4 formas comprobadas para transformar tu matrimonio

Después de 16 años de matrimonio, aprendí algunas cosas…. Aquí hay otros 4 consejos prácticos que pueden transformar tu matrimonio.

1. Responde cuando tu pareja busque tu atención

Una noche, yo trabajaba en un artículo cuando mi esposo se acercó para conversar. Respetuosamente le pedí que esperara unos minutos para que pudiera terminar la frase. Él esperó pacientemente, pero yo seguí sumergida en mi trabajo y después de un rato él se levantó para irse.

—¿Estás enojado? —le pregunté.

—No, sólo que no quiero competir.

Podía sentir mi hipocresía, especialmente porque a menudo hablo de dar prioridad a la pareja.

A todos nos resulta difícil dejar de lado la tecnología porque su misma naturaleza es adictiva. Además, hoy en día un teléfono ya no es sólo un teléfono. Es nuestra billetera, nuestro email, nuestra música, nuestra cámara y nuestros documentos… No es una cosa, es todo.

El problema empieza cuando todo lo demás se convierte en prioridad. Nadie quiere ser el segundo violín, después de un aparato.

El momento en que mi esposo se alejó fue transformador. No fue dramático, pero me dejó con una aguda sensación de verdad. Si estos momentos se siguen repitiendo… ¿Qué me quedará? ¿Mi laptop y mis pensamientos, en vez de un esposo cariñoso?

John Gottman, un experto en matrimonio, pudo predecir con un 91% de exactitud qué parejas se divorciarían tan sólo observando sus interacciones durante cinco minutos en video.

Él afirma que no importa si las parejas están o no de acuerdo, sino si son atentos el uno con el otro. Eso requiere escuchar y dejar los teléfonos y otras distracciones cuando el otro quiere conectarse.

Gottman llama a estos momentos de conexión “ofertas de conexión emocional”. Él explica que las parejas felices hacen y reciben ofertas constantemente. Por ejemplo, mientras eran filmados en el estudio de Gottman, una pareja estaba sentada desayunando. El esposo leía el periódico cuando su esposa le dijo: “Mira qué hermoso colibrí hay en la ventana”.

El colibrí es más que un paisaje; es la oferta de conexión de la esposa. Pero las ofertas no vienen sólo en forma de conversación. También un guiño o una palmada afectuosa puede ser una oferta.

Gottman explica: “Las ofertas son sutiles, porque las personas tienen miedo de ser vulnerables y exponerse. Da miedo decir: ‘Oye, ¡quiero que nos conectemos! ¡Préstame atención!’. En lugar de eso nos contactamos, esperando recibir una conexión de respuesta”.

Las relaciones se construyen de los pequeños gestos diarios y no de los grandes momentos. Cuando nuestras ofertas son rechazadas, comenzamos a sentirnos frustrados. Cada vez que rechazamos la oferta de nuestra pareja, es dañino para la relación y lentamente se van destruyendo los cimientos. Cuando nuestras ofertas son aceptadas, nos sentimos respetados y se construye la confianza.

Cualquier cosa que sea importante para tu cónyuge, aunque sea algo trivial, debe ser importante para ti. Porque en definitiva no se trata del colibrí, sino de hacerlo sentir importante.

Tu lema debe ser: “Si es importante para ti, es importante para mí”. Entonces verás cómo crece tu relación.

2. Vete a dormir enojado

La mayoría de las personas aconsejan a los recién casados: “Nunca se vayan a dormir enojados”. Leona Fallas, una mujer que ha estado felizmente casada durante 70 años, no está de acuerdo.

“Está bien irte a la cama enojado. No es necesario ser siempre dos tortolitos y arreglar las cosas inmediatamente. Si es importante, puede esperar; y si no, desaparecerá. De hecho, la primera respuesta no siempre es la mejor. En el ardor del momento, cuando las emociones estallan, no es el momento más efectivo para trabajar calmadamente para llegar a una resolución pacífica. No saltes. Se quieren. Dale a tu pareja el beneficio de la duda y consúltalo con la almohada”.

Una alumna me confesó: “Durante años pensé que nunca había que irse a dormir enojados. Entonces, ¿qué pasaba? Pasábamos horas peleando, hasta muy tarde en la noche, y no llegábamos a nada”.

“Ahora digo: ‘Cariño, estoy cansada… Te quiero, mejor consultemos esto con la almohada’. Por lo general nos despertamos con una nueva perspectiva y más energía”.

3. Aprende a amar de verdad

Hemos sido puestos en esta tierra para dar; no para recibir. Cuando le digo esto a mis alumnas que tienen dificultades en sus matrimonios, me dicen: “Siento que doy y no funciona. Doy y doy, pero siento que él ni siquiera lo aprecia. Nunca es suficiente”.

Por supuesto, estás mujeres están dando de sí mismas, pero… ¿Acaso entraron en la mente de su esposo para entender qué clase de entrega él necesita recibir para sentirse querido?

En su libro "Los Cinco Lenguajes del Amor", Gary Chapman explica que todos tienen un lenguaje de amor primario. Estos son: actos de servicio, palabras de afirmación, toque físico, regalos y tiempo de calidad. La mayoría de las personas tienen un leguaje de amor preferido y cuando ese es satisfecho, se sienten realmente amados y comprendidos. Podemos aprender cuál es el lenguaje de amor de nuestra pareja y luego llenar su tanque emocional. Puedes estar comprando regalos para tu esposo todo el tiempo, pero si tu pareja no se siente cómoda recibiendo regalos, ambos se sentirán frustrados. O puedes modificar tu horario para pasar más tiempo con tu pareja, cuando lo único que él realmente quiere es genuinas palabras de afirmación.

¡Enfócate en el lenguaje de amor de tu cónyuge y verás un cambio positivo en tu matrimonio!

4. La familia política puede llevar al éxito o al fracaso de un matrimonio

La familia política puede ser una fuerza poderosa en una relación, pero con el enfoque adecuado, podemos acercarlos y convertirnos en aliados. Esta cuerda floja de control es simple: mientras más das, más recibes. Dale a tu suegra el sentimiento de control que busca y ella aflojará el agarre.

Cuando estaba recién casada, llamaba a mi suegra todos los días. Probablemente esto es poco común y me preocupaba que fuera demasiado, pero mi suegro le dijo a mi esposo cuán feliz la hacían mis llamadas.

Incluye a tu suegra en tu vida siempre que puedas. Llámala, pídele consejo o incluso recetas. Nadie prospera cuando se siente prescindible. Esta es una forma de honrarla, mostrándole que ella es importante para ti y para tu vida.

Mientras más la incluyas, menos sentirá la necesidad de invadir. Trata de usar el máximo respeto en tu acercamiento. Trata a tu suegra como si fuera una reina, expresando gratitud siempre que sea posible. Después de todo, ella cargó, dio a luz y educó a la persona que te pareció digna de ser tu esposo.