Bob Marley y la matzá, el sabor de la libertad

Bob Marley fue uno de los artistas más espirituales de su época. Él se sentía orgulloso y cantó sobre el amor, Dios y, lo que es más importante para nuestro tema de Pésaj, la libertad.

En las inmortales palabras de Bob Marley:

Emancípate de la mentalidad de esclavo

Nadie más que tú mismo puede liberar tu mente.

¿No me ayudarás a entonar

Estas canciones de libertad?

La idea de la libertad aparece una y otra vez en su obra y ha inspirado a personas de todo el mundo durante más de 50 años.

Acompañándose con la guitarra, Marley escribió la "Canción de redención" (Redemption Song) en 1979, después de haber sido diagnosticado con el cáncer que le quitaría la vida dos años más tarde. Esto era diferente de todo lo que había grabado en su vida: una balada acústica, sin ninguna huella de ritmo reggae. Su mensaje y su sonido eran casi más parecidos a Bob Dylan que a Bob Marley.

El biógrafo Timothy White la llamó una "canción acústica espiritual" y otro biógrafo, Stephen Davis, señaló que la canción fue un "alejamiento total" de su estilo, un verso profundamente personal entonado con el rasgueo acústico brillante de la guitarra Ovation Adamas de Bob. En el 2004, Rolling Stone colocó la canción en el puesto 66 entre "las 500 mejores canciones de todos los tiempos".

La libertad mental es la capacidad de considerar muchos puntos de vista y evaluarlos a pesar de la presión personal o social.

Hay cuatro clases de esclavitud: física, emocional, mental y espiritual. Bob dice que podemos liberarnos de la esclavitud mental, ¿pero cómo? Estar cautivos de un estado mental pareciera implicar que no podemos salir de una forma de pensar. Algunas personas no son capaces de considerar las posturas de alguien de otro partido político o no pueden soportar verse expuestas a nuevas ideas, argumentos o ideologías diferentes a las propias.

La libertad mental es la capacidad de considerar muchos puntos de vista y evaluarlos a pesar de la presión personal o social. ¿Cuántos podemos declarar que tenemos verdadera libertad de pensamiento? ¿Cómo afectaría nuestras vidas si pudiéramos hacerlo más a menudo?

El famoso alimento judío, la matzá, es conocido como el "pan de la libertad". También es llamado "el pan de la aflicción". ¿En qué quedamos? ¿Es una cosa o la otra?

Como en tantas otras cosas, depende de cómo lo mires. La matzá es un alimento simple, básico, sin adornos. Es un "lienzo en blanco". Satisface, pero no es sabroso. Es un recordatorio de lo que tenemos y, al mismo tiempo, un recordatorio de qué tuvimos muy poco una vez.

Las personas que constantemente corren detrás de los últimos lujos o de lo que acaba de surgir, no están ni cerca de ser tan felices como aquellos que están satisfechos con lo que ya tienen. Donde sea que miremos somos bombardeados con mensajes diseñados para provocar insatisfacción. La publicidad se construye a partir de convencernos que nos falta algo que nos hará felices y nos permitirá sentirnos importantes.

La matzá nos enseña lo que es la humildad y nos recuerda que podemos estar satisfechos e incluso anhelar algo simple y llano. Ese es el primer paso de la emancipación de la esclavitud mental.

En la noche de Pésaj, celebremos la magia redentiva de la matzá y entonemos nuestros cánticos de libertad.

Crédito de la imagen: Nancy Nimoy