Después de luchar en Gaza, un joven lucha contra el odio

03/04/2024

5 min de lectura

Al estudiar en Aish, Yoshi Rosenbluth se sintió inspirado a luchar por el pueblo judío.

Yoshi creció en una comunidad ortodoxa moderna, pero sentía que le faltaban algunos elementos básicos y tenía muchas preguntas que lo impulsaron en su búsqueda de sentido. Cuando tenía 15 años su familia llegó a vivir a Israel, pero él regresó a los Estados Unidos tras completar su servicio militar obligatorio. "Me quedé atrapado en los Estados Unidos durante más de un año por la pandemia de Covid-19 y estaba buscando respuestas a algunas preguntas fundamentales que tenía sobre la fe. Entendí que había algunas cosas con las que debía ponerme al día. Actuaba como judío, pero no entendía muchas cosas, así que tomé conscientemente la decisión de profundizar", explica Yoshi Rosenbluth.

"Comencé a escuchar los podcasts sobre historia judía de Rav Yaakov Wolbe, y devoré todo lo que pude, pero seguía teniendo demasiadas preguntas. Profundizaba en cuestiones sobre Dios y el libre albedrío, porque estos temas me estaban provocando un conflicto de fe que no podía superar. Muchas personas me recomendaron que fuera a buscar respuestas a Aish".

Cuando le permitieron viajar, Yoshi fue a Jerusalem y participó del programa Aish Foundations. Por lo general, el programa Aish Foundations se dirige a judíos no afiliados, pero Yoshi no era un estudiante típico. "Necesitaba ponerme al día. Me sumergí en el estudio, asistí a las conferencias del programa y escuché a grandes educadores, como Rav Itzjak Berkovits. Estas conferencias me abrieron loa ojos respecto a lo mucho que no sabía, pero me hicieron sentir que estaba bien preguntar y luchar con preguntas, incluso si no tenía todas las respuestas".

Yoshi con Rav Yaakov Wolbe

El impacto fue profundo. "Uno de los valores fundamentales que me enseñaron fue ser auténtico conmigo mismo y con Dios, entendía qué era el Shabat en términos de las leyes a seguir, entendía los rituales pero no entendía el significado detrás de ellos. Como alguien que tiene que ser auténtico consigo mismo y no puede simplemente seguir al rebaño, tenía que entender lo que estaba haciendo y por qué lo estaba haciendo. Eso fue lo que me llevó a Aish, y por eso me quedé".

Con su personalidad ganadora y su recién descubierta pasión por el estudio judío, le pidieron a Yoshi que fuera consejero del programa Foundations. "Cuando crecemos, nuestro crecimiento no se limita a nosotros mismos, sino que eleva al mundo que nos rodea". Yoshi Rosenbluth inspiró a muchos estudiantes y tiempo después también su hermano menor se unió a Aish.

"Aish cambió mi vida", afirma Yoshi sin rodeos.

Combatir en Gaza

El 7 de octubre, Yoshi fue convocado al servicio de reserva del ejército de Israel. "Serví durante varios meses, sin descansos. El primer mes serví fuera de Gaza, al mes siguiente ya estaba en Gaza". Su participación en el ejército durante el conflicto actual en Gaza sólo fortaleció su impulso por difundir la luz en medio de la oscuridad.

"Cuando salí del ejército para un descanso de un mes, dos cosas me resultaron difíciles: que la guerra seguía adelante y yo no estaba combatiéndola, y que debía averiguar qué hacer para que eso no volviera a ocurrir", explica Yoshi. "La verdadera guerra era la que luchábamos entre nosotros. Demasiado odio se había manifestado entre los judíos antes de la guerra. Estábamos luchando entre nosotros a diestra y siniestra, y pensé que la verdadera guerra era contra nuestras divisiones. Quería luchar esa guerra y unir al pueblo".

"Esta es una guerra de 2.000 años contra el odio infundado y la división entre los judíos. Hablar mal trae destrucción y odio. Para resolver esto, necesitamos verdadera unidad, lo que no significa que todos debamos estar de acuerdo en todo, sino que tenemos que aprender a discrepar respetuosamente, sin dejar de amarnos".

