¿Por qué esta familia judía vive en una casa rodante?

07/04/2024

4 min de lectura

Los Benamou viajan por Florida en una casa rodante, educan a sus hijos en el hogar y disfrutan los paisajes locales. Por el momento, no planean cambiar sus planes.

En los últimos años cada vez más personas (en su mayoría de entre 20 y 30 años), abandonan sus departamentos o casas y viven en una van o una casa rodante. A veces se debe a razones económicas, pero muchos de ellos buscan la libertad y la aventura que ofrece este estilo de vida.

Shmuely y Sara Benamou, una pareja judía de Florida, se sintieron intrigados por la idea de vivir en una casa rodante con sus cuatro hijos de entre 6 y 2 años (todos con 18 meses de diferencia). Alquilaron su casa y empacaron lo que necesitaban para su aventura en casa rodante. Sara educa a los niños en casa y documenta sus lecciones poco convencionales en Instagram.

“Como una mamá que educa a sus hijos en casa, mi trabajo es proveer recursos y un ambiente rico para que mis hijos aprendan a través de la experiencia”, afirma. “Yo quería viajar y explorar más lugares, manteniendo al mismo tiempo la estabilidad para nuestros hijos. Por eso la vida en casa rodante es perfecta para nosotros. Dormimos en nuestras camas cada noche, pero cada dos semanas nos despertamos ante otro paisaje”.

La familia se queda en Florida porque Shmuely tiene trabajo allí y están conectados con amigos, comunidades y sinagogas. Además, el estado es perfecto para la vida en casa rodante.

“Florida es muy adecuada para las casas rodantes y tiene una abundancia de playas y naturaleza”, dice Sara. “Es exactamente lo que yo busco para mis hijos pequeños”.

Sara, que nació en Paris y estudio finanzas internacionales, se mudó a los Estados Unidos y estaba decidida a conquistar el mundo de los negocios. Trabajó en el sector inmobiliario y bancario en Nueva York y tuvo tanto éxito que decidió abrir su propia empresa. Creía que lo tenía todo planificado.

Pero tener hijos cambió sus prioridades. Al ver que su hijo mayor se sentía miserable en la guardería y a su segundo hijo llorando durante sus reuniones de negocios, hizo una pausa en su trabajo para enfocarse en la educación de sus hijos.

“Acepté mi vocación de educar en casa, conectarme con mi familia y estar presente y alegre”.

Desafíos y crecimiento

Hace tres años, los Benamou se mudaron de Nueva York a Florida. Vivieron en un departamento y luego en su propia casa por un año, pero decidieron que querían probar algo diferente. Ahí fue cuando comenzaron a viajar en su casa rodante, lo que trae tanto experiencias hermosas como desafíos.

Además de tener que reservar zonas de camping con muchos meses de anticipación, también tienen que comprar los viernes suficiente comida kasher para que les dure una semana. Y es difícil hacer amigos de largo plazo. Pero ellos se mantienen positivos.

“Esos inconvenientes implican más oportunidades de aprendizaje”, dice Sara. “Los niños aprenden cómo funcionan las cosas y de dónde vienen las cosas. Aprenden excelentes habilidades porque los incluimos en cada paso del proceso”.

En uno de los videos, se ve a los niños lavando la ropa en una lavandería, andando en bicicleta, explorando un bosque, jugando a las cartas y trabajando con madera.

“Nuestra conexión familiar se fortaleció en formas que no puedo explicar. Pasamos más tiempo al aire libre, lo que significa mucho menos limpieza y más tiempo en familia”.

La familia también experimentó muchas experiencias memorables. Una vez, estaban nadando en los Cayos de Florida y vieron delfines saltando atrás de ellos, una magnifica vista para contemplar. Otra vez, se encontraron con un profesor de biología que se unió a su clase familiar sobre anatomía.

“Nos encontramos con muchos veteranos, y mi hijo está completamente obsesionado con habilidades de supervivencia, así que les hace muchas preguntas”, dice Sara. “Conocimos muchas personas increíbles”.

Los Benamou son parte de una cooperativa judía de educación en el hogar del sur de Florida, así que cuando están ahí, participan en ella. Y cuando llega Shabat, a veces deciden pasarlo con amigos.

“Estacionamos frente a la casa de nuestros amigos, cada uno cocina algo y comemos y jugamos juntos. No invadimos su espacio. Sólo estamos en su estacionamiento”.

“En las zonas de camping, hacemos largas caminatas, jugamos y comemos. Es muy relajante y pacífico”.

Sarah creció viajando cada verano. Su familia solía manejar desde Paris a Madrid, transportando todo un freezer lleno de carne kasher en un remolque conectado a su vehículo.

“Nuestra casa de vacaciones estaba en el medio de kilómetros de un viñedo. Esas fueron las mejores vacaciones de mi vida”.

Ahora, los Benamou esperan poder seguir en el camino por lo menos durante un año, pero Sara siente que será más.

“Definitivamente queremos viajar por los Estados Unidos. La pregunta es cuándo. Quizás lo haremos en uno o dos años”.

Sara no recomienda a todo el mundo la vida en una casa rodante. Ella hizo videos detallando los beneficios de educar en casa y también los contras. Cuando las familias deciden si este estilo de vida es para ellos, tienen que asegurarse que los pros son más que los contras.

“Prepara bien a tu familia antes de que el cambio ocurra. Discutan sobre sus intenciones, como el hecho de unirse más como familia y/o crear recuerdos inolvidables. Si estar juntos es uno de los valores principales de tu familia, entonces definitivamente lo recomiendo. Esta ha sido una increíble y rica experiencia de aprendizaje para todos nosotros”.

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