Una estudiante judía tiene miedo de ir a su universidad
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Información vital que desacredita cinco nuevas difamaciones contra Israel a medida que la guerra se intensifica.
En el artículo anterior 5 grandes mentiras sobre la guerra de Israel con Hamás confrontamos las calumnias, verdades a medias y mentiras descaradas sobre la actual guerra entre Israel y Hamás. A medida que la guerra avanza, aparecen nuevas mentiras en los medios de comunicación. Aquí hay otros cinco mitos sobre la guerra y los hechos que necesitas para poder discutir sobre ellos de forma efectiva.
En las protestas que hubo por todo el mundo se escuchó cantar: "Israel, Israel, no puedes esconderte: te culpamos de genocidio". Algunas figuras influyentes hicieron eco de esta acusación sin ninguna base. Esta calumnia tergiversa y menosprecia el concepto mismo de genocidio. Deliberadamente confunde el uso cínico de escudos humanos por parte de Hamás en su guerra contra Israel como evidencia de crímenes de guerra israelíes, e invierte hábilmente la concepción que la gente tiene de Israel (como una nación fundada después de un genocidio masivo de los judíos), acusándolo del mismo crimen que ayudó a dar lugar al nacimiento de Israel.
La Convención Internacional para la Prevención y el Castigo del Crimen de Genocidio de 1948 definió el genocidio como: "Crimen(es) cometido(s) con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". Esto suena muy parecido a Hamás, que está dedicado a la destrucción de Israel y a matar a los judíos de todo el mundo. Al luchar contra Hamás, Israel persigue objetivos militares, tratando de erradicar a Hamás (que fue definido como un grupo terrorista por los Estados Unidos, la Unión Europea, Gran Bretaña y otras naciones), y rescatar a los prisioneros israelíes mantenidos como rehenes en Gaza. La "intención" de Israel es la victoria militar, no la muerte de civiles.
¿Qué hay respecto al elevado número de civiles muertos en Gaza?
Hamás ha dado estimaciones extremadamente altas de las víctimas, lo cual, dada la cínica historia de mentiras de Hamás, probablemente (y es de esperar) sean cifras muy infladas. De acuerdo con Hamás, de alguna manera en Gaza murieron unos 10.000 civiles por los ataques aéreos israelíes, y la abrumadora mayoría de estas muertes son de mujeres y niños, no de hombres en edad de luchar. (Hamás prácticamente no ha publicado fotografías de ningún combatiente, a pesar de que Israel afirma haber matado a cientos de terroristas de Hamás que ocupaban puestos claves). El gran número de víctimas civiles en Gaza se debe al uso cínico que Hamás hace de su propio pueblo como escudos humanos. La OTAN observó que Hamás utiliza escudos humanos "disparando cohetes, artillería y morteros desde o en proximidad de áreas civiles densamente pobladas, a menudo desde o cerca de … escuelas, hospitales o mezquitas". La OTAN también declaro que "con esta forma de accionar, Hamás emplea un escenario en el que de todos modos ellos ganan: si efectivamente el ejército de Israel utiliza (medios militares) y el número de víctimas civiles aumenta, Hamás puede utilizar eso como un arma en la guerra legal que lleva adelante. Eso le permite acusar al ejército de Israel … y a Israel… de cometer crímenes de guerra" con la esperanza de que esas acusaciones lleven a sanciones internacionales contra el estado judío.
De hecho, los actos de Hamás están diseñados para maximizar la cantidad de víctimas civiles en Gaza. El cuartel principal de Hamás está ubicado debajo del hospital Shifa en la ciudad de Gaza, asegurando que cualquier intento de atacar a su cuartel militar conlleve una cantidad masiva de víctimas civiles. A pesar de encontrar los fondos necesarios para construir 500 km de túneles terroristas de alta tecnología por debajo de Gaza y reunir una gran cantidad de armas y productos militares, Hamás no construyó refugios antiaéreos ni un sistema de alerta de bombardeos en Gaza. De hecho, la forma en que los civiles de Gaza se enteran sobre los inminentes ataques militares es por el sistema de aviso previo de Israel para que los civiles puedan evacuar el lugar. Incluso entonces, Hamás a menudo evita que los civiles puedan evacuar el lugar, asegurándose que haya una gran cantidad de víctimas.
