Un antisemita nos ofrece el mejor consejo contra el antisemitismo

21/02/2024

5 min de lectura

Los grandes judíos son aquellos que no se preocupan por el antisemitismo, sino que mejoran su judaísmo constantemente.

Cuando nosotros los judíos escuchamos el nombre Henry Ford, muchos de nosotros pensamos: “antisemita”. 

Pero Ford también fue un exitoso hombre de negocios y un innovador pionero que dijo algo que todos nosotros como judíos deberíamos aprender y aplicar:

“El competidor que debes temer es aquel que nunca está preocupado por ti, sino que continúa mejorando su negocio constantemente”.

Ford estaba ofreciendo su consejo desde una visión de espíritu emprendedor, pero también puede ser beneficioso aplicar este concepto dentro del marco de la lucha contra el antisemitismo.

Algo así:

“Los grandes judíos son aquellos que no se preocupan por el antisemitismo, sino que mejoran su judaísmo constantemente”.

Aquí hay cuatro formas para lograrlo:

1. Afilar tu lápiz judío

La amplia y caritativa definición del filósofo Israeli Yirmiyahu Yovel de un judío es: “estar personalmente preocupado por la pregunta de ser judío”.

La implicancia aquí es una de acción, de hacer, de seguir aprendiendo sobre el judaísmo y sobre ser judío. A esto me refiero con “afilar tu lápiz judío”.

Mientras más aprendo sobre el judaísmo, más entiendo que la complejidad judía es histórica, geográfica y materialmente profunda. Aunque muchas personas intentan simplificar el judaísmo poniéndolo en algún tipo de caja, yo continuamente me encuentro con cuan vasto es el tesoro judío.

Si estás interesado en religión y espiritualidad, historia, sabiduría y filosofía, cultura y estilo de vida, personas y sociedad o una combinación de lo anterior, ¡el judaísmo tiene montones de madrigueras para investigar!

2. Ser un buen ancestro judío

En el Talmud hay una historia sobre Joni, el dibujante de círculos, que vio a un hombre plantando un algarrobo y le preguntó cuánto tardaba en dar frutos. “Setenta años”, respondió el hombre, a lo cual Joni preguntó en voz alta, “¿Estás seguro de que vivirás otros 70 años?”.

El hombre pensó en la pregunta de Joni y luego dijo, “Yo encontré algarrobos en este mundo plantados por mis ancestros, así es que estoy plantando este para mis descendientes”.

Una de nuestras misiones principales como judíos es continuar plantando algarrobos judíos. Hay una palabra Maorí para esto, de acuerdo a Roman Krznaric, autor del libro récord de ventas internacionalmente, The Good Ancestor, la palabra es faka-apa-apa, la idea de que todos somos parte de una gran cadena que llega lejos al pasado y se extiende hacia el futuro (1).

El gran Rav Noaj Weinberg (de bendita memoria) recomienda la siguiente aproximación para ser un buen ancestro judío:

“Si quieres sentir lo que tus ancestros judíos sintieron, estudia un capítulo de Mishná. Esa es la cultura judía en su raíz. La belleza de ella te influirá. Apreciarás la Torá de Sinaí. Entenderás de que se trata realmente el pueblo judío (2).

Otro aspecto de ser un buen ancestro judío, en mi estimación, es estar conscientes de que somos realmente privilegiados de ser judíos en el mundo actual, lo que no significa que el mundo es o alguna vez será perfecto para los judíos, ¡pero todo es relativo!

Los judíos de tan solo unas cuantas generaciones atrás, sin mencionar de siglos anteriores, no fueron tan afortunados como nosotros. Ellos tuvieron que ser judíos escondidos, como una forma de autodefensa, o simplemente se asimilaban, dejando su judaísmo atrás en muchos casos. Hoy, los judíos pueden ser abiertamente judíos y disfrutar vidas integrales.

Por lo tanto, es nuestro deber y nuestra responsabilidad, nutrir este privilegio, para que futuras generaciones de judíos puedan también disfrutarlo, tanto en Israel como en el resto del mundo. La historia judía demuestra que nada está garantizado, sin importar cuán buenas parezcan las cosas en cualquier momento en particular. Como judíos, la tenemos fácil hoy en día porque judíos del pasado no la tuvieron tan fácil. Nuestros placeres y premios son los resultados de sus sacrificios y sufrimientos.

No escribí esto para hacerte sentir mal. Lo escribí como recordatorio de que la prosperidad judía se debe atesorar y preservar.

3. Ganancia para todos

Para establecer relaciones interdependientes efectivas, un próspero mundo judío y relaciones constructivas entre judíos y el resto del mundo, debemos tener una “mentalidad de abundancia”, no una “mentalidad de escasez”. A las personas con “mentalidad de escasez” les resulta difícil reconocer y hacer espacio para otros.

