El galardonado poeta que es un judío ortodoxo

25/03/2024

9 min de lectura

Yehoshúa November utiliza su oficio para unir lo espiritual y lo físico.

Al haber crecido en un hogar judío ortodoxo de los Estados Unidos, Yehoshúa November eligió un camino poco habitual para un niño judío. Desde que era muy pequeño comenzó a escribir poesías, y al llegar al último año de la escuela secundaria ya sabía que quería ser poeta. Estudió en la universidad y luego hizo una maestría en Bellas Artes. En la actualidad, Yehoshúa enseña escritura en la Universidad Rutgers y en la Universidad Touro, y es autor de tres colecciones de poesías: "God's Optimism" ("El optimismo de Dios", finalista para el Premio al Libro de Los Ángeles Times). "Two Worlds Exist" ("Existen dos mundos", finalista para el Premio Nacional al Libro Judío y del Premio Paterson de Poesía), y "The Concealment of Endless Light" ("El ocultamiento de la Luz Eterna" (Orison Books, otoño del 2024).

También es un judío visiblemente ortodoxo, afiliado a Jabad Lubavitch.

La poesía de Yehoshúa es narrativa y accesible. En una entrevista exclusiva con AishLatino, dijo: "Una vez tuve el honor de que me publicaran un poema en el New York Times Magazine, y Matthew Zapruder, el poeta que presentó la obra, describió mi trabajo como 'radicalmente claro'. Eso fue exactamente lo que terminó sucediendo. Creo que, a menudo, un estilo o un poema elige al poeta más de lo que el poeta elige qué o cómo quiere escribir. Escribir poesía accesible para mí es algo natural, es a lo que gravito".

Aunque la poesía de Yehoshúa a menudo tiene temática judía, es valorada por los amanes de la poesía de diversas religiones y culturas. Sus poemas son una "exploración de cómo es una vida de fe en el mundo ordinario", explica. "Intento ser honesto. Me gusta plasmar con realismo los altibajos que puede conllevar una vida de fe, incluso cuando las personas se aferran a ella. Espero que la fusión de realismo y espiritualidad resuene en los lectores y los fortalezca. Creo que los poetas religiosos también pueden ganarse al público laico si ofrecen un retrato de la vida cotidiana judía que reconozca los retos y las complejidades.

Mi obra tiende a explorar los momentos difíciles, mis defectos personales o los errores que he cometido, los desafíos que experimento. Cuando compartes esas vulnerabilidades, es menos probable que parezcas un santurrón.

"Algunos lectores seculares pueden suponer que las personas de fe creen que tienen todas las respuestas y, en consecuencia, viven vidas muy simplistas. Mi obra tiende a explorar los momentos difíciles, mis defectos personales o los errores que he cometido, los desafíos que experimento. Cuando compartes esas vulnerabilidades con un lector, es menos probable que parezcas un santurrón. No desmereces a nadie. Simplemente tienes esa creencia, tratas de vivir de acuerdo con ella, y te mides con eso. Esa es una forma en que la obra de un poeta de fe puede resonar en aquellos que se consideran a sí mismos laicos. Y tal vez esa persona incluso hace que la fe sea más accesible".

Yehoshúa ve muchas coincidencias entre la poesía contemporánea y el pensamiento judío. "Gran parte de la poesía contemporánea trata de elevar y arrojar luz sobre la experiencia ordinaria. Muchos poetas intentan captar algo que se esconde debajo de la superficie de lo que vemos, descubriendo lo maravilloso de lo cotidiano.

"El pensamiento jasídico enseña que Dios creó el mundo porque quería un hogar en el reino inferior, esta existencia terrenal. Por lo tanto, la vida ritual judía enfatiza el cumplimiento de las mitzvot (Mandamientos) que se orientan en torno a elementos físicos, como los tefilín, la observancia del kashrut, etc. El judaísmo o es una religión ascética que pretende dejar atrás lo físico, sino que su objetivo es fusionar lo físico y lo espiritual. Tomemos como ejemplo el concepto central del Mishkán (el Tabernáculo), el hogar temporal que se les ordenó construir a los hijos de Israel en el desierto. Estaba hecho de materiales físicos y atraía la luz Divina, o la Shejiná, a esos materiales físicos. Grandes Sabios judíos también sugirieron que la vida cotidiana de cada individuo constituye un Mishkán donde mora la Divinidad cuando usamos nuestras posesiones físicas y nuestros encuentros cotidianos con fines sagrados.

"Obviamente hay diferencias significativas entre la teología judía y el ethos de la poesía contemporánea, pero ambas ponen un énfasis sorprendentemente fuerte en iluminar lo ordinario y lo mundano, sugiriendo que la flecha no debe apuntar hacia los Cielos sino hacia la tierra".

Convertirse en un poeta

Yehoshúa conoció la escritura creativa en la escuela secundaria. Su profesor "era un apasionado por el proceso creativo. Esa fue mi primera introducción a la idea de que puedes hacer algo creativo".

Creo que mi primer contacto con la poesía fue a través de cantautores, como Bob Dylan y Simon and Garfunkel.

