Crecí como católica y en Israel descubrí mi judaísmo

31/03/2024

6 min de lectura

Kaitlyn Valese no tenía la menor idea de que ella era judía.

"Durante la mayor parte de mi vida, no tenía la menor idea de que era judía. Mi padre es católico y mi madre se convirtió al catolicismo por él. Ella era judía y su madre era judía". Hoy, Kaitlyn Valese, que creció como católica romana en Nueva Jersey, es una judía practicante que estudia en Jerusalem.

Kaitlyn creció en Livingston, Nueva Jersey, rodeada por una gran comunidad judía, pero no tenía idea de que ella era judía. De acuerdo con la ley judía, la religión pasa por línea materna, por lo que Kaitlyn es judía dado que su madre es judía, a pesar de haberse convertido al catolicismo.

"Participaba en la iglesia local, hice la confirmación. En la escuela secundaria dejé de identificarme como católica. No me interesaba la religión. Celebraba la Navidad y la Pascua, pero nada más. Asistí a muchos bar y bat mitzvot, porque muchos de mis vecinos y amigos de la escuela eran judíos".

Una compañera de habitación judía en la universidad

La travesía judía de Kaitlyn comenzó cuando fue a la universidad en Maryland y tuvo una compañera de cuarto judía. Su compañera la invitó un viernes a la noche a la cena de Etz Jaim, un grupo social para estudiantes judíos. "Me permitieron ir porque el director del programa reconoció que yo era judía. Comencé a entender que si lo deseaba podía identificarme como judía, pero todavía no había elegido hacerlo. Pensaba que esas cenas eran agradables y las canciones me inspiraban. Volví a ir otras veces y comencé a hacerme más amigos judíos en el campus", relata Kaitlyn.

Kaitlyn, a la derecha, con su madrijá, Leá Schwartz

Durante su segundo año de universidad, unos amigos judíos hicieron un viaje de Birthright a Israel, y Kaitlyn decidió participar. "Parecía que podía ser divertido y era una posibilidad de viajar gratis a Israel, así que decidí registrarme. Vimos una versión muy pintoresca de Israel. Aunque el viaje me ayudó a conectarme con mis amigos, no cambió mucho mi forma de identificarme".

A través de sus amigos y sus continuas experiencias en Etz Jaim, al terminar la Universidad Kaitlyn ya había comenzado a presentarse como alguien que había crecido como católica romana, pero que en realidad era judía. "Empecé a sentir que podía identificarme como una persona judía, y ese fue un paso muy importante en mi camino".

Después de la universidad, Kaitlyn se mudó a Baltimore para cursar estudios de posgrado en la Universidad de Baltimore. Allí hizo un máster en psicología organizativa industrial. "El objetivo del programa es hacer que las empresas sean más eficientes, pero con una visión más holística".

Mientras estudiaba, su profesor, el único otro judío de la clase, organizó un viaje de estudios a Israel para toda la clase. Durante el viaje, Kaitlyn descubrió muchos de los desafíos que enfrenta Israel al encontrarse con diversas compañías y también aprendió qué se podía hacer para resolverlos.

Kaitlyn se reconectó con Etz Jaim en Baltimore, donde conoció a Jana Grove, una de las directoras, quien comenzó a estudiar con Kaitlyn y le mostró cuán divertido podía ser el judaísmo cultural.

Estudiar en Israel

Ese verano hubo un viaje a Israel enfocado en retornar a las raíces a través del estudio. "Estaba un poco conflictuada, porque había obtenido un trabajo temporal que abarcaba las dos semanas que duraría el viaje, y para poder viajar tendría que dejar el trabajo. No quería quedar mal ante mis jefes, pero Jana me convenció para que viajara y eso cambió mi vida", cuenta Kaitlyn.

Visitando Aish con Dan y Jana Grove, en el viaje de estudios de Etz Jaim.

"En el viaje visitamos el Centro Mundial de Aish de la Familia Dan, así como otros seminarios y escuelas. Mientras estuvimos en Aish, Rav Mijael Dubov dio una charla sobre 'Bien vs Mal', qué significa ser una buena persona y nuestra relación con Dios. Esa fue la primera vez que pensé sobre qué implicaba tener una relación con Dios. Al crecer, siempre me dijeron que tenía que tener una relación con Jesús, no con Dios, por lo que esto para mí era diferente, ya que nunca antes realmente había pensado en tener una relación con Dios".

