Los 'sí' y los 'no' del matrimonio

19/02/2024

3 min de lectura

Más consejos sobre matrimonio que, lamentablemente, aprendí a los golpes.

El matrimonio requiere atención, nutrición y devoción. Aquí hay algunos elementos claves que me han ayudado a crear una base sólida con mi esposo.

1. Nunca dejen de salir en citas

Imagina que tu amiga se compromete y te envía una fotografía en la que ambos están radiantes de alegría.

En la fiesta de compromiso, ella se sonroja y te dice emocionada: “¡Él es simplemente maravilloso! ¡Pagará la renta siempre a tiempo! También la cuota de la colegiatura la pagará mensualmente. ¡Llevará el auto al taller cuando sea necesario y llamará a alguien para reparar lo que haga falta!".

Simultáneamente, él comenta con sus amigos: “¡Soy un hombre muy afortunado! Sé que cuando tengamos hijos, ella encontrará el mejor pediatra y no habrá una madre más organizada para llevar a los niños a la escuela. Su capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo es increíble y será muy buena limpiando la casa”.

Nadie describiría a su futura pareja de esta manera. Sin embargo, después de estar casados por cierto tiempo, esta descripción no es tan loca.

No te casaste con tu pareja por lo que él o ella puede lograr en un periodo de 24 horas. Te enamoraste de su profundidad y de su belleza interna. Pero la rutina y las tareas mundanas pueden convertirse en el foco, empujando la relación hacia un costado.

Mantener citas estructuradas y tener tiempo a solas puede ayudar a combatir este fenómeno.

Gary Neuman, famoso autor y terapeuta matrimonial, sugiere algunas reglas con respecto a las noches de citas (1).

  1. No hablen sobre finanzas o sobre los hijos.
  2. No salgan sólo a cenar.

Cada cita necesita variedad. En un reciente charla TED, la experta en relaciones Esther Perel compartió que la variedad y la sorpresa tienen máxima importancia para mantener vivas las llamas de la pasión en nuestra relación más íntima.

Neuman afirma que la respuesta generalizada que recibe de las parejas es: “¿De qué más podemos hablar, si no es de los niños o de dinero?”.

Antes de casarse, tenían muchos temas para conversar. Los niños eventualmente se irán de la casa, así que es vital nutrir la relación con tu pareja.

Crear tiempo a solas para la pareja es la cosa más importante que puedes hacer para sentirte feliz y avivar las brasas del amor que alguna vez estuvieron encendidas. Cuando llega el momento establecido, pónganse de acuerdo para dejar de lado sus teléfonos celulares y enfocarse el uno en el otro (2).

2. Controla tu estrés

Una noche, finalmente había acostado a los niños y la casa estaba tranquila después de un día agitado. A los diez minutos de mi silenciosa calma, mi esposo entró a la casa en medio de una estresante llamada telefónica.

La energía en la casa cambió instantáneamente. Fui testigo ocular de lo que el estrés de otro le hizo a mi sensación interna de calma. Aunque no fue tan drástico o transcendental, el momento me abrió los ojos. Comprendí que cuando yo estoy estresada y excesivamente ocupada, eso no sólo afecta mi día, sino el día de toda mi familia. Como madre y esposa, mi actitud, mis niveles de estrés y mi tono de voz pueden influir a todo un grupo de personas, para bien o para mal.

Aproveché esa chispa de inspiración y resolví reducir tareas y delegar para que mi estrés interno no se apodere de las vibraciones de nuestro hogar.

La energía nunca desaparece; simplemente se transfiere. Si la energía de una persona en la casa comienza a deteriorarse, otros miembros de la familia la absorben. El estrés nos afecta a todos.

Si tu rostro se ve infeliz, quienes te rodean absorberán esa negatividad. Estar estresado no es atractivo. Nos agota y nos impide vivir la mejor vida que podemos tener.

Es importante manejar nuestro estrés interno para poder disfrutar el tiempo que pasamos junto a nuestra familia. Podemos controlar el estrés reduciendo tareas, delegando y encontrando formas de expresión sanas para el estrés, por ejemplo hacer ejercicio, meditación o música.

3. Escucha genuinamente

En la cena, cada uno de mis hijos tiene tanto para contar que les resulta difícil esperar su turno para empezar a hablar. Me doy cuenta que cuando un niño habla, el resto simplemente está esperando sin soltar el aliento para no olvidarse de lo que me quieren contar.

Escuchar es una habilidad y a los niños les toma tiempo hasta que llegan a dominar el proceso de no sólo tener en mente sus pensamientos si no realmente interesarse en lo que otras personas quieren compartir.

Algunas personas nunca logran convertirse en verdaderos oyentes. Repetir frases en tus propias palabras te ayuda a entender y ayuda a la otra persona a saber que la entiendes.

Cuando la conversación tiene carga emocional, a veces la tensión puede disolverse solamente permitiendo que el otro se sienta escuchado.

Escuchar, no hablar, y reflejar lo que escuchamos es la base de la comunicación. Aprende a usarla y obtén los beneficios.


Notas:

  1. https://aish.com/shrinks-on-the-street-date-night-for-married-couples/
  2. Connect to Love: The Keys to Transforming Your Relationship, Neuman, Gary M., pág 46-47
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