Transforma tu cuerpo, transforma tu vida

Ilana Muhlstein, autora con récord de ventas, nutrióloga y creadora de 2B Mindset, tenía un peligroso sobrepeso cuando era niña. Ella recuerda claramente estar sentada en un banquillo en la cocina una noche, viendo televisión y comiendo varios platillos de una orden de comida a domicilio de un restaurante. Su madre entró a la cocina y dijo, “¿Qué pasó? ¿Quién se comió todo? ¡Eso era para toda la familia!”.

Muhlstein estaba intentando anestesiar el dolor del divorcio de sus padres quienes se separaron cuando ella tenía tan solo cuatro años. “Había muchas peleas y caos todo el tiempo. La comida se convirtió en mi forma de obtener un poco de estabilidad. Y no tenía mucha supervisión porque mis padres estaban ocupados y ellos mismos no tenían la mejor relación con la comida tampoco”.

Comer era la forma de Ilana de anestesiar el dolor. Pero nunca la calmó realmente o la llenó internamente. Cuando Ilana tenía ocho años, la pediatra advirtió que su peso estaba fuera de lo normal y que esto le causaría un verdadero problema de salud. Ella sugirió que asistiera a Camp Shane, un campamento para perder peso.

Cada campista asistía a clases de nutrición obligatorias, toda la comida era medida y las campistas tenían que pesarse semanalmente.

“Perdí 13 kilos ese verano, pero los subí inmediatamente durante el año escolar”. Cuando mis padres vieron que había vuelto a subir de peso, me enviaron de regreso cada verano y así comenzó el circulo vicioso”. Ilana subió 9 kilos cada año hasta los 13 años.

“Uno sigue pensando que comer mejorará la situación de alguna forma, pero nunca es así”.

En octavo de primaria su clase estaba vendiendo galletas Oreo y jalá para juntar fondos. Ella estaba comiendo más de lo que estaba vendiendo, tragándose un panecillo de un tirón. Una barra de helado de snickers era su desayuno de rutina.

Ella llegó a pesar 97 kilos y no creía que podría perder peso. Seguía yendo al campamento solamente para complacer a sus padres.

La transformación

Ilana comenta que “la pérdida de peso, o mejor dicho, todo crecimiento, no puede venir de alguien externo. En mi consulta, si cualquiera me dice: 'Estoy aquí porque mi esposa quiere que baje de peso', les digo que regresen a casa. No puedes perder peso por alguien más; el deseo de cambiar tiene que provenir de adentro”.

Ilana comenzó queriendo hacer cambios en la secundaria porque quería juntarse con chicos y ponerse ropa diferente.

Ilana le rogó a sus padres regresar al campamento de pérdida de peso. “Estaba cansada de ser la chica 'gorda'. Ese verano bajé 13 kilos y estaba en 83 kilos. Cuando el campamento acabó decidí que nunca iba a regresar a la zona de 100 kilos. Mi única meta era no subir de peso”.

Ella se mantuvo y perdió otros 13 kilos durante la preparatoria y no los subió durante la universidad.

“Yo comía en cantidades y la mayoría de los programas para perder peso se tratan de medir y restringir. Yo no quería contar calorías, para mi era demasiado restrictivo. Mi meta con la pérdida de peso y con la vida en general es estar libre de negatividad”.

Eventualmente su motivación para perder peso se volteó hacia adentro. Ya no fue por los chicos, sino que, era una necesidad interna. Ella empezó a sentir que lo que estaba representando en su exterior estaba en directo contraste con quien ella era internamente.

“Yo quería tener una personalidad segura y amigable y esto era completamente incompatible con el cuerpo en el que estaba viviendo. Esta dicotomía se sentía incapacitante. Tenía que escapar de ella para que lo externo reflejara lo interno. Mi peso me impedía hacer tantas cosas. Estaba lista para liberarme”.

Hoy en día, Ilana ha perdido más de 45 kilos, tiene un floreciente negocio y escribió un libro récord de ventas. Sin embargo, estos impresionantes logros no tienen comparación con lo que ella considera su mayor momento de crecimiento.

“Yo sabía que quería convertirme en nutrióloga, pero no planeaba compartir mi historia de pérdida de peso. En esa época no había redes sociales. No era normal que la directora ejecutiva de la empresa compartiera su historia de vida. Y verdaderamente, me sentía avergonzada de mi pérdida de peso. No estaba casada y me sentía insegura de que si cualquier persona viera fotos mías de niña, no saldrían conmigo o no me querrían”.

Su punto de inflexión fue cuando estaba en una cita con el hombre que se convertiría en su esposo. “Tengo una confesión que hacer”, le dije. “Yo solía tener sobrepeso y perdí 35 kilos”.

“¡Huau!” dijo él. “¡Eso es increíble! Especialmente porque quieres ser nutrióloga”.

“Sí, solo que no voy a contarle eso a nadie”.

Su respuesta cambió la trayectoria de toda su vida. “¿Es broma? Las personas tienen que saber”.

Su estímulo es lo que gatilló lo que ella llama un “momento masivo de crecimiento”. Ella se dio cuenta de que, a través de compartir su historia y fotografías con sus clientes, eso le permitía relacionarse directamente con los clientes. Esto les ayudaría a adquirir confianza y motivación para superar sus metas de pérdida de peso.

Es por su historia que ella ahora tiene más de 2 millones de seguidores en redes sociales, principalmente en Instagram y TikTok. “Estoy tan agradecida de tener la oportunidad de ayudar a tantas personas y de hacer un impacto en el mundo”.

Los famosos mantras de Ilana

“Agua primero, más verduras”.

“Más agua, más pérdida de peso”.

“Mejor en la basura que en tu cintura”.

“Cena y listo”.

Con un nuevo libro en camino, lo que motiva a Ilana a seguir adelante es su deseo de ayudar a otros a alcanzar sus metas.

“No se trata de lucir un bikini. Se trata de mejorar tu calidad de vida. Tener sobrepeso es más difícil para el cuerpo. Yo tenía dolor de espalda a los 12 años. Tan pronto como perdí peso el dolor de espalda desapareció. Quiero darles a otras personas el regalo de una vida mejor y más sana”.

Cada día Ilana recibe un mensaje de texto que alguien perdió 45 kilos a través de su programa. Una mujer llamada Natasha Perehson lanzó su propia carrera con millones de seguidores escribiendo sobre su trayecto.

Ella le aconseja a otros que se enfoquen solamente en un kilo a la vez. El comienzo de cualquier trayecto “imposible” es solamente enfocarse en un paso a la vez. “Después de un mes de pasos diarios miras hacia atrás y dices ‘huau, llegué tan lejos’”.

Ilana siente que “todos necesitamos sentir más determinación, ser más disciplinados y mucho más enfocados. Nuestra sociedad está bombardeada con distracción. La belleza de mi sistema es que no es la misma receta para todo el mundo. Aprendes las herramientas para perder peso de una forma que encaja con tu vida. Si puedes tan solo enfocarte en un sistema simple, sensible y sustentable, tendrás un éxito increíble y eso aplica para cualquier área de la vida. Mantente enfocado, acalla el ruido externo y lograrás cualquier cosa”.