En Israel, reviviendo la masacre de 1941 en Bagdad

05/11/2023

8 min de lectura

Mientras temblaba en el refugio antibombas en las afueras de Tel Aviv cuando un misil disparado desde Gaza venía en camino, Oria Jackson recordó otra masacre terrorista, hace 82 años en su lugar de nacimiento: Bagdad, Irak.

7 de octubre del 2023. Guivataim, un suburbio de Tel Aviv. Las sirenas comenzaron a sonar señalando que llegaba un misil desde Gaza.

Oria Jackson corrió a la habitación protegida de su departamento, en el último piso de un edificio de siete pisos.

Ella no podía dejar de pensar en la espantosa masacre de 1.400 judíos cometida por Hamás y el rapto de 230 israelíes y extranjeros ese mismo día.

Oria Jackson

Temblando en el refugio antibombas, Oria recordó otra masacre terrorista, hace 82 años en su lugar de nacimiento: Bagdad, Irak. Durante los dos días de farhud ("desposesión violenta" en árabe), turbas de árabes empuñando espadas, hachas y armas de fuego invadieron miles de hogares judíos, violando, saqueando y masacrando.

Los pensamientos de Oria sobre los cuerpos mutilados, desde Bagdad hasta Gaza, se funden en una mezcla espantosa. Y de repente… ¡BOOM! Un misil procedente de Gaza impactó el tejado del edificio de Oria, a pocos metros de donde ella estaba sentada. El impacto y la explosión enviaron ondas de choque, cristales rotos y esquirlas de metal por todo su departamento.

La habitación protegida, hecha de concreto y acero, la salvó de una muerte violenta.

"Crecí escuchando detalles sangrientos de mis padres y de mis seis hermanos que vivieron el espantoso farhud, pero nunca imaginé que sucedería lo mismo acá en Israel", dijo Oria a AishLatino.

El departamento demolido de Oria Jackson en Guivataim.

Un pacto con Hitler

Antes del Farhud, Bagdad contaba con la comunidad judía más rica del mundo. Los judíos dominaban la banca, el comercio, las leyes y el gobierno, y constituían más de un tercio de la población de la ciudad. Los judíos habían vivido pacíficamente en Irak durante 2.500 años. El Talmud de Babilonia se desarrolló en lo que hoy en día es Irak.

Todo eso cambió con la Segunda Guerra Mundial. Los británicos controlaban las enormes reservas de petróleo de Irak, un recurso que Hitler codiciaba para sus planes expansivos: primero conquistar Rusia y luego el Medio Oriente, exterminando a todos sus judíos. Para ello, las tropas del general nazi Erwin Rommel se posicionaron en Egipto.

Una familia judía en Irak, circa 1925

Hitler encontró un socio bien dispuesto en el gran muftí Haj Amin al-Husseini, el líder musulmán que se oponía violentamente al establecimiento de un estado judío (y hasta la fecha el padre ideológico del movimiento islamista que busca aniquilar a Israel). Cerca de un millón de judíos vivían en tierras árabes, y el muftí temía un éxodo masivo de todos esos judíos a Israel. La propuesta del genocidio de Hitler era una conveniente solución final.

El muftí forjó una estrecha alianza con Hitler y visitó la Alemania nazi para aprender la técnica de los guetos, los pogromos y los campos de concentración.

Bajo la dirección de Hitler, el muftí transmitía cada día una transmisión de radio pro-nazi al mundo musulmán e implementó una cruel campaña antijudía en los medios de comunicación y las escuelas iraquíes. La embajada alemana en Irak compró el periódico "Mundo árabe" (Al-alam Al-arabi) y lo llenó de propaganda de odio contra los judíos como "alimañas infrahumanas" y el "enemigo traicionero". "Mein Kampf", "Los protocolos de los sabios de Sion" y los escritos antisemitas de Henry Ford fueron traducidos al árabe y ampliamente distribuidos. El movimiento juvenil iraquí Futtuwa se estableció basándose en el modelo de las juventudes hitlerianas. En los mercados de Irak había carteles que declaraban: "Dios (Alá) es tu amo en el Cielo; Hitler, tu amo en la tierra". El segundo nombre de bebé más popular en Irak, después de Mahoma, era Hitler.

