Cerrar nuestro negocio en Shabat cambió nuestras vidas

Fue una decisión simple, pero significativa, lo que cambió las vidas de Jeff y Meredith Cohen y su familia. Jeff nació en Brooklyn. Sus padres tenían un comercio de venta de vinos y licores. Jeff experimentó la típica educación judía, con tres clases semanales de escuela hebrea, un bar mitzvá a los 13 años, y la celebración de las festividades judías con su familia. Con los años, él forjó lazos cercanos con la comunidad judía local de Brooklyn a través del negocio familiar, que ofrece una extensa selección de vinos kasher.

Jeff (55) siempre estuvo orgulloso de su herencia judía, pero su observancia religiosa tenía límites. En sus propias palabras, "no pretendía ser algo que no es". Hasta hace poco tiempo atrás, observar el Shabat no entraba en el radar.

"Tops Liquor" es toda una institución en el barrio Marine Park de Brooklyn. El edificio con toldos rojos ha estado en la Avenida U desde 1941, y a diferencia de muchos edificios de la zona que fueron desapareciendo, esta tienda resistió prácticamente intacta la prueba del tiempo a lo largo de sus 83 años de historia. Cuando Jeff creció y formó una familia, él y su esposa Meredith se hicieron cargo del negocio de la familia y se adaptaron a un exigente horario de trabajo los siete días de la semana. El esfuerzo colectivo de Jeff, Meredith y los padres de Jeff ayudó a ampliar la tienda de 46 a 929 metros cuadrados.

Pero el éxito también quitó tiempo compartido entre padres e hijos. Las demandas de un cronograma tan intenso comenzaron a afectar las prioridades familiares, llevando a que la pareja añorara encontrar más equilibrio y significado en sus vidas. Meredith fue quien en un primer momento propuso la idea de cerrar el negocio en Shabat.

Al principio el plan parecía difícil, incluso imposible de lograr. Había consideraciones prácticas de las que preocuparse: el negocio podía verse afectado económicamente, y no estaba claro cómo responderían los clientes al cambio. No tardó en aparecer el síndrome del impostor: ¿Cómo era posible que alguien que nunca había observado el Shabat comenzara con un acto tan grande en un momento tan tardío de la vida? Motivados, pero todavía asustados, durante un tiempo siguieron soñando con la idea, relegándola a un segundo plano justo con otros ítems de la lista de cosas que querían hacer algún día.

Pero entonces ocurrió la masacre del 7 de octubre, y los ataques fueron el factor que los motivó a pasar finalmente a la acción.

La mañana del 7 de octubre golpeó muy fuerte a Jeff. "Me desperté y me sentí destrozado. El dolor fue inmenso". A medida que llegaban noticias de los ataques, Jeff sintió una mezcla de emociones: un intenso orgullo y amor por la comunidad judía atenuado por la rabia ante lo que estaba sucediendo. Se conmovió al ver las muestras de unidad entre los judíos tras los ataques, incluyendo a sus propios clientes.

"¿En qué otro lugar la gente va corriendo a un país en guerra? Nunca había visto a mis clientes viajar a Israel con tanta frecuencia, cuatro, incluso cinco veces". Después del 7 de octubre, "Tops Liquor" lanzó una promoción de vinos israelíes, ofreciendo una rebaja del 18% para recaudar fondos para organizaciones proisraelíes. Los atentados tuvieron un efecto subliminal en Jeff y Meredith, que aceleró su deseo de fortalecer su conexión judía. "No nos hizo tomar la decisión, pero si miramos hacia atrás, definitivamente nos ayudó a sentirnos más cómodos con la idea… hizo que pareciera más adecuada". Eso fue el catalizador que necesitaban para dar el gran paso. "Siempre lo habíamos pensado, pero nunca sabíamos cuándo estaríamos preparados para apretar el gatillo y decir: 'Muy bien, lo intentemos y veamos qué pasa'".

En enero de este año, "Tops Liquor" cerró sus puertas en Shabat por primera vez en 83 años. La historia rápidamente se difundió por Internet, y a continuación hubo un estallido de apoyo tan significativo que Jeff y Meredith aseguran que todavía lo siguen procesando.

Primero comenzaron las visitas de los clientes que llegaron a decenas para estrechar la mano de Jeff y alentarlos por su decisión, usando palabras como "inspirador" e "increíble". Luego, cuando la historia se difundió, comenzó un diluvio de llamados desde cada rincón del mundo.

"Recibí llamados de casi todos los rabinos del país, llamados de Europa, del Medio Oriente, una persona llamó los otros días desde Rusia y me dijo que lo inspiré para comenzar a ponerse Tefilín… Hace unos días mi teléfono sonaba tanto que mi esposa tuvo que filtrar las llamadas. La gente llamaba simplemente para decir 'los queremos', 'nos han inspirado' y 'me hicieron llorar'".

Para Jeff y Meredith eso fue una prueba positiva de que habían tomado la decisión correcta, y la satisfacción personal que experimentaron les dio todavía más seguridad.

"Estas últimas seis semanas posiblemente hayan sido las mejores semanas de mi vida en muchos aspectos diferentes", afirma Jeff. "Encontré paz mental al poder estar en casa con mi esposa, mi hija y mi padre".

La oportunidad de relajarse con su familia junto al recién descubierto sentido de la vida, revitalizó a la pareja del agotamiento. "Ahora nos levantamos los domingos y deseamos ir a trabajar porque lo que ocurre en la tienda es increíble. Las semanas se pasan volando". Jeff reconoce que observar el Shabat es "una de las mejores cosas que puedes hacer para honrar a Dios", pero le sorprendió cómo una decisión orgánica de superación personal llevó a semejante frenesí. "Todo lo que hicimos fue tomar una decisión consciente de que queríamos vivir una vida mejor y de alguna manera, lo que surgió de esto es algo que nunca antes había visto: el apoyo, el amor, el afecto ha sido increíble".

A Jeff le tomó algo de tiempo acostumbrarse a toda la atención y aceptar el impacto que tuvo en la comunidad judía en general. Él lo ve como una intervención divina. "Tal vez todo esto debía pasar. Quizás Dios tenía un mensaje para mí".

Si el Shabat es el corazón de la renovación espiritual de Jeff y Meredith, entonces el negocio en Avenida U se ha convertido en su alma. Allí es donde Jeff comenzó a ponerse Tefilín todos los días, acompañado por otros clientes y uniendo a judíos de diferentes orígenes. "Cuando veo llegar a mis clientes y unirse sin importar si son ashkenazim, sefaradim, sirios, no religiosos… Todos son un mismo pueblo. Es muy inspirador. Pienso que Hamás se metió con el pueblo equivocado".

La simple motivación de Jeff y Meredith de vivir una vida mejor tuvo un impacto enorme que sigue reportando dividendos para ellos y para su comunidad. La pareja es un recordatorio de las cosas buenas que pueden surgir al comprometerse con la comunidad judía, ponerse a uno mismo en primer lugar y, para Jeff, escuchar a su esposa. "Con todo lo que está pasando en el mundo, y especialmente con el 7 de octubre, estoy seguro de que no hubiéramos podido hacer una mejor elección. Nunca estuve más orgulloso de ser judío".