Por último, acusar a Israel de genocidio es una forma breve de pedir su destrucción. El historiador Robert Wistrich señaló que a los antisemitas les encanta llamar nazis a los judíos y a Israel: "Ellos explotan conscientemente la realidad de que el nazismo en el mundo de la postguerra se convirtió en la metáfora definitoria del mal absoluto. Y si los sionistas son 'nazis', entonces es una obligación moral luchar contra Israel. Esta es la conclusión de gran parte del antisionismo contemporáneo. En la práctica, esto se ha convertido en la forma más potente del antisemitismo contemporáneo". Acusar a los judíos de tener sed de sangre y buscar matar a los otros (especialmente a los niños), también aprovecha antiguos estereotipos antijudíos.
Los políticos y manifestantes de todo el mundo piden un cese al fuego inmediato para aliviar el sufrimiento de los civiles de Gaza. Poner fin a la lucha ahora mismo, sin ninguna demanda sobre Hamás para que dejen de construir su arsenal o para que libere a los 240 rehenes, no es un gesto humanitario: es entregarle la victoria a Hamás. (Imagina que en medio de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas aliadas se acercaban a Berlín, de repente hubieran aceptado un cese al fuego). En medio de una guerra, cuando los objetivos militares están a la vista (en el caso de Israel: terminar con el liderazgo y la capacidad de lucha de Hamás), pedir un cese al fuego es equivalente a pedir que Israel se rinda.
Pedir un cese al fuego es equivalente a pedir que Israel se rinda.
Un cese al fuego en este momento dejaría a Hamás en el poder, con su poder militar y su estructura de comando intacta. Sería una recompensa a Hamás por sus audaces ataques del 7 de octubre y daría una señal a los enemigos de Israel (y a las organizaciones terroristas de todo el mundo), respecto a que el occidente no tiene estómago para luchar contra ellos y detenerlos. De hecho, Hamás se jacta de que planeará muchos más ataques contra Israel como los del 7 de octubre. Detener los combates para permitir que Hamás se reagrupe y se fortalezca, para Israel es equivalente a un suicidio.
Los pedidos de cese al fuego para permitir que entren suministros a Gaza también dejan de lado el hecho de que los combatientes de Hamás cuentan con enormes reservas de alimentos, combustible y suministros médicos. ¿Por qué los manifestantes en Nueva York o en Londres no salen a las calles gritando para que Hamás comparta sus suministros con los ciudadanos comunes de Gaza? Es revelador que muchos de los pedidos más ruidoso por un alto el fuego (como el emitido recientemente por la Unión Europea), imponen a Israel la responsabilidad de dejar de luchar contra Hamás en Gaza, pero exigen muy poco de Hamás.
Finalmente, los pedidos de un cese al fuego inmediato ignoran que Hamás continúa atacando al estado judío. Desde el 7 de octubre, Hamás ha disparado contra Israel más de 7.000 misiles, hacia ciudades de todo el país. Hamás ha estado atacando a Israel en coordinación con otros aliados respaldados por Irán en la región: Hezbollá en el Líbano y el grupo combatiente hutí en Yemen (ambos financiados y controlados también por Irán). Los cohetes sacuden a Israel a diario, y más de 200.000 israelíes se han tenido que refugiar de sus hogares por los constantes y mortales ataques. Hamás ya quebró un cese al fuego el 7 de octubre. No hay ningún indicio de que vayan a observar ahora otro cese al fuego.
Algunos piden que Israel negocie con Hamás para poner fin a esta guerra. Esta es la postura del presidente de Turquía, Recep Tayiip Erdogan, que considera que Hamás es un movimiento político legítimo luchando una guerra justa. Sin embargo, la idea de negociar con Hamás es una fantasía. Siendo una organización terrorista financiada por Irán, los estatutos de Hamás establecen que "Hamás rechaza cualquier alternativa a la liberación total y completa de Palestina, desde el río hasta el mar". En otras palabras, todo el Israel actual, más las zonas actualmente controladas por la Autoridad Palestina. Los combatientes de Hamás creen que están involucrados en una guerra santa contra los judíos, y se proponen "matar" a todos los judíos del mundo. (La carta enmendada de Hamás en el 2017 eliminó parte del lenguaje más incendiario sobre los judíos y permitió la existencia de un estado palestino independiente durante un período provisional hasta que Israel pueda ser completamente destruido).