Adolf Eichmann, en una visita en tiempo de guerra a Palestina, se enorgulleció por cómo "las banderas nazis flamean en Palestina y decoran sus casas con esvásticas y fotos de Hitler".

El oficial SS de alto rango, Dieter Wisliceny, testificó posteriormente en los juicios de Núremberg: "El muftí fue uno de los iniciadores de la exterminación sistemática de los judíos de Europa, y fue un colaborador y consejero de Eichmann y Himmler en la ejecución de este plan… él fue uno de los mejores amigos de Eichmann y constantemente lo incitaba a acelerar las medidas de exterminación".

El gran muftí en un encuentro con Hitler

La masacre Farhud

Para los judíos de Bagdad, la situación llegó a punto de ebullición el 25 de mayo de 1941, cuando Hitler emitió la orden 30 de "adelantar en el Medio Oriente apoyando a Iraq".

Una semana más tarde, en la víspera de la festividad judía de Shavuot, decenas de miles de nazis-musulmanes sedientos de sangre, salieron a las calles de Bagdad, jurando lealtad al muftí y a Hitler y gritando: "¡Cutal al iehud – masacren a los judíos!"

Los delincuentes árabes fueron de puerta en puerta, atacando todos los hogares y negocios judíos de Bagdad. (El muftí se había preparado para la masacre ordenando que pintaran una hamsa roja en todas las propiedades judías). Durante los dos aterradores días de Shavuot, los árabes saquearon y demolieron cientos de casas y comercios judíos, violando y asesinando a cientos de hombres, mujeres y niños judíos.

El farhud fue la versión del Medio Oriente de Kristallnacht, y mostró cómo el odio de Hitler hacia los judíos se había difundido al mundo musulmán.

En el momento del farhud, Carmela Zelja, la hermana de Oria, tenía cinco años.

"Cuando comenzó la violencia, empujamos todos los muebles contra la puerta de entrada para evitar que la turba pudiera entrar a la casa", contó Carmela a AishLatino. "Mi abuelo le pagó a un policía árabe para que montara guardia fuera de la casa y la protegiera. Yo era una niña, pero recuerdo haber escuchado a los adultos hablando de cómo los árabes, con sus grotescas formas de asesinar a los judíos, incluso habían superado el sadismo de los nazis".

La turba árabe durante el pogromo farhud.

El sionismo clandestino

El farhud fue una llamada de atención para los judíos de Bagdad, que comenzaron a comprender que después de milenios de pacífica existencia en Irak, sus días estaban contados. Entonces se formó un movimiento clandestino, Tnuá, para enseñar en secreto a los judíos iraquíes los fundamentos del sionismo y del idioma hebreo.

Iehudá David, el hermano mayor de Oria y Carmela, se convirtió en uno de los líderes de Tnuá y dirigió sus sucursales en varias ciudades iraquíes. Iehudá obtuvo armas (rifles, pistolas y granadas) para proteger a la familia en caso de que hubiera otro pogromo.

"La policía siempre estaba buscando a los sionistas", explicó Carmela. "Una vez, vino un policía a nuestra casa, por lo que mi hermano rápidamente escondió las armas debajo de unas tablas del suelo. La policía revisó nuestra casa durante horas, pero mi tía se paró sobre el lugar donde las armas estaban ocultas, y no se movió durante todo ese tiempo".

Iehudá David, uno de los líderes de Tnuá, la organización sionista iraquí clandestina.