Yehoshúa recibió mucho apoyo de su familia en su camino para convertirse en un poeta. Su madre estudió historia del arte y ocasionalmente dio clases, aunque su primordial ocupación fue educar a su familia. Su padre, un ginecólogo y obstetra, "era un apasionado del arte, la música y la literatura". "Él nos pagaba a mí y a mis hermanos 10 dólares por cada libro que leíamos. A mi familia le interesaban las artes, la cultura. Mi padre ponía mucha música en la casa. Creo que mi primera exposición a la poesía fue a través de cantautores, como Bob Dylan y Simon y Garfunkel.

De los cuatro hijos de la familia, tres son poetas con obras publicadas. "Mis padres definitivamente nos apoyaron para que siguiéramos nuestro propio camino. A mí me influyó mi hermano mayor, que empezó a escribir antes que yo. Cuando era un adolescente, sentí que escribir era la forma más conmovedora y eficaz de expresarme. Muchos jóvenes se sienten alienados e incomprendidos, y escribir era una forma de expresar eso y de compartirlo con los demás. Un poema puede captar muchas cosas en un espacio muy breve. Los adolescentes quieren comunicarse con los demás, conectarse y no sentirse solos. Recuerdo que pensaba que podía darle a alguien un poema y esa persona entendería rápidamente quién era yo".

En la secundaria, Yehoshúa encontró profesores y compañeros que lo apoyaron. Participó en talleres de poesía y escribió muchos poemas. En la universidad "conocí a muchos profesores que me apoyaron y me alentaron. Entonces empecé a tomarme más seriamente a mí mismo como escritor y consideré la posibilidad de encontrar un público como poeta".

En la universidad Yehoshúa también conoció a su esposa. "Le propuse matrimonio con un poema", cuenta. Se casaron poco después de graduarse, y muchos de sus profesores asistieron a la boda.

La joven pareja se mudó a Pittsburgh, donde vivía la familia de Yehoshúa. Allí fue a la escuela de graduados a estudiar poesía mientras su esposa estudiaba trabajo social.

Yehoshúa entró en conflicto con uno de sus prestigiosos profesores, que lo retó a escribir un poema condenando al estado de Israel.

Durante sus estudios de posgrado, Yehoshúa conoció y quedó cautivado por el mundo del pensamiento jasídico. Recién casado y viviendo una vida judía tradicional, Yehoshúa no se sentía muy a gusto en la escena literaria. También tuvo un enfrentamiento con uno de sus prestigiosos profesores, que lo retó a escribir un poema condenando al estado de Israel. "Llegó un momento en el cual la vida literaria me desanimó y decidí que no quería estar más en el mundo académico. Ya no me importaba escribir poesía. En un momento determinado, decidí que al graduarme quería ir a una ieshivá".

Después del posgrado, Yehoshúa estudió textos judíos en una ieshivá de Jabad Lubavitch. "Probablemente no leí ni un libro en inglés durante dos años. Y no pensé que volvería a los estudios seculares".

Consideró la posibilidad de convertirse en un Rabino o en maestro de estudios judaicos. Su esposa estaba esperando su segundo hijo, y él consideró cómo quería ganarse la vida. "Sorprendentemente, pensé que tal vez debía regresar a la poesía y a enseñar en una universidad".

Aunque algunos de los maestros de Yehoshúa le aconsejaron convertirse en un Rabino, otros Rabinos y mentores le dijeron: "Si tienes un don, ¡estás obligado a usarlo!". "Pienso que este consejo fue realmente consistente con la teología general de elevar y santificar lo que de otra manera es secular y mundano".

Las enseñanzas jasídicas ocupan mucho lugar en la poesía de Yehoshúa. "Gran parte se trata de tomar una idea jasídica y yuxtaponerla con la vida cotidiana. ¿Cómo se presenta eso en el mundo complejo, en la compleja experiencia humana?

La poesía es algo así como el intento de percibir o sentir la presencia de Dios en lo ordinario.

Yehoshúa también considera el hecho de escribir poesía como parte de construir una relación con Dios. "La poesía es como el intento de percibir o sentir la presencia de Dios en lo ordinario. Es parte de prestar atención y reconocer la Presencia Divina ".

Crear y trabajar en el mundo académico

Este año Yehoshúa publicó su tercer libro. Todos sus libros fueron publicados por editoriales laicas. "Hay un famoso axioma de escritura contrario a la lógica que afirma que 'lo universal está en lo particular'. Esto significa que cuando escribes sobre tus experiencias específicas, tu obra resonará en muchos lectores o tendrá un impacto más universal.

"Si escribes sobre tu vida y todos sus detalles culturales, con mucha especificación, tu obra tiene más probabilidades de conmover a los demás, de parecer auténtica, incluso si las vidas de tus lectores son muy diferentes a la tuya. Si sermoneas al lector, si le hablas con desprecio o tienes una agenda revelada, tu trabajo casi siempre fracasará. Pero si eres honesto contigo mismo y estás dispuesto a ser vulnerable en algunas de tus obras, puede que tu poesía llegue a parecer verdadera. Obviamente, también tiene que haber oficio y habilidad, pero creo que la gente puede percibir la autenticidad si consigues llegar a ese lugar".