Hamás no acepta ningún compromiso ni coexistencia. En medio de la lucha actual, los oficiales de Hamás han reiterado su objetivo de borrar a Israel de la faz de la tierra, y prometieron llevar adelante ataques terroristas todavía más crueles que los del 7 de octubre. No se puede negociar con una entidad cuta meta es simplemente tu muerte y destrucción
Hoy en día, puede parecer que la opinión pública está completamente en contra de Israel. Sin embargo, las publicaciones en línea están desfasadas significativamente de la opinión pública real. La revista "The Economist" señaló: "A Israel le ha ido mucho peor en Internet que en las encuestas de opinión pública en general. Una encuesta entre los norteamericanos realizada por YouGov reveló el 20 de octubre la existencia de tres partidarios en favor a Israel por cada partidario palestino, un día en el cual en las redes sociales de Estados Unidos hubo el doble de publicaciones pro-palestinas que pro-israelíes. En Gran Bretaña, otra encuesta de YouGov reveló un apoyo equivalente para ambas partes ese mismo día, cuando los palestinos ganaron en las redes sociales británicas la batalla por un margen de seis a uno".
Mucha gente apoya a Israel en su lucha. En los Estados Unidos, el 65% de la población respalda a Israel en el conflicto actual con Hamás. La mayoría de las personas en Dinamarca, Francia, España y Suecia apoyan a Israel en esta guerra. Incluso en Gaza, la gran mayoría de los encuestados en una encuesta reciente declararon que no confiaban ni votarían por Hamás si tuvieran la oportunidad de hacerlo. Si bien en algunos entornos parece que el mundo entero reprende a Israel, la realidad es que gran parte de la opinión pública mundial está con Israel y apoya al ejército de Israel para que derrote al espantoso grupo terrorista Hamás.
El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, declaró erróneamente que Israel está dedicado a infligir un "castigo colectivo" a los civiles en Gaza. Él no es el único: esta odiosa calumnia fue repetida muchas veces, incluso en periódicos y organizaciones de caridad de todo el mundo. El pensamiento detrás de esta mentira es que Israel ataca o castiga a los civiles de Gaza por pura crueldad, para vengarse por los ataques de Hamás.
Pero la verdad es exactamente la opuesta: el ejército de Israel está dedicado a la espantosa tarea de luchar contra una organización terrorista despiadada que utiliza deliberadamente a mujeres y niños como escudos humanos. (En una terrible revelación reciente, los soldados israelíes que luchaban contra las fuerzas de Hamás en el complejo del batallón de Jabaliya informaron que cientos de mujeres y niños fueron enviados como escudo para proteger a los terroristas armados de Hamás).
Atacar blancos militares es muy diferente de un castigo colectivo destinado a dañar a los civiles. El "castigo colectivo" es definido en el Artículo 33 de la Convención de Ginebra de 1949 relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra: "Ninguna persona protegida podrá ser castigada por un delito que no haya cometido personalmente. Quedan prohibidas las penas colectivas y toda medida de intimación o terrorismo. Está prohibido el pillaje. Están prohibidas las represalias contra las personas protegidas y contra sus bienes". Esto parece una acusación contra Hamás, que desde el 7 de octubre a disparado miles de misiles contra Israel, apuntando a zonas residenciales; que torturó y asesinó a 1.400 israelíes y continúa manteniendo más de 240 rehenes israelíes, incluyendo bebés, niños. No combatientes y ancianos.
La tragedia de que Hamás utilice a su propio pueblo como escudos humanos, poniéndolos deliberadamente en peligro para avivar la indignación internacional contra Israel, no hace que la autodefensa de Israel sea inadmisible. El hecho de que el ejército de Israel advierta a los civiles sobre los ataques inminentes, debería silenciar la acusación de que Israel se dedica a castigar colectivamente a los civiles. Quienes realmente quieren ver protegidos a los civiles de Gaza deberían criticar el escandaloso peligro al que los somete Hamás y respaldar los intentos de Israel para liberar a Gaza de Hamás.
Las difamaciones contra Israel están inundando Internet, las universidades y los lugares de trabajo. Hacer frente a estas falsedades puede resultar difícil. Hablar en nombre de Israel puede resultar embarazoso e incluso peligroso. Sin embargo, en esta guerra todos hemos sido llamados a servir, ya sea luchando en el frente o batallando en las primeras líneas del discurso público.
No te quedes callado al leer mentiras sobre Israel y la guerra actual. Publica en las redes sociales. Lee periódicos israelíes en línea, infórmate sobre la situación geopolítica en Israel y defiende la verdad. Todos juntos podemos ayudar a eliminar estas y otras calumnias en la guerra mediática contra Israel y sus valores humanos.
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