6 datos judíos sobre la sandía

11/01/2024

6 min de lectura

La sandía se convirtió en un símbolo anti-Israel. Llegó la hora de reclamar esta fruta popular.

Las sandías emergieron como el último frente en el conflicto árabe-israelí. Desde el brutal ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre del 2023, esta fruta se convirtió en un símbolo de apoyo a los palestinos y sentimientos anti-Israel. Como señala el New York Times: "En las redes sociales , las sandías se usan como un símbolo para comunicar solidaridad con los palestinos... El emoji de la sandía aparece al lado de la bandera palestina en TikTok y X..."

El origen de esto es turbio. El New York Times entrevistó a varios líderes antiisraelíes y nunca llegó a entender cómo las sandías se convirtieron en un símbolo del sentimiento antiisraelí. La gente da diferentes versiones de una historia en la que un soldado israelí le dijo enojado a un grupo de artistas árabes que tenían prohibido usar cualquiera de los colores de la bandera de la OLP (rojo, verde, negro y blanco). En algunas versiones de esta historia legendaria y sin ningún fundamento, los artistas subvirtieron hábilmente la supuesta prohibición pintando sandías, que tienen los mismos colores que la bandera de la OLP.

El Washington Post señaló que ahora los manifestantes anti-Israel usan las sandías como un código en las redes sociales, "argumentando que eso es necesario para evitar que sus publicaciones sean suprimidas por las compañías tecnológicas que prohiben las publicaciones que convocan a la violencia".

La nueva politización de la sandía es una vergüenza. Las sandías son disfrutadas en el Medio Oriente por gente de todas las nacionalidades y religiones, y son demasiado deliciosas como para convertirse en un símbolo de odio antijudío. Aquí hay seis datos judíos sobre las sandías, desde la antigüedad hasta la actualidad.

1. Una delicia antigua

La sandía, en hebreo avatíaj, es originaria de África. Todavía crecen de forma silvestre en Sudán y países vecinos. La sandía, que originalmente era una fruta pequeña y amarga con una pulpa de un verde más pálido que la actual, comenzó a cultivarse hace unos 5.000 años en el norte de África, incluido el antiguo Egipto.

Se han encontrado semillas de sandía en ruinas de unos 5.000 años de antigüedad en Libia; dibujos de sandías adornan las tumbas de los antiguos egipcios, incluida la tumba del rey Tut. Por lo menos en una tumba del antiguo Egipto hay una versión de la forma cultivada moderna y no la variedad silvestre más pálida. Los arqueólogos consideran esto como una prueba de que la versión de las sandías dulces con pulpa de un color rojo intenso y una cáscara con rayas verde oscuro que disfrutamos en la actualidad se remonta a miles de años atrás.

Una sandía dibujada en una antigua tumba egipcia

2. La nostalgia por la esclavitud en Egipto y las sandías

Al igual que otros residentes del antiguo Egipto, los esclavos judíos comían sandía como una parte importante de sus dietas. Quizás la mención más famosa de las sandías en la literatura hebrea sea el episodio bíblico cuando el pueblo judío, tras haber sido liberados de la esclavitud de Egipto, se quejó diciendo que a pesar de que en Egipto eran esclavos, por lo menos allí tenían abundantes alimentos.

La sandía fue uno de los alimentos que extrañaban los israelitas. "Recordamos el pescado que comíamos gratis en Egipto, los pepinos, las sandías (avatijim), los puerros, las cebollas y los ajos" (Números 11:5), se quejaron los israelitas con Moshé.

3. La sandía en el Talmud

La sandía, una fuente nutritiva de vitaminas y agua, comenzó a cultivarse en el Medio Oriente, incluyendo a la Tierra de Israel, hace unos 3.000 años. En los restos de un mosaico en el norte de Israel se encontró la imagen de una sandía antigua, abierta y cortada, exhibida como parte de una fiesta.

El Talmud menciona la sandía en numerosas ocasiones, al parecer era una fruta comúnmente consumida en toda la Tierra de Israel. Para el pago de los diezmos, el Talmud agrupa la sandía con otras frutas dulces, como las granadas, las uvas y los higos. (Talmud de Jerusalem, Maasrot 2:4:1) La opinión del Dr. Harry Paris, investigador de la Organización de Investigación Agrícola de Israel, es que esto indica que las sandías se comían como postre en el antiguo Israel y que eran más apreciadas por su sabor dulce que por sus beneficios nutricionales. Él señala que los mosaicos israelíes indican que estas antiguas sandías dulces tenían una pulpa más anaranjada que el rojo de las sandías actuales.

