Lo que nadie te cuenta del primer año de matrimonio

En realidad, es mentira. La gente sí menciona que al comienzo el matrimonio es difícil. Te advierten sobre la transición. Mencionan cuidadosamente que las cosas pueden ser difíciles mientras se aprende a navegar juntos por la vida.

Pero tu mente de mujer comprometida no tiene interés en esa información. Después de todo, eso es para esas personas. Pero… ¿tú y tu pareja? ¡Ustedes son una pareja hecha en el cielo! Sientes lástima por ellos, los escuchas con compasión, pero tú nunca necesitarás esa información.

Entonces pasan días o meses, y llega la primera pelea. La primera vez que él hace algo y sientes…  ¿es posible? ¿Asco? ¡Ay!

Ahí es cuando resurgen en tu memoria esas suaves insinuaciones. "¿A esto se referían? ¿También para nosotros será difícil?".

Estar recién casados es difícil. Decir que es "un camino lleno de baches" es un lindo eufemismo. Y no ayuda para nada el hecho de pasar de la emoción de la boda y de convertirte en un Sr. o Sra. (lo cual, por cierto, está acompañado por una verdadera mezcla de hormonas de enamoramiento) a estrellarte contra la realidad al momento siguiente.

Si aún no estás casado/a, probablemente piensas en este momento: "pobre mujer". Si estás casado/a, es probable que asientas y sonrías.

Yo crecí en Orlando, Florida. No sólo casi toda mi familia trabajaba en Disney, sino que amábamos Disney. Conocíamos TODAS las canciones y TODAS las películas. Digamos que "vivieron felices para siempre" no me preparó para esto.

Pero el judaísmo sí.

No solo era una recién casada, también estaba empezando a aprender sobre judaísmo. Mientras navegábamos por las leyes para mantener una cocina kósher y construir un hogar observante, también aprendimos sobre algo llamado Shaná Rishoná, que significa literalmente 'el primer año'. Resulta que el judaísmo tiene algunas ideas sobre estar recién casados, y no se parecen en nada a lo que aprendí de Disney.

Según la ley judía, a un hombre recién casado no se le permite ser reclutado en el ejército.

Tampoco debe viajar fuera de la ciudad a menos que tenga el permiso de su esposa.

¿Por qué? "Para dar felicidad a la mujer con quien se ha casado" (Deuteronomio 24:5).

Un momento. ¿Quiere decir que pueden quedarse en casa y festejar?

No, es más profundo que eso.

Nuestros sabios enseñan que lleva por lo menos un año hasta que la pareja se siente sólida. Se necesita invertir al menos un año para que el "edificio" de un matrimonio que aparentemente acaba de surgir se convierta en una nueva realidad, no algo que pueda derrumbarse después de una pelea.

Básicamente, es de esperar que necesitemos trabajar en ello. No se espera que tengamos una transición suave, un tiempo fácil, un "vivieron felices para siempre". Si estar recién casados es difícil, el judaísmo nos dice: lo estás haciendo bien. Por eso el novio no puede ser reclutado y necesita quedarse cerca del hogar; construir el matrimonio es la máxima prioridad.

Retrocediendo un poco, las dificultades iniciales en un matrimonio tienen sentido. Después de todo, la mayoría de los compañeros de cuarto tienen un período de adaptación, y eso sin la idea de que "durará para siempre", lo que agrega un sabor adicional de pánico ante cada falta.

Imagina a una estudiante que ingresa a la facultad de medicina y a quien nadie le ha mencionado que será difícil. Ella esperaba pasar los exámenes sin problemas, descansar lo suficiente y que su horario se acomodara fácilmente. Qué gran perjuicio es no advertirle que la escuela de medicina será difícil. Y ella estará dispuesta a hacer todo ese esfuerzo porque eso es lo que hace falta para llegar a ser una doctora fantástica.

Construir tu matrimonio puede ser difícil. Requiere trabajo llegar a entender la dinámica, mejorar la comunicación y aprender a navegar toda la vida juntos. Pero al final del día, las dificultades no son una señal de que algo salió mal. El período de recién casados es un "campo de entrenamiento" perfectamente diseñado para convertirte a ti y a tu cónyuge en la pareja que se amará y apoyará mutuamente durante muchas décadas por venir.