Yehoshúa ve que algunos lectores seculares se sorprenden de su poesía. "También mi apariencia los sorprende", agrega. "Pero tengo el apoyo de la gente con la que trabajo y de mis estudiantes. Pienso que es más difícil publicar obras con fuertes temas religiosos en los principales medios laicos, pero he tenido la suerte de publicar en lugares bastante seculares"·

Yehoshúa notó que en el mundo académico existe un doble estándar cuando se trata de los judíos o del estado de Israel, pero él no encontró antisemitismo a un nivel personal.

Yehoshúa notó que en el mundo académico existe un doble estándar cuando se trata de los judíos o del estado de Israel, pero él no encontró antisemitismo a un nivel personal. "No saco en mis clases el tema del conflicto en el Medio Oriente. Sólo quiero enfocarme en la escritura de mis alumnos".

Consejos para los aspirantes a poetas

El principal consejo de Yehoshúa para los aspirantes a poetas es leer poesía.

"Yo aconsejaría leer también otras cosas, para tener algo sobre lo qué escribir más allá de tu experiencia personal. Cuando estaba en la escuela de graduados, estudié con Tony Hoagland, un famoso poeta estadounidense que falleció hace algunos años. Él me dijo: 'Eres muy afortunado, porque tienes una profunda fuente de inspiración en la tradición judía. Tus compañeros están más a la deriva porque no están necesariamente anclados a una tradición'".

Otro consejo importante es "no presionarse a uno mismo para escribir algo grandioso". Esa presión puede cerrarle la puerta a la creatividad. Eso lleva a pensar demasiado, lo que a la vez lleva a usar una parte más limitada del cerebro en vez de abrir los canales creativos. Yehoshúa aconseja no esforzarse demasiado en el primer borrador. También recomienda buscar un prompt o motivador. En su experiencia educativa, los prompts a menudo llevan a escritos originales e inventivos.

"La poesía tiene mala fama. Si le preguntas a una persona cualquiera en la calle si le gusta la poesía, te dirá que no. ¿Por qué? Porque piensan que no la entienden. Ven a la poesía como un complejo acertijo. Pero la poesía no tiene que ser como un acertijo que debes decodificar. Puede ser accesible. La poesía puede servir como un conmovedor vehículo para que la persona comunique su historia de forma comprimida y muy poderosa.

"Cuando la gente lee poesía contemporánea parte de muchas suposiciones, pero a menudo se sorprende gratamente de lo accesible que puede ser el género. Vale la pena echar un vistazo a la poesía narrativa contemporánea. Es muy probable que cambie tu opinión sobre lo que es la poesía".

Selección de poemas de Yehoshúa November:

2AM y los estudiantes rabínicos están con sus batas 

2AM y los estudiantes rabínicos están con sus batas
en un costado del estacionamiento de la Ieshivá, observando
los movimientos practicados de los musculosos bomberos que bajan
del camión de bomberos. Muy pronto se aclarará
que el alumno más joven del edifico
activó la alarma del sótano
cuando se enteró, por el teléfono público del dormitorio,
que sus padres, en Baltimore, decidieron poner fin
antes de Pésaj a sus diecinueve años de matrimonio.
Los rabinos no se dieron cuenta,
él se agazapa en su armario tras una hilera de abrigos negros.
Y como la Ieshivá atiende a las almas,
pero también a los cuerpos,
la primera clase de misticismo de la mañana
respecto a por qué la Presencia Divina no puede habitar
entre aquellos agobiados de tristeza
ha sido cancelada.

(Publicado en "Two Worlds Exist", Orison Books. Copyright © 2016 by Yehoshua November)

El Baal teshuvá en la mikve

A veces los ves
en el área del vestidor
del baño ritual.
Hombres jóvenes con barba, desabotonando
sus camisas blancas,
sacándose sus pantalones negros,
hasta que, al quedar completamente desnudos,
son traicionados por los tatuajes
de su vida pasada:
un aro de fuego trepa por una pierna,
un águila cuyas alas
se extienden a lo ancho del pecho,
o peor, el nombre de una mujer
que no es su esposa.
Entonces, sosteniendo sólo una toalla,
comienzan, una vez más, la caminata
al lado de los otros hombres que están en el vestidor:
el rabino frente al que muy pronto se sentarán
en la clase de Talmud,
hombres con los apellidos
de las primeras familias jasídicas,
casi todos,
devotos desde que nacieron.
Y con cada paso,
maldicen la pobreza que mantiene la tinta oscura
grabada en su piel,
hasta que, finalmente, descienden los escalones
del agua purificadora.
Y, debajo del líquido translúcido,
vuelven a verse
como el hombre del lado,
quien, en todos sus días,
probablemente nunca ha hecho un sacrificio
tan entrañable para Dios.

(Publicado en "God's Optimism")


Foto principal: Marko Dahsev

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