"Tuvimos algunas clases muy inspiradoras, y cuando estaba en el techo del edificio observando el Muro Occidental, me emocioné mucho. Luego viajamos a Jevrón, a la Tumba de los Patriarcas. En la tumba, pensé que Dios me había rodeado de judaísmo durante toda mi vida. Crecí en una ciudad que tiene una gran población judía, tenía muchos amigos que eran judíos, y sin embargo no sabía nada al respecto, ni qué iba a hacer sobre el hecho de ser judía. En ese momento, inspirada por las clases y por el lugar en donde estaba, decidí que quería saber más. Quería saber qué iba a hacer respecto a ser judía".

Kaitlyn considera que Aish tuvo una parte importante en su camino. "Mi contacto con Aish durante el viaje, y luego a través de las clases de Jana, muchas de ellas inspiradas en conceptos de Aish, así como una visita posterior de Rav Dubov a Baltimore donde dio clase, todo me llevó a comprender que necesitaba estudiar más. Cuando Rav Dubov me contó sobre el Project Aspire, el programa de su esposa en Aish, pensé que esa era una buena opción para mí".

Quedarse en Israel durante la guerra

Kaitlyn terminó sus estudios y viajó a Israel para estudiar en Aish en el verano del 2023. Estaba aquí en octubre, cuando Israel fue atacado por Hamás. Cuando la mayoría de las jóvenes del programa regresaron a sus hogares durante las primeras semanas de la guerra, Kaitlyn se quedó. "Mis padres querían que regresara a los Estados Unidos, pero yo quería quedarme en Israel y seguir creciendo y estudiando. Project Aspire cuenta con muchos programas de voluntariado y eso me hace sentir parte del esfuerzo de guerra. Aunque hubo algunos puntos en los que estuve estudiando sola, porque quedaron muy pocas participantes, sentí que necesitaba quedarme y ayudar. De haber regresado a los Estrados Unidos, no hubiera ayudado en absoluto y me hubiera sentido muy frustrada. Estoy muy agradecida por todas las oportunidades de brindar mi ayuda voluntaria".

Kaitlyn, al centro, con otras participantes de Project Aspire.

La familia de Kaitlyn tuvo algunas dificultades con su camino, y aunque les cuesta entenderlo, en general la han apoyado. "Mis padres no entienden mi deseo de estar aquí, especialmente durante la guerra. Cuando les expliqué que estoy feliz de estar aquí y que así siento que cumplo mi propósito, comenzaron a aceptar la idea. Lo que ellos realmente desean es que sea feliz, y explicarles que aquí es donde soy más feliz en este momento hizo que les resultara más fácil aceptarlo. Mi madre ha apoyado mucho mi búsqueda y ella siempre amó el concepto de tradición. Al ver mi camino ve algo que ella nunca tuvo, pero ahora comenzó a interesarse más e incluso participó de algunos eventos de Jabad Lubavitch. Para mi padre es un poco más difícil, ya que el judaísmo le resulta completamente desconocido. Sin embargo, una vez que pudo entender que estar aquí me hace feliz, comenzó a aceptarlo".

Trabajo voluntario en Israel

Hace poco Kaitlyn dejó Aish y ahora está estudiando en un seminario más avanzado en Israel. "Me encanta investigar y me emociona comenzar mi carrera, pero también me emociona seguir estudiando judaísmo y explorando quién soy. Por ahora, eso es lo que voy a hacer mientras decido si me quedo o no en Israel y si construiré mi carrera aquí o en los Estados Unidos".

"Aish me ayudó muchísimo en mi camino. Los mentores de Aish enfatizan la idea de conectarse con uno mismo y ayudar a cada persona a enfocarse en quién puede ser y encontrar lo que es adecuado para ella. Aish ayuda mucho y permite que cada persona tenga su propio espacio con un mentor que lo guie. Siento que mi camino de autodescubrimiento es sólido y constante y que no se trata de una decisión temporaria. Me dieron el espacio que necesitaba para explorar y desarrollarme y me ayudaron a construir una base firme para continuar con mi desarrollo personal en el futuro, y por eso les estoy muy agradecida".


Durante 50 años Aish ha estado impartiendo sabiduría judía, inspirando a personas como Kaitlyn a vivir vidas más significativas, con más espiritualidad y mayor impacto.

Después del 7 de octubre, estamos viviendo tiempos difíciles. Ahora más que nunca, necesitamos tu ayuda para continuar adelante con nuestra misión. Juntos podemos revertir la tendencia de odio y seguir inspirando a más judíos. Unamos nuestras manos y corazones. El objetivo es fortalecer la identidad judía y el orgullo judío, tanto online como en persona. Por favor, haz clic aquí para donar.

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