco después de su conversión, las sinagogas a las que Timor David asistió no fueron demasiado acogedoras. "No dejé que eso me afectara. Me dije a mí mismo: Tienes que aceptarte a ti mismo, y luego seguirá lo demás. Aquellos que te acepten serán los que te acepten por lo que eres, no a pesar de lo que eres. No lo había hecho para ser aceptado. No necesitaba que nadie me validara. Lo había hecho por mí mismo. Sabía que eventualmente las cosas cambiarían".

Cinco años después de su conversión, Timor David no se arrepiente. Ha asistido a diferentes sinagogas, interactuado con muchas clases de judíos, y los ama a todos. Estudió para la conversión con dos mentores ashkenazíes y un maestro marroquí. Por su cuenta, estudió la tradición yemenita, conoció judíos yemenitas, y eligió su camino para la práctica. Después de convertirse, comenzó a asistir a una sinagoga jasídica para estar cerca de su Rabino. "Tengo un poco de cada cosa, y siempre disfruto de eso porque siento que todos se complementan mutuamente. Cada persona brinda su propio aporte".

También recibió algunas amenazas a su vida. Una vez se encontró con su temido tío que manejaba por una calle. El tío detuvo el auto, salió y le dijo a Timor David en términos muy claros que todo el que abandona el islam debe morir y que "ellos" irían amatarlo al día siguiente. "Nunca me tomé la molestia de preguntarle quiénes eran 'ellos', si la familia o musulmanes de la comunidad. Simplemente no me importó", afirma Timor David.

"Hace un año, un par de personas trataron de apuñalarme en la entrada de mi casa. Siempre tengo esta nube oscura que me sigue a todas partes. Es una constante".

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Defender a Israel

Pero Timor-Davis se niega a ocultarse. Siente que con su singular origen, puede hacer una contribución significativa al pueblo judío y al estado de Israel. Tiene su propio canal de YouTube, y a menudo aparece en diversos medios de comunicación y podcasts, explicando la situación actual en Israel.

"Cuando comencé, mi meta era exponer la corrupción árabe y dar una mejor exposición general del islam. Decir genuinamente la verdad. El público al que me dirigía eran los judíos, pero parece que sólo los judíos de derecha me seguían al comienzo. Comprendí que mi mensaje no era demasiado atractivo para todos los judíos, así que hice algunos ajustes y descubrí que la forma de llegar a la gente era compartiendo mi historia, enfocarme en las cosas positivas que como nación tenemos para ofrecer, pero sin alejarme de la verdad. Como la cueva de Platón, la exposición a la verdad debe ser gradual, no todo de una vez. Hoy parece que mi mensaje está encontrando su camino también a los no judíos, dado que la mayoría del feedback negativo llega de musulmanes y simpatizantes pro-palestinos".

No ha sido fácil. "Dados mis antecedentes, mi etnia y la historia de mi vida, pensé que iba a tener una capa de inmunidad y que podría decir lo que tengo en mi mente. Pero no todos quieren escuchar mi verdad porque eso no encuadra en la agenda de los medios de comunicación".

Un odio antiguo

"Desde los 17 años he estado viajando por el mundo. Estuve en 26 países. He experimentado antisemitismo en lugares donde uno no lo hubiera esperado. Prácticamente en todos los países puedes ver o sentir algunos rasgos antisemitas", asegura.

Timor David explica que el odio de los árabes a los judíos es "un odio muy antiguo". Tiene miles de años, y no comenzó con el islam. "Por supuesto, el islam lo reforzó, pero incluso antes, cuando Mahoma era perseguido por los árabes por traer una nueva religión y destruir la idolatría pagana, lo acusaban de robar de los judíos. '¡Deja de tratar de vendernos estos asuntos judíos! ¡Deja de tratar de hacernos judíos!'".

Una vez que el islam fue aceptado por el mundo árabe, su antisemitismo comenzó a expresarse en la persecución y la humillación de los judíos. Por ejemplo, los primeros musulmanes instituyeron una "prohibición de que los judíos cabalgaran sobre caballos, porque un caballo es un animal noble y majestuoso. Los judíos sólo podían montar asnos, porque eso era más adecuado a su estatus", explica Timor David.

"Los árabes vivían pacíficamente al lado de los judíos, pero eso se debe a que los judíos no eran fuertes. Mientras un judío es débil de acuerdo con los estándares islámicos, siempre y cuando esté por debajo del musulmán, que es superior al judío, entonces puedes vivir con él en paz".

Timor David cita el Corán y otros textos musulmanes que discuten explícitamente sobre la destrucción de judíos y cristianos. Por ejemplo, el Corán (9:30) dice: "los judíos dicen: 'Ezra es el hijo de Alá'; y los cristianos dicen: 'El Mesías es el hijo de Alá'; estas son las palabras de sus bocas; ellos imitan la afirmación de quienes no creyeron antes que ellos. ¡Que Alá los maldiga! ¡Qué lejos se han desviado!".

Otros textos alientan explícitamente a asesinar a los judíos, por ejemplo, Sahih Bukhari (52:177): "El apóstol de Alá dijo: 'La hora no será establecida hasta que luchen con low judíos, y la piedra detrás de la cual se esconda el judío dirá: '¡Oh musulmán! ¿Hay un judío escondiéndose detrás de mí, mátalo!'".

En Tabari 7:97: La mañana después del asesinato de Ashraf, el Profeta declaró: "Mata a cualquier judío que caiga bajo tu poder". Timor David explica: "Ashraf era un poeta, asesinado por los hombres de Mahoma porque insultó al islam. Aquí, Mahoma amplía el alcance de su orden de matar. Entonces un empresario judío inocente fue asesinado por su socio musulmán simplemente por no ser musulmán".

El 7 de octubre no fue algo único

Si bien la mayor parte del mundo judío se sorprendió por el alcance de la crueldad de los terroristas el 7 de octubre, Timor David dice que masacres similares se produjeron en la década de 1930 durante el Mandato Británico, así como en los países musulmanes a lo largo de la historia.

Timor David dice que en los días de Mahoma, "Los judíos Qurayza fueron completamente aniquilados sólo cinco años después de que Mahoma llegara a Medina. Su líder optó por mantenerse neutral cuando su ciudad fue asediada por un ejército de Meca que había sido enviado a vengarse de las incursiones de las caravanas mortales de Mahoma. La tribu no mató a nadie de ningún lado e incluso se rindió pacíficamente a Mahoma después de que los defensores de la Meca retrocedieran. Sin embargo, el profeta del islam ordenó que todos los varones de la tribu Qurayza fueran decapitados y todas las mujeres y los niños fueron esclavizados, incluso él mismo violó a uno de los cautivos (a lo que los apologistas musulmanes podrían referirse como 'matrimonio el mismo día').

Timor David no se sorprendió por el ataque del 7 de octubre. "Lo veía venir hace mucho", asegura. Lo que no imaginó fue el grado de éxito que pudieron alcanzar los terroristas de Hamás.

El día del ataque, Timor David estaba en Netivot, al sur. "Las explosiones durante todo el día fueron masivas. Los misiles caían frente a mis ojos. Un misil cayó detrás de mi auto. ¡Fue una locura! Ese día, Israel no cumplió con su deber de defendernos".

Él espera que esta guerra lleve a la destrucción completa de Hamás y de otros enemigos de Israel, para que los ciudadanos israelíes pueden vivir en paz en el norte, en el sur, y en todas partes del país.


Puedes encontrar a Timor David en Instagram https://www.instagram.com/timoraklin/.

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