Reconsiderando la forma típica de preparar el gefilte fish

29/03/2023

4 min de lectura

Una receta de gefilte fish tropical que le da un giro al tradicional platillo judío.

El gefilte fish es una de esas comidas que las personas aman o odian. A quienes no les gusta el gefilte fish lo ven como un obstáculo que tienen que sobrepasar para comenzar a disfrutar los platillos de Pésaj tradicionalmente más sabrosos como la sopa de bolitas de matzá, la carne y el kúgel.

Pero para aquellos que lo aman, nada se compara con el gefilte fish. Al mencionarles a mis amigos y familiares que había empezado a experimentar con nuevas variaciones del platillo original, me confrontaron con una variedad de memes, algunos que incluso llegaban al punto de apoyar la hipótesis de que el gefilte fish es la causa predominante para momentos históricos de revuelta política. Aunque no estoy tan segura de esa segunda parte, este platillo de pescado tiene una rica historia y un sin fin de preparaciones posibles.

Promocionado principalmente como una comida judía ashkenazí, consumida en Pésaj y a menudo para Shabat, la palabra gefilte significa ‘relleno’. La primera receta conocida de gefilte fish fue escrita hace unos 700 años en un libro de cocina alemán no judío, gefuelten hejden (lucio relleno), y era molido, hervido y luego se rellenaba la piel del pez y entonces se asaba. Se servía como un platillo católico para la cuaresma. En algún momento de la Edad Media, el platillo fue adoptado y adaptado por los judíos alemanes y de Europa Oriental bajo el nombre “gefilte fish”. Personas en ciertas partes de Europa lo prepararon dulce, debido a la disponibilidad de betarraga (betabel, remolacha), mientras que en otras áreas se utilizaba pimienta para sazonar. Eventualmente el proceso se optimizó y las personas dejaron de rellenarlo, sin embargo, siguieron hirviéndolo y agregaron rellenos como harina de matzá y huevos para unir las croquetas.

Cuando el tiempo se hizo aún más escaso alrededor de la Segunda Guerra Mundial, el gefilte fish fue comercializado y vendido en latas y frascos, como lo encontramos en algunas tiendas hoy en día. Yo no soy muy aficionada de ese tipo de variedades. Siendo honesta, pescado no refrigerado flotando en un líquido dudoso me da nervios. Sin embargo, el gefilte fish preparado puede comprarse también congelado en una barra grande, siendo fácil agregarle cualquier tipo de condimento o salsa que escojas. Muchas personas aman este método y yo lo prepararía así si pudiera.

Pero vivo en una ciudad donde el gefilte fish congelado no está disponible. ¡La buena noticia es que tenemos acceso a pescado fresco en abundancia! Así que, lo preparo yo, con peces locales ecológicamente pescados, los cuales muelo en un procesador de alimentos. Uso lo que sea que esté disponible en el mercado. He preparado esta receta con mero, huachinango y lenguado. Cualquier pescado blanco funcionará. Corto el pescado deshuesado en trozos más pequeños y lo muelo en mi pequeño procesador de alimentos hasta que esté muy suave. Me gusta agregar perejil fresco y cebolla dulce cruda cuando lo muelo ya que esto baja el olor fuerte a pescado, pero cualquier hierba fresca y cebolla logran el mismo resultado.

Recientemente decidí ponerme aventurera y decorar con salsa de mango, ya que queda bien con el pescado. El sabor, la acidez y la dulzura proveen un buen sustituto para el tradicional rábano picante y le dan al platillo una presentación colorida, tropical y moderna. La dulzura compensa el sabor ya que yo no le agrego azúcar a mi gefilte fish.

Cuando los mangos están en temporada preparo la salsa yo misma con jugo de un limón y una lima, un jalapeño picado, un mango en cubos, un puñado de cilantro picado, sal y pimienta a gusto. Cuando no están en temporada o si estoy apurada, utilizo salsa de mango del supermercado.

Pruébalo. Podrías encontrar que incluso quienes odian el gefilte fish a tu alrededor van a estar agradablemente sorprendidos con esta versión actualizada del clásico.

GEFILTE FISH TROPICAL

Ingredientes para el pescado:

  • ½ kilo de pescado blanco molido (carpa o lucio tradicionalmente, pero yo utilizo cualquier tipo de pescado fresco local)
  • ½ cebolla dulce (picada)
  • ½ taza de perejil fresco (picado)
  • 1 cucharada de pimienta negra molida
  • 1 cucharada de sal gruesa
  • 1 cucharada de ajo en polvo
  • 1 taza de harina de matzá (aproximadamente)
  • 2 huevos

Ingredientes para el caldo:

  • 12 tazas (3 litros) de agua
  • 1 cucharada de pimienta negra molida
  • 1 cucharada de sal gruesa
  • ½ cebolla (cortada en cuatro)
  • 2 hojas de laurel

Para decorar:

  • Un chorro de limón sobre cada croqueta
  • 1 cucharada de salsa de mango por croqueta

Instrucciones:

  1. Poner el pescado, la cebolla y el perejil en un procesador de alimentos y moler hasta que esté suave.
  2. Poner en un bol grande, agregar sal, pimienta, ajo en polvo, los huevos y la harina de matzá. Mezclar bien con las manos.
  3. Formar 10-12 croquetas ovaladas.
  4. Poner el agua junto a pimienta, sal, cebolla y hojas de laurel en una olla y llevar a hervor.
  5. Agregar las croquetas de pescado y cocinar tapado, pero permitiendo que el vapor escape, por una hora.
  6. Poner las croquetas en un plato y refrigerar hasta servir.

Servir cada croquetas con un chorrito de jugo de limón y con una cucharada de salsa de mango.

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