Medio oriente
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Ben y Gali estaban en el festival de música Nova en el sur de Israel cuando tuvo lugar el ataque de Hamás.
Antes de asistir el 7 de octubre al festival de música Nova en el sur de Israel, Gali Segal y Ben Biniamín eran una pareja israelí regular que planeaba su boda. Ellos se comprometieron una semana antes, en un viaje a Italia, cuando Ben le dio a Gali un anillo y un bello ramo de rosas.
La pareja se conoce hace siete años. Gali estudia diseño de interiores y Ben trabaja en bienes raíces, pero su pasión es el futbol. Él jugó como defensa en la liga nacional. "El fútbol es toda mi vida", afirma.
Ben y Gali fueron con algunos amigos al festival de música Nova para celebrar el cumpleaños de Ben. La celebración se transformó en una pesadilla.
"De repente vimos explotar morteros y empezamos a correr hacia nuestro auto", cuenta Gali.
Ben Biniamín (a la derecha) y su prometida, Gali Segal, hablan con Canal 12 desde el hospital, 17 de noviembre del 2023 (Captura de pantalla del noticioso de Canal 12, usado en concordancia con la cláusula 27 a de la Ley de Derechos de Autor).
La pareja y una amiga, Shani, subieron al auto y comenzaron a viajar, pero otras personas les advirtieron que no siguieran adelante. Vieron que había un refugio en el camino y un policía les indicó que entraran.
El pequeño refugio estaba lleno de gente que se apretujaba adentro tratando de mantenerse a salvo. Ben y Gali escucharon que los disparos se acercaban cada vez más. La gente gritaba. Los terroristas dispararon contra la gente que se agolpaba a la entrada del refugio.
"Yo empujé a Ben y a Shani hacia abajo para que no recibieran un disparo", dice Gali.
Ben agrega: "Varios minutos después del tiroteo, vi una granada"
Entonces hubo una gran explosión.
"Pensé que no teníamos ninguna probabilidad de salir de allí", dice Ben.
"Debemos haber quedado inconscientes", agrega Gali.
Cuando abrieron los ojos, todo era oscuridad.
Gali relata: "Recuerdo que vi a Shani salir del refugio y hablar por teléfono. Ella dijo: 'Gali y Ben están heridos, me parece que están muertos. No sé si salir corriendo o quedarme acá". Yo no podía llamarla, no podía hablar".
Muchos resultaron heridos en la explosión. Rodeada de gritos pidiendo ayuda, Gali comenzó a tantear su cuerpo.
"Fue un shock terrible. Grité: ¡No tengo una pierna!' Ben estaba a mi lado y me dijo: 'Cuida tus fuerzas, no grites'. Entonces agregó: 'Si este es nuestro destino, si esto es lo que debe sucedernos, por lo menos estamos juntos'. Sentí que era el fin".
En ese momento, un oficial del equipo de seguridad del festival llegó al refugio. Él intercambió disparos con un terrorista que todavía estaba allí y logró entrar. Muchas personas gritaban pidiendo ayuda.
"Gracias a él estamos aquí", dijo Gali. "Si no hubiera llegado en ese momento exacto y controlado la situación como lo hizo, no estaríamos aquí".
El oficial detuvo los autos que escapaban del festival y les pidió que llevaran a los heridos hacia las ambulancias que esperaban en la entrada.
Cuando sacaron a Gali y a Ben del refugio y los llevaron a las ambulancias, ninguno sabia si el otro seguía vivo.
Gali dice: "Todo el tiempo en la ambulancia estaba en shock, no paraba de gritar. Cuando llegamos al hospital le preguntaba a todo el mundo: '¿Dónde está Ben?'".
Ben recuerda: "Cuando llegué al Centro Médico Soroka, mis signos vitales eran muy bajos. No pensaron que fuera a sobrevivir".
Cuando llevaron a Gali a una habitación, ella vio a Ben en una cama cercana. También él la vio y ambos comenzaron a llamarse.
"En el momento en que entendí que ambos estábamos vivos sentí un gran alivio", dice Gali.
Su alegría se vio oscurecida cuando supieron que ambos habían perdido la pierna derecha.
Dos días más tarde, Ben y Gali fueron transferidos al Hospital Hilel Yafe en Jedera. En las semanas siguientes, Ben fue sometido a tres cirugías y Gali a siete. Durante ese tiempo, permanecieron juntos en el hospital, apoyándose mutuamente, ayudándose a aceptar sus pérdidas y a enfrentar el dolor físico y emocional.
Lentamente comenzaron a enterarse del espantoso ataque terrorista de Hamás. Su amiga Shani fue declarada como desaparecida y después la encontraron muerta.
El equipo del hospital hace todo lo posible para ayudar a la pareja a recuperarse, brindándoles atención médica y organizando una ceremonia de separación de jalá en el departamento.
Gali y Ben siguen pensando en su boda, pero tienen un largo camino por delante.
Ben dice: "Miramos por la ventana y vimos dos canchas de fútbol. Las vi y empecé a llorar. Es como perder aquello en lo que invertí toda mi vida… Creo que todavía no lo he asimilado".
Después de estar un mes en el hospital, la pareja fue transferida al departamento de rehabilitación de Tel HaShomer, donde están muy ocupados con su fisioterapia. Esta no es exactamente la forma en que pensaron pasar su compromiso.
"Hay momentos en los que me siento optimista y digo que es sólo una pierna, no gran cosa. Y hay otros momentos en los que pienso que ya no soy yo", dice Gali.
Foto: Vocero del Centro Médico Hilel Yafe
Siendo la única pareja en el centro de rehabilitación, donde se están recuperando decenas de heridos en esta guerra, Ben y Gali tienen algo único: se tienen el uno al otro. E incluso si todavía no eligieron un salón de fiestas o qué canción quieren cuando entren a la jupá, saben que quieren entrar caminando, con piernas ortopédicas.
"¡Esa es la meta!", dicen ambos.
"En medio de toda esta oscuridad, este es mi único rayo de luz. Esta es nuestra pequeña victoria", afirma Gali.
Este artículo está basado en un video de StandWithUs.
Imagen principal: Hillel Yaffe Medical Center.
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