Hablando frente a audiencias en los Estados Unidos

Yoshi, que tiene talento para los malabares, fue a actuar para las esposas e hijos de soldados del ejército de Israel que, como él, llevaban más de cuatro meses lejos de sus familias. También apareció en un podcast de Rav Wolbe y luego emprendió una gira autopromocionada por los Estados Unidos para hablar sobre sus experiencias en el ejército y la importancia de cuidar el habla. Durante la gira, que Yoshi organizó y pagó él mismo, compró libros sobre cuidar la palabra y los vendió a precio de costo. También confeccionó a su costa artículos de propaganda sobre cuidar la palabra que distribuyó gratuitamente. En un mes, voló a los Estados Unidos, habló en más de 30 escuelas sobre la importancia de cuidar la palabra e inspiró a cientos de jóvenes a trabajar sobre su entendimiento respecto a cómo pueden construir puentes en vez de provocar odio. "Comprendí que para ser auténtico y luchar la guerra en su esencia, tenía que detener el problema de raíz, y el problema es el odio infundado... Si nos mantenemos unidos como pueblo, ganaremos esta guerra, y para estar unidos debemos comenzar hablando amablemente de los demás y alejarnos de los discursos que incitan al odio. Tenemos que ser responsables los unos de los otros, y este es otro valor importante que enseñan en Aish. Sentí que tenía la capacidad y por lo tanto la responsabilidad de difundir este mensaje, y eso fue lo que hice".

Ahora Yoshi Rosenbluth está nuevamente en el ejército sirviendo a su país, esta vez protegiendo la frontera norte de Israel. Apenas termine, piensa emprender otra gira de conferencias por los Estados Unidos para seguir inspirando a la gente a trabajar unida, a cuidar su palabra y poner fin al odio.

Yoshi Rosenbluth lleva la antorcha encendida por la perspectiva de Aish de pensar de forma judía para vivir inspirados en la cabeza y el corazón. Su odisea refleja el profundo impacto que una persona puede tener ayudando a cientos de jóvenes a descubrir la vitalidad y la profundidad de su herencia.

"El judaísmo no es sólo un montón de rituales, es una mentalidad para vivir una vida plena". Al ayudar a despertar esa mentalidad, encendiendo pasiones intelectuales y espirituales, Aish posibilitó a Yoshi Rosenbluth y a muchos otros que hagan brillar su luz hacia el exterior. "Aún me queda mucho por aprender y deseo volver a la ieshivá para seguir estudiando. Al mismo tiempo, estamos en medio de una guerra y todo el mundo está obligado a hacer todo lo que pueda para marcar una diferencia. Afortunadamente me encuentro en una posición en la que puedo abordar una de las raíces de la guerra: el odio infundado. Ser capaces de vivir con todos los judíos de forma unida, y hablar amablemente de los demás, traerá la verdadera victoria".

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
4 Comments
Más reciente
Más antiguo Más votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Fanny
Fanny
14 días hace

NO HAY CONTROVERSIA. ES UNA CONDICIÓN MUY IMPORTANTE EL SABER TRANSMITIR LOS CONOCIMIENTOS DE ACUERDO AL AIDITORIO
DE ÉSTE MODO SE LLEGA CON LAS PALABRAS MÁS APROPIADAS .Y LO QUE SE COMRENDE ES LO IMPORTANTE PARA DEJAR

SEMBRADO EL NUDO CENTRAL: LA NUEVA IDEA EL APRENDIZ DEBE INTERPRETAR PARA NO OLVIDAR.

vicky credi
vicky credi
26 días hace

Excelente ejemplo, pleno de autenticidad y le deseo que Hashem lo proteja en todo momento y al igual que todos nuestros soldados, que regrese sano y salvo y que tenga exito en su misión, tanto en la militar como en la espiritual

Graciela Silvia Moncarz
Graciela Silvia Moncarz
26 días hace

Excelente

Graciela Silvia Moncarz
Graciela Silvia Moncarz
26 días hace

Llego a mí alma ayer he estado escribiendo acerca del odio.Y encuentro una total sintonía con lo que expresa esta persona y me doy cuenta que esto es lo más simple y facial cuando dos personas piensan de la misma manera y que sucedería cuando dos personas piensan diferente que esto en general hace que aflore el odio y la sed de venganza

EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.