La práctica espiritual para transformar nuestra relación con la comida

18/03/2024

4 min de lectura

Cómo desarrollar una conexión más fuerte con tu alma.

¿Qué es lo que hace que sea tan difícil resistir el impulso de comer en vez de elegir la disciplina y la restricción momentánea?

Entender nuestros hábitos alimenticios

Una explicación para esto es que cuando se trata de comida, nuestro instinto de supervivencia es el más fuerte. Esto causa un corto circuito de nuestra mente lógica en favor del placer inmediato. Además, nuestro instinto de supervivencia también es responsable de acudir inconscientemente a la comida u otras actividades placenteras para evitar la incomodidad de los sentimientos negativos.

Otro factor significativo que contribuye a nuestra compleja relación con la comida es la asociación que muchos establecen entre la comida y el amor emocional. Dado que dependemos de nuestros padres tanto para la alimentación física como para el amor y cuidado emocional, es muy común que se establezca esta asociación entre nutrición emocional y comida. Sin embargo, esto tiende a crear sutiles disfunciones en la relación con la comida que pueden ser aceptadas como normales o incluso como algo con lo que uno debe aprender a vivir.

Observando este dilema desde una perspectiva espiritual, los hábitos alimenticios en particular parecen ser una de las formas principales en que las personas inconscientemente se bloquean de ser capaces de manifestar su completo potencial física, emocional y espiritualmente. Esto se debe a que nuestras elecciones de comida pueden reflejar cuán capaces somos de mantenernos conectados con nuestra guía intuitiva en cada pequeña decisión que tomamos.

La historia de Adam y Javá cuando comieron del fruto prohibido en Génesis capítulo 3 ofrece ideas más profundas sobre esta perspectiva espiritual. La historia dice que Adam y Javá podían comer frutos de todos los árboles del jardín, excepto de la fruta de un árbol llamado “El árbol del conocimiento del bien y del mal”. Después de escuchar esto, la serpiente los persuadió para que comieran de comer de ese árbol prohibido en vez de seguir las instrucciones de Dios. Como resultado, de repente se dieron cuenta que estaban desnudos e hicieron ropas para cubrirse. Poco después fueron desterrados del Jardín.

Adam y Javá cubriéndose con ropas y luego siendo desterrados del Jardín representan simbólicamente la esencia de cómo sanar nuestros problemas con la comida. Rabí Tzadok HaCohen, un rabino jasídico en el siglo XIX de Lublin, Polonia, explica que un resultado del hecho que Adam y Javá comieran de la fruta prohibida fue la creación del placer físico que las personas tienen de la comida. Además, él dice que comer del “Árbol del conocimiento del bien y del mal” causó que el acto de comer se convirtiera en una conducta que es una mezcla de bien y mal.(1)

Aunque inicialmente vimos que la realidad era completamente buena, después de comer del fruto prohibido nuestra forma de ver la realidad cambió a una mezcla de bien y mal interconectados. Esto significa que las personas ahora enfrentan una lucha entre su deseo físico y su “perspectiva del alma” más elevada, que ve el bien. Cuando la sanación de nuestra relación con la comida se aborda como una oportunidad para disminuir la atracción de nuestros deseos físicos al inculcarle a nuestra conciencia ordinaria la conciencia superior con la que fuimos creados, liberamos nuestro poder para prosperar de verdad.

Pasos claves para sanar

Al trabajar con muchas personas que sienten que su relación con la comida les impide vivir alineados con su yo superior en los momentos cotidianos, se ha corroborado que lo más eficaz son las técnicas para disminuir las conductas basadas con fuerza en la supervivencia y restablecer la conexión regular con nuestra alma.

Podemos considerar algunas de las innovadoras enseñanzas de Rav Kalonymus Kalmish Shapira (un líder jasídico también conocido como el Rebe de Piaseczna) como una guía sobre cómo proceder de este modo. En su libro Conscious Community, Rav Shapira dice: “Cuando predispones a tu cuerpo a la perspectiva del alma, ella aparecerá naturalmente y manifestará su punto de vista… la fuerza que el pensamiento mundano tiene sobre nosotros, la cualidad adictiva que ejerce sobre nuestros hábitos y sentidos, comienza a ceder a una creciente capacidad de conciencia sutil”.(2)

Esta enseñanza nos dice que tal como habitualmente podemos sucumbir ante los deseos basados en la supervivencia, también podemos condicionarnos conscientemente para que la sabiduría del alma anule nuestros impulsos corporales. Además, aprendemos de esta enseñanza que cuanto más practicamos la conexión con la guía de nuestra alma en vez de sucumbir a la atracción de nuestros hábitos adictivos, más aumenta nuestra conciencia del alma.

Rav Shapira luego continúa ofreciendo instrucción sobre cómo llevar a cabo este proceso de entrenamiento, diciendo: “Trabajamos para amplificar y extender nuestra conciencia de modo que nuestra percepción espiritual no sea una chispa fugaz, sino una conciencia sostenida. Queremos que esta preciosa sensibilidad sea tan predominante en nosotros que nuestros poderes y sentidos corporales caigan bajo su dominio, para que nuestro espíritu sea la fuerza más obvia en nosotros”.(3)

En otras palabras, para desarrollar una conexión más fuerte con nuestra alma debemos comenzar por expandir o “amplificar” nuestra conciencia. Aunque yo uso diferentes técnicas para ayudar a la gente a lograrlo, una de las instrucciones que doy y que está en línea con las enseñanzas de Rav Shapira, es tomarse cada día tiempo para sentarse y observar las sensaciones internas, así como tus patrones mentales y emocionales.(4)

Con respecto a expandir conciencia en torno a los hábitos alimentarios en particular, sugiero comenzar reflexionando sobre las siguientes preguntas:

  • ¿Con qué frecuencia utilizo la comida para evitar sentir algo incómodo?
  • ¿Con qué frecuencia utilizo la comida para nutrirme o cuidarme emocionalmente?
  • ¿Qué puedo hacer en vez de recurrir a la comida para calmarme o tranquilizarme? (¡No me digas ir de compras!)
  • ¿Cómo se siente en mi cuerpo la sensación física de necesidad de comer?
  • ¿Puedo retrasar la reacción a la necesidad, aunque sea por un momento para preguntarme si hay algo más profundo que necesito en vez de comida en ese momento?

Reflexionar sobre estas preguntas suele ser sólo el primer paso para sanar los problemas con la comida. Sin embargo, el potencial que tienen de permitir a las personas encontrar pequeños puntos de acceso para sentirse más conectados con su alma en los pequeños momentos de su vida es enorme.

Como nos dice Rav Shapira: “El alma es como una fuente de agua que fluye y ha sido bloqueada. Trabajamos para cavar y encontrar pequeñas aberturas y grietas. Cada pequeño punto de acceso puede liberar un enorme caudal…”(5)


Notas:

  1. Rabbi Shapira, Kalonymus Kalmish. Conscious Community. Traducción al inglés por Andrea Cohen-Kiener. Sección 3, artículo 14, pág. 52
  2. Ibid. Sección 3, artículo 2, pág. 11
  3. Ibid. Sección 3, artículo 11, pág. 39
  4. Ibid. Sección 3, artículo 9, pág. 33
  5. Rabbi Tzadok HaCohen. Pri Tzadik. Bereshit
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