Las palabras pueden cambiar tu cerebro

03/07/2023

3 min de lectura

Pinjas (Números 25:10-30:1 )

En su libro "Words Can Change Your Brain" (Las palabras pueden cambiar tu cerebro), los doctores Andrew Newberg y Mark Robert Waldman describen la investigación que realizaron sobre el impacto dañino que tienen las palabras negativas sobre nuestro cerebro. Ellos usaron un escáner fMRI para registrar la actividad cerebral de los participantes mientras eran expuestos a palabras negativas, tales como "¡No!". Descubrieron que la amígdala libera hormonas y neurotransmisores que producen estrés e interrumpen las actividades cerebrales regulares que ayudan al pensamiento lógico y a la comunicación efectiva.

Incluso una simple palabra o frase negativa, cuando se prolonga durante largos períodos de tiempo, puede dañar estructuras cerebrales claves que regulan la memoria y las emociones. Verbalizar la negatividad provoca que se liberen todavía más sustancias químicas de estrés, tanto en el que habla como en quien lo escucha. Las palabras pueden cambiar las estructuras de nuestro cerebro, alterando la forma en que nos percibimos y cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo.

Rav Tzadok HaCohen de Lublin señala que las tres haftarot que se leen durante las tres semanas previas a Tishá BeAv comienzan con palabras diferentes pero relacionadas. La primera semana comienza con "Divrei", la segunda con "Shimú", y la última con "Jazón". Estas tres palabras corresponden a dibur, shmiá y reiá, es decir 'hablar, escuchar y ver'. El mensaje y la tarea para esta semana es enfocarse en reconocer la importancia del habla y mejorar la forma en que la utilizamos en nuestra vida cotidiana.

Sabemos que cuando el versículo en Génesis dice que Dios insufló aliento en la nariz del hombre y lo convirtió en néfesh jaiá, Ónkelos traduce esta expresión como rúaj memalelá, un 'espíritu que habla'. De acuerdo a este enfoque, el habla define y distingue a los humanos de otras criaturas. El Maharal explica el acto del habla como la síntesis del cuerpo y el alma. Rav Akiva Tatz escribe que esta es la razón por la que nuestra voz se origina en el cuello, en la unión de la cabeza (que representa al alma) con el resto del cuerpo.

La centralidad del habla en nuestra vida espiritual es aludida en la narrativa de la parashá Pinjas y las parashiot que la rodean. En la parashá Balak leemos sobre el intento de Bilam de maldecir al pueblo judío con palabras. Si bien ese intento fracasó, en la parashá Matot se nos informa que Bilam fue el responsable de influir sobre los actos licenciosos descritos al final de la parashá Balak, que llevaron al acto heroico de Pinjas, la consecuencia de lo que se presenta en la lectura de esta semana. Como castigo por sus actos, Bilam fue asesinado "be jerev", con una espada. Rashi comenta que Bilam originalmente llegó para provocar a los hijos de Israel usando la misma especialidad de las tribus, es decir, el habla.

Los hijos de Israel servían a Dios a través de la plegaria y Bilam tuvo el atrevimiento de tratar de usar el poder negativo del habla (la maldición) para destruirlos. Como consecuencia, los hijos de Israel mataron a Bilam no con su habitual modo de habla, sino con el arma favorita de las otras naciones: una espada.

Hacia el final de la parashá Pinjas encontramos los detalles de diversos sacrificios que se llevaban al Mishkán, el Tabernáculo. Una función importante de los sacrificios era proveer expiación a los pecados. En un pasaje fascinante, el Talmud presenta un diálogo entre Abraham y Dios, donde Abraham está preocupado por lo que ocurrirá si el pueblo judío llega a pecar. Dios le asegura que no serán destruidos como la generación del diluvio, porque tienen sacrificios que brindan expiación. Abraham responde que eso está bien mientras tengan un Templo a donde puedan llevar sacrificios, ¿pero qué ocurrirá después? Dios le responde que estudiar y recitar los pasajes relativos a los sacrificios les proveerá la expiación necesaria.

Si bien no podemos negar que nuestras palabras tienen el poder de cambiar a nuestro cerebro, su significado no se detiene allí. Cuando recitamos la Torá, eso nos brinda expiación, Nuestras plegarias nos caracterizan como el pueblo judío. Nuestra habla nos define como seres humanos. Al acercarnos a la primera de las tres semanas, trabajemos para mejorar nuestra habla y usemos el poder de nuestras palabras para propósitos significativos.

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