Para alcanzar ganancia para todos, tenemos que enfocarnos en resultados, no en metodologías; en problemas, no en personas. Debemos intentar colaborar, no competir.

Más aún, deberíamos primero buscar entender y después ser entendidos. Antes de ofrecer consejo, sugerir soluciones o interactuar efectivamente con otro judío, deberíamos apuntar a entenderlo profundamente a él y a sus perspectivas a través de escucha empática y activa.

Escuchar empática y activamente requiere un cambio de paradigma, ya que típicamente buscamos primero ser entendidos, no entender. Y muchas personas escuchan con la intención de responder, no de entender. En cualquier momento están hablando o preparándose para hablar.

Los beneficios de escuchar empáticamente son evidentes en el Talmud, a través de Beit Hilel y Beit Shamai, dos escuelas de pensamiento que frecuentemente estaban en desacuerdo sobre la ley judía. Beit Hilel generalmente planteaba posiciones menos severas, mientras que Beit Shamai usualmente sugería posiciones más estrictas. Los dictámenes de Beit Shamai eran igualmente válidos que los de Beit Hilel, sin embargo, con unas cuantas raras excepciones, casi siempre seguimos al segundo. ¿Por qué? Porque los alumnos de Hilel eran amables y humildes y siempre citaban la opinión del otro lado antes que la propia.

Al buscar primero entender, podemos encontrar fuerza, utilidad y sinergia en perspectivas diferentes. Esto nos permitirá descubrir nuevas posibilidades a través de apertura y creatividad, para concordar colectivamente deshacernos de ideas preconcebidas y generar nuevas. Más específicamente, la sinergia nos ayuda con:

  1. Valorar las diferencias de otras personas como una forma de expandir nuestras perspectivas
  2. Esquivar la energía negativa y buscar el bien en los demás
  3. Practicar valentía en situaciones interdependientes siendo abiertos y alentando a otros a ser abiertos
  4. Catalizar la creatividad y encontrar una solución que sea mejor para todos los involucrados.

4. Compartir el judaísmo con el mundo

El judaísmo ciertamente puede sobrevivir (y ha sobrevivido) siendo un tanto aislado. Pero para prosperar en el mundo de hoy —tanto como judíos individuales y como pueblo judío colectivo— tenemos que crear mejores relaciones con nuestros amigos y comunidades no judías.

Si tikún olam (perfeccionar el mundo) es un valor universal judío, entonces parte de este trabajo debe estar orientado hacia arreglar o mejorar las relaciones con nuestros amigos y comunidades no judías.

Creo que la combinación de tecnología, comercio electrónico y otros medios digitales que pronto serán virtuales puede darle a personas alrededor del mundo —tanto judíos como no judíos— acceso sin precedentes al judaísmo, vida judía y cultura, identidad judía e Israel.

Como judío, creo que hacer al judaísmo más accesible al resto del mundo es uno de nuestros propósitos, un sentimiento que Rav Menajem Mendel Schneerson, el Lubavitcher Rebe compartió con un pionero en magnetohidrodinámica ruso-israelí.

“¿Cuál es la cualidad única del sol, que hace a todos considerarlo una bendición?”, Schneerson le preguntó. “Es, por supuesto, su capacidad de iluminar y calentar la tierra. Ahora bien, ¿qué pasaría si el sol tuviera la misma temperatura, la misma energía, pero no irradiara luz y calor? De hecho, hay estrellas así, llamadas agujeros negros, cuya fuerza de atracción es tan fuerte que ni siquiera un rayo de luz puede salir de ellos”.

“Si el sol fuera ese tipo de estrella, ¿quién se beneficiaría entonces?”, continuó Schneerson. “¿Qué uso tendría el sol si fuera un agujero negro? Así también es con el judío cuya función principal es iluminar, irradiar, ser una mejor persona… Sin esto, esa persona se convertiría en un agujero negro, cuando él o ella fue creada para ser un sol”.

Finalmente, mi esperanza es que el judaísmo se convierta en uno de los puntos luminosos del mundo en los corazones y mentes de más y más personas, porque creo que el judaísmo mejora la vida de todas las personas y hace del mundo un mejor lugar.


Notas:

  1. “Introducing The Time Rebels”. Renegade Inc. 22 de enero de 2021. https://renegadeinc.com/introducing-the-time-rebels.
  2. Weinberg, Noaj. “Camino #15: Instrucciones orales para la vida”. www.aishlatino.com. 20 de enero de 2014, https://aishlatino.com/camino-15-instrucciones-orales-para-la-vida/.
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