Una historia de Pésaj en Jamaica

02/04/2023

4 min de lectura

Cómo los judíos de Jamaica celebran Pésaj como una gran familia, y una deliciosa receta de jaroset.

Los judíos y Jamaica. Puede que pienses que no hay muchas similitudes entre estas palabras o comunidades, fuera de que ambas comiencen con la letra "j".

Para la sorpresa de muchos, la comunidad judía ha sido una parte integral de la vida de Jamaica desde que llegaron los primeros inmigrantes judíos en 1530. Los primeros judíos que llegaron a Jamaica escapaban de la inquisición en España y Portugal. Ellos se establecieron en la Ciudad Española, más conocida como Spanish Town, que era entonces la capital de la Jamaica controlada por España.

Yo conversé con Sara Attias, una mujer judía que creció en Kingston, Jamaica, para aprender más sobre la vida judía en la isla, su infancia y las tradiciones sagradas que se practicaban en esa comunidad judía tropical. La familia de Sara formó parte de ese primer grupo de inmigrantes judíos que llegó a Jamaica. Ellos eran judíos de descendencia sefaradí y durante siglos han sido parte integral de la comunidad judía de Jamaica.

Puede que te preguntes por qué los judíos huirían de España sólo para ir a una isla controlada por España. ¿Acaso la vida bajo gobierno español en Jamaica era diferente a lo que era en España misma? Le formulé a Sara esta misma pregunta.

La familia de Sara siguió obligada a practicar su religión en secreto, pero tenían muy poco miedo de ser torturados o asesinados si los descubrían, algo que hubiera sido muy probable si se quedaban en España. La vida para los judíos de Jamaica siguió siendo relativamente secreta hasta 1665, cuando los británicos tomaron el control de la isla.

Con el gobierno español fuera de la isla, la comunidad judía pudo salir de sus escondites y practicar abiertamente su religión. La comunidad comenzó a construir sinagogas, escuelas judías y mercados kasher, y para 1720, alrededor del 18% de los habitantes de Jamaica eran judíos, contando con sinagogas incluso en las ciudades portuarias controladas por piratas. Si bien hoy queda sólo una sinagoga en la isla, hay 21 cementerios dispersos por todo el país, una señal de la a menudo olvidada historia judía.

En la actualidad, el Congreso Judío Mundial estima que la población judía de Jamaica es de entre 200 y 400 personas, la mayoría viviendo en Kingston y en una casa de Jabad en Montego Bay.

Sara recuerda con afecto su infancia en Kingston, y cuenta que su familia era tan numerosa que constituían una gran porción de la comunidad judía de Jamaica. Además, las personas que no estaban conectados técnicamente con ellos, de todos modos eran tratados como familia, especialmente para las festividades.

Al acercarnos a Pésaj, le pregunté a Sara cómo era la festividad en la isla. Ella me dijo: "Pésaj era la máxima experiencia de mi vida judía en Jamaica". Toda su familia se reunía en la casa de su tío en Stony Hill, un barrio en las afueras de Kingston. En total, asistían unas 150 personas, ¡casi la mitad de la población judía de Jamaica!

"Obviamente no nos sentábamos todos en la misma mesa, porque no había forma de acomodar en una sola mesa a 150 personas", comenta Sara riendo antes de describir las increíbles mesas del Séder. "Mi tío tenía una terraza gigantesca, y allí colocaban mesas redondas, como si fuera una boda… Todo bellamente acomodado con manteles blancos y bellas flores, y cada uno tenía su lugar". Sara describió cómo los Séders eran dirigidos por sus tíos en la mesa que estaba en el medio de las 150 personas, pero declara que nada puede compararse con su recuerdo del jaroset jamaiquino.

Jaroset jamaiquino, diferente a cualquier otro jaroset.

"El momento clave del Séder siempre era el jaroset". Sara fue suficientemente amable como para compartir conmigo la receta de jaroset de su familia. Repleto de dulces frutas tropicales, se forman bolitas y se las pasa por canela. Esto es diferente de cualquier jaroset que haya probado en mi vida. Después de probar la receta, entiendo por qué Sara tiene recuerdos tan fuertes asociados con el jaroset.

Mientras conversamos, comencé a pensar sobre alimentos tradicionales de Jamaica. Gran parte de lo que comen surge de la isla. Es fresco, natural y (la mayor parte) es kósher para Pésaj. Plátanos fritos, curry jamaiquino, pollo jerk… naturalmente todo kósher para Pésaj. Entonces descubrí una receta para un pan tradicional de Jamaica llamado Bammy, hecho con harina de mandioca (yuca), que lo hace kósher para Pésaj.

Bammy o pan jamaiquino.

El pan se sumerge en leche de coco antes de freírlo u hornearlo y tiene una textura deliciosa que es un fuerte contraste con la matzá seca y crocante a la que estamos acostumbrados.

Ahora tengo la fortuna de compartir con ustedes estas recetas de Pésaj con inspiración jamaiquina. Donde sea que celebren Pésaj este año, espero que estas recetas de jaroset y de Bammy les lleven calidez y conexión con las islas.

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