En la mayoría de las experiencias que tenemos hay tres etapas: inspiración, pérdida de inspiración y luego, sólo si podemos lograrlo, un nuevo y más alto nivel de inspiración que, a diferencia del primero, nos hemos ganado y no recibimos de regalo.
Por ejemplo, imaginen a un niño de Canadá a quien le encanta el patinaje sobre hielo. Día tras día, él sale a patinar sobre hielo hasta que sus padres tienen que arrastrarlo a casa para la cena. Para él, patinar es la cosa más natural y fácil del mundo. Le encanta, es excelente patinando y no hay nada que desee más que patinar todo el tiempo. Esta es la primera etapa.
Eventualmente, él se une al equipo olímpico. De pronto ya no es el mejor en la pista. Se levanta a las 4:30 de la madrugada, come cosas que no le gustan y tiene largos, difíciles y aburridos entrenamientos. Su entrenador grita mucho. Decide que ya no le gusta el patinaje. Esta es la siempre desalentadora segunda etapa.
La segunda etapa es como el maror, la infame “hierba amarga” del Séder de Pésaj. El maror es el “muro”, la sensación de que has avanzado lo máximo que puedes en un proceso, ya sea un matrimonio o una maratón. Hay un deseo terrible de renunciar y acabar con el asunto. A veces, empacar realmente es la mejor opción, pero a menudo no logramos entender que una victoria increíble está a nuestro alcance si tan sólo logramos aguantar y llegar a la tercera etapa.
La tercera etapa es cuando recuperamos nuestro placer original y la alegría inicial, pero esta vez experimentados a través del espejo retrovisor de una batalla ganada con dificultad. Comprendemos que donde comenzamos en la primera etapa era un poco simplista y subdesarrollado, y ahora estamos más cómodos (y con más confianza) como verdaderos maestros de nuestra empresa. En definitiva, el maror/la semiamargura de la segunda etapa resultó ser un "entrenador" duro pero afectuoso que nos ayudó a desarrollar nuestro verdadero potencial.
El maror es una hierba amarga que se come en el Séder de Pésaj. La costumbre de qué hierba comer varía de familia a familia. Algunos comen rábano picante y otros lechuga romana o endivias.