Carta abierta a un soldado israelí

26/10/2023

3 min de lectura

Hasta la semana pasada, nunca había escuchado tu nombre. Esta semana, lo he mencionado muchas veces al día, con una plegaria sincera.

Querido Noam ben Idit

No sé nada de tí, excepto tu nombre y el hecho de que eres un soldado del ejército de Israel, arriesgando tu vida para proteger al estado de Israel y al pueblo judío.

Me pregunto si eres apenas un poco mayor que mi propio hijo adolescente, o si eres un hombre maduro, casado, que tiene una esposa que ahora está sola en casa, con sus hijos.

Recibí tu nombre a través de un sitio web llamado sharejustonething.com, que te conecta con el nombre de un soldado en las líneas del frente y te alienta a adoptar un acto de bondad para que sirva como mérito para ayudar a proteger a tus hermanos y hermanas en Israel.

Yo elegí algo suficientemente pequeño como para poder mantenerlo pero suficientemente difícil como para sentir que mis actos tengan un impacto. Quise trabajar para superar mis propias batallas internas mientras tú luchas tus batallas.

Decidí trabajar en controlar mi enojo, sólo una vez al día.

Ahora cuando mis hijos presionan todos mis botones, cuando alguien hace algo muy molesto y cuando el cajón del baño no se abre sin importar cuánto necesito lo que hay adentro, en vez de reaccionar, hago una pausa.

Si importar con cuánta fuerza desee responder con enojo, pienso en ti, Noam ben Idit, y en cambio rezo pidiendo que estés a salvo.

Si importar con cuánta fuerza desee responder con enojo, pienso en ti, Noam ben Idit, y en cambio rezo pidiendo que estés a salvo.

En vez de reaccionar con enojo, me detengo y digo: "Dios, por favor, protege en este mismo momento a Noam ben Idit".

Mi pequeño acto crea una dosis de energía espiritual que se dirige hacia ti. El judaísmo cree que, metafísicamente, todas las almas están conectadas. Cuando alguien hace un buen acto en Londres, Los Ángeles o Toronto, eso afecta al pueblo judío en todo el globo.

Cuando un alma del pueblo judío toma una elección positiva, todos nos elevamos.

Imagino que cuando conquisto mi energía eso influye en tu seguridad. Veo mi mitzvá y mi plegaria rodeándote y protegiéndote. Mi fuerza puede ser tu fuerza.

Noam, sé que el objetivo era darte a ti fuerza y poder, pero tú me has dado una nueva fuerza y propósito.

Cuando algo me provoca enojo, recordar tu nombre hace que todo se diluya. ¿Cómo puedo enojarme cuando hay jóvenes luchando por sus vidas y por las vidas de todos los judíos? ¿Cuando hay 199 rehenes cautivos en Gaza?

Saber que tú te esfuerzas al límite física y mentalmente me da fuerzas para evitar reaccionar.

Mi abuelo luchó en el ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. En un momento, su grupo llegó a un campo minado. Frente a ellos había una casa con una valla blanca, decorada con flores. Se veía inocente y atractiva.

Su comandante le dijo que siguiera adelante y abriera la puerta. Algo provocó que mi abuelo ignorara esa orden. Él tuvo una premonición y se negó a abrirla.

Resultó que la puerta estaba sobre una mina. Yo estoy hoy aquí porque se evitó esa explosión.

Mi plegaria ferviente es que puedas evitar todas las explosiones, que vuelvas a tu familia, y construyas generaciones para el pueblo judío que sean fuertes y poderosas, física, emocional y espiritualmente.

Que todos podamos superar sólo una cosa en nosotros mismos para luchar juntos esta guerra.

Tu batalla, Noam ben Idit, es mi batalla.

Gracias por tu coraje. Por favor, recuerda que todo el pueblo judío está rezando por tu seguridad, y suplicándole a Dios con palabras, acciones y con caridad para que tú y todos los soldados regresen a salvo a casa.

Con admiración y aprecio

Sara Pachter

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.