Cruzar la frontera ilegalmente

La situación para los judíos iraquíes se volvió siniestra en 1948 cuando, tras la declaración de independencia de Israel, Irak declaró la guerra contra el estado judío. El gobierno iraquí restringió los derechos civiles de los judíos y despidió a muchos empleados estatales judíos. Jóvenes judíos y empresarios judíos bien conectados fueron arrestados, torturados y/o ahorcados públicamente. Los judíos iraquíes, al comprender que el farhud era más que un simple incidente aislado instigado por la propaganda nazi, intentaron partir de forma masiva hacia Israel.

Pero las rutas de escape para salir de Irak eran lentas y traicioneras.

Herzel Hatka creció en Khanaqin y se convirtió en un activista de Tnuá cuando tenía 17 años, haciendo cruzar ilegalmente a los judíos la frontera hacia Irán. Estas actividades constituían un crimen capital, y cuando un contrabandista musulmán "reveló secretos", Herzel y su hermano George (también un activista de Tnuá) entraron en la lista de "buscados" de la policía y se vieron obligados a esconderse.

Herzel dijo a AishLatino: "Logramos transmitir un mensaje a la oficina central de Tnuá en Bagdad, pidiendo ayuda. Iehudá David estaba a cargo de nuestra sucursal, y su tía vivía en Khanaqin, lo que le daba la libertad de visitar la ciudad sin despertar sospechas. Después de escondernos durante algunas semanas en el ático de una casa, Iehudá llegó para ayudarnos a escapar".

Ellos desarrollaron un plan: Herzel y George se disfrazarían de mujeres beduinas, usando velos negros y túnicas. Así huyeron en tren desde Khanaquin a Bagdad, y luego cruzaron la frontera a Irán, llegando eventualmente a Israel.

El escape de Carmela

Carmela, la hermana de Iehudá, hizo aliá a Israel en 1949, cuando tenía 13 años.

"Dejé a mi familia y viajé con un pequeño grupo de niños, para no despertar sospechas. No pudimos llevarnos nada. Primero viajamos en tren a Basora, luego en una lancha a motor cruzamos el río Shatt Al-Arab que constituye la frontera entre Irak e Irán. Fue un viaje muy peligroso. Si nos hubieran atrapado, habría sido el final".

Después de llegar a Irán, Carmela fue enviada a Teherán, donde permaneció en un campamento improvisado ubicado en un cementerio. Desde allí, voló a Israel y la colocaron en un kibutz con otros jóvenes que habían sido separados de sus familias. Uno por uno, todos los hermanos de Carmela lograron llegar a Israel.

Eventualmente, el gobierno iraquí permitió que los judíos partieran del país con la condición de que dejaran todo su dinero, sus propiedades y sus bienes. Los padres de Carmela poseían propiedades valiosas en Bagdad. Ellos quisieron vender sus propiedades, pero nadie quería comprarlas porque apenas ellos partieran, quedarían a su disposición gratuitamente.

En 1951, los padres de Carmela llegaron sin un centavo a Israel, y la familia pudo reunirse. Ellos vivieron en tiendas (Mabarot) hasta que pudieron pagar un departamento. Eventualmente, abrieron un restaurante en Jerusalem.

Para el año 1951, el 90% de la comunidad judía de Irak había inmigrado a Israel.

Judíos volando desde Irak a Israel, 1951

Sobrevivientes del Holocausto

Una posdata interesante: con la propaganda nazi legitimando el asesinato de los judíos de Irak, los sobrevivientes del farhud fueron designados por el gobierno israelí como "sobrevivientes del Holcoausto", lo que les permitió recibir diversos beneficios.

Monumento en Ramat Gan, Israel, en memoria de los judíos asesinados en el farhud.

Orit, cuyo departamento fue destruido por un misil de Gaza el 7 de octubre, dice que ella no se sorprendió por las atrocidades cometidas por Hamás. "El farhud me inculcó una desconfianza emocional. Siempre supe que existe el potencial de una masacre. Pero nunca imaginé que 82 años más tarde, yo experimentaría una repetición del farhud aquí, en Israel".

Nuestro agradecimiento a Java Levin, Nóaj Omri Levin y Dalia Schwartz por su generosa ayuda para relatar esta historia.

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