La comunidad judía de Panamá tiene un futuro prometedor y también delicioso

Si quieres ver una comunidad judía fuera de los Estados Unidos e Israel que no sólo sobrevive sino que prospera, visita la ciudad de Panamá. Con 30 restaurantes kasher, una comunidad en la que casi el 85% come kasher, múltiples sinagogas y escuelas, la ciudad de Panamá es un verdadero modelo de vida judía contemporánea.

La vida judía en Panamá comenzó en el año 1501, cuando llegaron los primeros conversos de España y Portugal. Los conversos eran judíos que se convirtieron al catolicismo pero continuaron practicando el judaísmo en secreto. Incluso en Panamá, inicialmente actuaron como si fueran católicos para poder sobrevivir.

Treinta años más tarde, establecieron una sinagoga dentro de una casa privada. Sólo después del año 1700 los judíos pudieron practicar abiertamente su religión. Los judíos caribeños fundaron una congregación reformista en 1876.

En la década de 1940, llegaron judíos que huían de Europa Oriental y de Siria y crearon sus propias congregaciones y sinagogas. Hoy en día, los sirios constituyen la mayor parte de los judíos de Panamá.

Más recientemente, entre fines de 1990 y el 2000, llegaron a Panamá judíos de Colombia, Venezuela y Argentina debido a la inestabilidad política y económica en sus países originales.

Hoy, la comunidad judía de Panamá está compuesta por 14.000 personas, y sigue creciendo en un medio seguro. En el siglo XX Panamá tuvo dos presidentes judíos. Los judíos panameños no temen al antisemitismo, se sienten cómodos luciendo kipot y otras prendas que los identifican como judíos. A diferencia de muchas comunidades judías en Latinoamérica, los jóvenes regresan después de estudiar en universidades extranjeras. Ellos saben que en Panamá pueden vivir una vida judía plena, con oportunidades económicas y estabilidad política.

La mayoría de los judíos de Panamá son tradicionalistas, y alrededor de un 85% respetan las leyes de kashrut. Actualmente hay más de 30 restaurantes kasher en la ciudad de Panamá. Yo le pedí a Ezra Cohen, director de la comunidad judía en Panamá, que me explicara esta maravilla.

Ezra me explicó que Rav David Peretz llegó a Panamá hace ocho años con el objetivo de crear una hashgajá, una certificación de kashrut, que fuera reconocida a nivel mundial. Rav Peretz trabajó con rabinos de Israel y de los Estados Unidos para crear elevados estándares de supervisión que pudieran responder a sus demandas. Ezra dijo que "el objetivo de los líderes de la comunidad es que sea más fácil comer kasher que no kasher". La ciudad de Panamá cuenta con el mayor supermercado kasher del mundo.

Ezra Cohen también estuvo conectado con el primer Festival Kasher, en el cual participé. Allí era posible degustar las delicias preparadas por la mayoría de los restaurantes y empresas kasher de la ciudad, había actividades para los niños, un concierto y servicios de plegarias a lo largo del día. El festival se programó para que coincidiera con la semana de vacaciones en las ieshivot estadounidenses y atrajo a miles de turistas. Lo más destacado fue un tamal de pollo del restaurante "The Chief".

La próspera escena de restaurantes kasher también se vio influida por las personas que buscaban oportunidades laborales. Rav Peretz les dijo que si abrían restaurantes que respondieran a sus estrictos estándares, les daría su certificación de kashrut. Una vez más, el objetivo era hacer más fácil que los miembros de la comunidad comieran kasher.

Después de que algunas personas abrieran exitosos restaurantes que muchos consideraron de mejor calidad que los restaurantes kasher ya existentes, otros miembros de la comunidad decidieron abrir más restaurantes. Lo que es extraordinario sobre la escena de restaurantes kasher en Panamá, es que la comida y la decoración es tan típica que atraen también a clientes no judíos. Aunque la comunidad en gran medida tiene origen sirio, las opciones de restaurantes son extremadamente variadas e internacionales.

El mejor restaurante kasher según mi opinión es "Blame Kiki", que también es considerado uno de los mejores restaurantes en general en la ciudad de Panamá. La decoración es impresionante y elegante, con paredes cubiertas de vegetación y los techos repletos de flores y capillos rosados. Sillas rosas y verdes completan el ambiente de jardín. El extenso menú se inclina hacia la cocina italiana, con otros platos de pescado de influencia local. Allí se destaca la pizza con salsa de vodka, la cremosa pasta cacio e pepe, el tartar de atún con aguacate y un pargo sobre arroz con salsa de crema de lima. Incluso siendo una pastelera con formación francesa, me impresionaron los postres: un pastel de queso con pistacho y un pastel de cuatro leches. Algunas noches, después de las 10:00 pm, traen un DJ y el restaurante se convierte en una discoteca, algo bastante inusual para un restaurante kasher en cualquier lugar del mundo.

Otro de mis restaurantes favoritos es "Yoss Burger", pero no dejes que el nombre te convenza de que se trata sólo de un comercio que vende hamburguesas. Allí disfruté de un plato de sopa ramen con tofu, pollo y huevo y una generosa pila de fideos cocidos a fuego lento en un sabroso caldo del menú asiático, deliciosas alitas de pollo dulces y picantes, una ensalada de coliflor asado y tahini, y una hamburguesa gigante de champiñones (una hamburguesa de ternera con champiñones salteados y una capa de mayonesa de trufa). El lugar parece un bar casual, pero con comida de alto nivel. Es un restaurante donde todos los miembros de la familia, de todas las edades, disfrutan de la comida y de la experiencia.

Para una comida más ligera, recomiendo "Vitali", que es mi restaurante soñado. Todo el menú está basado en ingredientes naturales y la mayoría de los platos son sin gluten. Allí disfruté un almuerzo de una ensalada de atún y aguacate con un aderezo de maracuyá y en un desayuno una tostada de aguacate. El menú incluye deliciosos batidos.

El mejor café es "Cafein", en un centro comercial donde también están "Vitali" y el café kasher "Pita Pan". Entre las opciones de leche para tu expreso hay jalav Israel, para quienes siguen esa costumbre.

Otra opción para el desayuno es "Jeffrey's Bakery", que cuenta con una amplia gama de tortas y productos horneados y café. Allí disfruté de un sándwich de arepa, relleno con huevos y queso, que era delicioso, un croissant perfectamente crujiente y un buen café. Allí puedes disfrutar tu desayuno o almorzar sándwiches y ensaladas.

La infraestructura de comida kasher es tan extraordinaria que cuando viajas a Panamá puedes coordinar que te lleven comida kasher a tu hotel o a tus excursiones. En una excursión a una comunidad indígena a la cual se puede acceder sólo con una canoa, un chef/mashguíaj (una persona que asegura que la comida sea kasher) preparó pescado y plátano frito para unos 60 viajeros kasher.

Fue muy triste partir cuando todavía me quedaban tantos restaurantes por conocer. Ahora que descubrí el secreto de esta extraordinaria comunidad judía, definitivamente voy a regresar. Fue muy agradable conocer una ciudad que no sólo es segura para los judíos sino que también les permite vivir vidas judías plenas.