Cómo volverse inmortal

06/08/2023

3 min de lectura

El "más allá" es sólo lo que nosotros hacemos de él.

¿Qué ocurre cuando morimos? El Rey Shlomó dijo: "El polvo vuelve a la tierra como era (originalmente), y el alma vuelve a Dios quien la otorgó" (Eclesiastés 12:7). Cuando morimos, no dejamos de existir. La muerte es meramente la separación del cuerpo y del alma. Cuando morimos, nuestro cuerpo es enterrado y nuestra alma retorna a Dios.

El 'Más allá' es una existencia espiritual, algo con lo que apenas podemos relacionarnos mientras estamos instalados en este mundo físico.

Pero, ¿cómo es?

Hay un viejo chiste judío. Dos hombres mueren al mismo tiempo y son escoltados en su camino al cielo. El primero es un piadoso erudito; el segundo, un sinvergüenza. El erudito está a punto de entrar al Cielo y el sinvergüenza le pide al ángel si puede ver a dónde son llevados los virtuosos. Su solicitud es concedida y es testigo de cómo llevan a la persona justa a una gran sala de estudio llena de libros y sabios. La persona piadosa suspira de placer y le agradece al ángel por encaminarlo hacia la felicidad eterna.

A continuación, el ángel lleva al renegado a su destino. Sorprendentemente, también se trata de una sala de estudio. Sin embargo, su respuesta es diferente: ¿qué puede ser más infernal que la eternidad en una biblioteca?

El 'Más allá' es una existencia espiritual, algo con lo que apenas podemos relacionarnos mientras estamos en este mundo físico.

Esta fábula alude a una profunda verdad. Consideremos una pregunta fundamental. La mayoría de las personas (religiosas) presumen que hay un lugar (ya sea físico o espiritual) llamado 'Cielo'. En la tradición judía, este lugar es llamado Olam Habá, literalmente el 'Mundo venidero'. ¿Pero acaso el Olam Habá realmente existe? Los pensadores judíos sostienen que sí, pero no en la forma que habitualmente lo imaginamos.

El Rey Shlomó dijo que al morir, la persona "va a su casa" (Eclesiastés 12:5). Nuestros Sabios infieren de este versículo que una persona construye su propia casa eterna. En otras palabras, el hogar eterno de la persona es sólo de ella, creado naturalmente por sus elecciones en este mundo. Para apreciar mejor esto, consideremos el siguiente aspecto respecto a la naturaleza del Olam Habá. La recompensa en este mundo puede ser natural o artificial. Por ejemplo, cuando le prometo a mi hija una golosina por limpiar su habitación, la compensación es artificial, porque no hay una conexión inherente entre el acto y la remuneración.

Por otro lado, si mientras ordena encuentra un juguete que se le había perdido, o si disfruta al ver su habitación limpia, entonces disfruta las consecuencias naturales de su acción.

¿Qué clase de recompensa es el Olam Habá? Primordialmente es una recompensa natural.

Los racionalistas y los místicos comparten esta idea. De acuerdo con Maimónides, el Olam Habá es el resultado natural de la conducta virtuosa, porque los buenos actos nos transforman. Cuando hacemos lo que es correcto, nos volvemos más espirituales. La existencia espiritual del alma después de la muerte es la consecuencia natural de nuestros logros espirituales mientras estamos vivos. De hecho, tal como señala Maimónides, la Torá se refiere al Olam Habá como "vida", sugiriendo que es simplemente la consecuencia natural de los logros espirituales de la persona en este mundo.

Regresando a nuestra parábola inicial, si me perfecciono a tal grado que llego a valorar aquello que es espiritual y no sólo lo que es material, naturalmente llegaré a valorar la existencia espiritual en el 'Más allá'. Por otro lado, si me enfoco sólo en los placeres materiales, sin desarrollar nunca una sensibilidad por lo espiritual, entonces no llegaré a valorar lo sagrado.

La existencia espiritual del alma después de la muerte es la consecuencia natural de nuestros logros espirituales mientras estamos vivos.

Los cabalistas también sugieren que los actos y los pensamientos de una persona construyen mundos espirituales de bien y de mal. Estos mundos espirituales se crean al cumplir los mandamientos (aunque la mayoría de las personas no son suficientemente sensibles espiritualmente como para percibirlos mientras viven). Por lo tanto, una persona no va simplemente al Olam Habá, sino que va a su propio hogar, el lugar que construyó a lo largo de su vida, algo singular y único de acuerdo con su personalidad y su estilo.

Tal vez esta perspectiva explica por qué Maimónides quita importancia a la idea del infierno, apenas mencionándolo. De acuerdo con Maimónides, el castigo más concebible en el otro mundo es el hecho de perder la oportunidad de experimentar la existencia espiritual del Olam Habá.

Esto puede explicar también por qué la tradición judía no se enfoca en la naturaleza del 'Más allá'. Porque el 'Más allá' es un libro que sigue siendo escrito en cada instante. Con cada buen acto que efectuamos en este mundo, nos estamos transformando en un ser que valora una clase de existencia que está más allá de nuestra imaginación más salvaje.

Por lo tanto, haz un buen acto y asegura tu eternidad. Lo que hagas durará eternamente.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.