Aunque es una fruta, la bendición judía para la sandía es la bendición que se dice para las verduras, ya que las sandías crecen en la tierra:

Baruch Atá A-Donai, El-oheinu Melej Ha-Olam, boré pri ha-adamá.

Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del Universo, que has creado el fruto de la tierra.

4. Los comerciantes judíos introducen la sandía a Occidente

Los comerciantes judíos introdujeron muchas frutas y verduras nuevas en Europa y América, incluida la sandía. El historiador gastronómico Gil Marks señala que “según algunos historiadores, los judíos medievales fueron quienes introdujeron por primera vez el cultivo de sandías en Francia”. ("Encyclopedia of Jewish Food", Gil Marks, 2010) En el Caribe, fueron los agricultores judíos quienes cultivaron sandías por primera vez en el Nuevo Mundo en el siglo XVII. Desde allí exportaban las sandías a Europa y América.

Las sandías recibieron un gran impulso en la década de 1960 en los Estados Unidos, cuando una mayorista de frutas judía, Frieda Caplan comenzó a comercializar una nueva variedad japonesa de sandías con muy pocas semillas.

Frieda Caplan

Frieda nació en Los Ángeles de padres que eran inmigrantes rusos judíos, y comenzó a trabajar en el comercio mayorista de distribución de frutas y verduras de la familia de su esposo en 1955. Frieda era una de las únicas mujeres en la industria y otros mayoristas solían enviarle representantes que vendían productos extraños o exóticos. Frieda tenía una habilidad especial para comercializar artículos nuevos (ella rebautizó a las grosellas chinas como "kiwi"), y muy pronto se convirtió en una importante vendedora de artículos inusuales. Frieda abrió su propio negocio de importación de frutas y verduras en 1962, ayudando a popularizar muchos productos que ahora se dan por obvio en los Estados Unidos, como la jícama, las uvas champán (Frieda inventó el nombre para reemplazar el de grosellas Zante), la calabaza espagueti y la “sandía sin semillas".

5. Innovaciones israelíes en la sandía

La sandía es uno de los alimentos más populares de Israel: más de un tercio de los israelíes la proclaman como su fruta favorita. Los israelíes comen alrededor de 119.000 toneladas de sandía cada año; esto equivale a 12 kilos por persona.

La producción de sandías de Israel se incrementó gracias a importantes innovaciones israelíes en el cultivo de esta fruta. Para crecer, las nuevas variedades israelíes requieren sustancialmente menos agua y fertilizantes. Israel también es pionero en el cultivo de sandías en interiores, protegiendo a las plantas de insectos y enfermedades. En una época, la sandía era sólo un placer de verano, pero ahora los productores israelíes cosechan sandías casi todo el año .

6. Sandía, al estilo israelí

Dada su ubicuidad en Israel, la sandía se utiliza en la cocina israelí para todo, desde ensaladas hasta sopas. Algunos hoteles y restaurantes incluso sirven mermelada de sandía como parte del desayuno. Sin embargo, la forma más popular de disfrutar la sandía en Israel es una importación que llegó a la Tierra de Israel junto con los inmigrantes judíos búlgaros: la ensalada de sandía que se disfruta con queso feta salado y desmenuzado o con queso búlgaro. Combinado ocasionalmente con menta fresca o albahaca, la salat avatiaj (“ensalada de sandía”) es uno de los platos más populares de Israel.

Jessica Halfin comparte una deliciosa receta de esta popular ensalada israelí:

Para 7 porciones

Ingredientes:

  • 2 ½ kilo de sandía sin semillas, quitar la corteza y cortar en cubos (aproximadamente unas 8 tazas)
  • 150 gr de queso feta
  • Una pizca de ralladura de cáscara de lima, aprox. La cáscara de ¼ lima pequeña
  • Jugo de 2 limas pequeñas
  • 10-15 hojas de albahaca
  • ¼ cebolla morada cortada en rodajas muy finas
  • Aceite de oliva para rociar
  • Pimienta negra recién molida, a gusto

Instrucciones:

  1. Prepara la sandía lavándola, quitándole la cáscara y cortándola en cubos del tamaño de un bocado. Corta el queso feta en cubos de ½ cm y reservar.
  2. Coloca la sandía en un tazón para servir y mezclar con ralladura y jugo de lima
  3. Lava, apila y enrolla las hojas de albahaca, luego córtalas a lo largo. Agrega la albahaca a la mezcla de sandía.
  4. Finalmente corta y agrega las cebollas a la sandía. Revuelve para combinar y agrega el queso feta. Rocía con aceite de oliva y cubre con pimienta negra recién molida a gusto. No revolver en esta etapa para evitar romper los trozos de queso feta.

Nota:

Prepara la ensalada aproximadamente una hora antes de servir para que se mezclen los sabores.

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