Receta de mandelbrot o 'pan de almendra'

Introducción por Yvette Alt Miller

Mandelbrot significa "pan de almendra" en ídish. Se hace formando una masa con sabor a almendra en forma de hogaza, horneándolo y luego cortándolo en rebanadas y horneando esas rebanadas una segunda vez. El tradicional mandelbrot judío tiene una relación sorprendente con los biscotti italianos; de hecho, las dos masas comparten un origen común.

Los biscotti, horneados dos veces, son duros y duraderos. El nombre proviene del latín (bis significa dos veces y coctum significa cocido) y podría indicar que el pan horneado dos veces tiene sus orígenes en los tiempos romanos.

Los cocineros italianos comenzaron a hornear biscotti dulces en la Edad Media. El historiador de alimentos Gil Marks señala que algunos historiadores creen que los primeros biscotti dulces fueron horneados por cocineros judíos en el gueto judío de Venecia. Estos biscotti originales tenían sabor a anís o nueces y se volvieron increíblemente populares no solo en Italia, sino también en Europa Central.

Los judíos adoptaron las galletas —utilizando el nombre en ídish mandelbrot— y pronto fueron consideradas una exquisitez judía. Una diferencia clave era el uso de aceite en lugar de mantequilla en el mandelbrot judío, para que pudieran comerse después de una comida de carne en Shabat y en festividades judías.

Después de que se inventara el bicarbonato de sodio a mediados del siglo XIX, algunos panaderos judíos comenzaron a agregarlo a su mandelbrot, lo que resultó en una galleta más ligera y esponjosa. En Estados Unidos, los cocineros comenzaron a sustituir las frutas secas o el chocolate por las almendras características del mandelbrot, dándole un sabor del Nuevo Mundo a esta clásica masita dulce.

Mandelbrot o 'pan de almendra'

Rinde 25 galletas

Tiempo todal de preparación: 1 hora 30 minutos

INGREDIENTES:

• 400 gramos de almendras crudas enteras con piel y sin sal
• 3 huevos grandes
• 1 taza de azúcar granulada
• 1 taza de aceite de girasol prensado en frío u otro aceite de sabor neutro
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 3 tazas de harina multipropósito.
• 1 cucharadita de polvos de hornear
• ½ cucharadita de sal

INSTRUCCIONES:

1. Precalentar el horno a 190°C y colocar una rejilla en la posición central.
2. Forrar una lata para hornear con papel para hornear. En otra lata para horno, esparcir las almendras y hornearlas hasta que estén fragantes y ligeramente doradas, aproximadamente 12 minutos. Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego transferirlas a un procesador de alimentos y picarlas en trozos grandes.
3. En una batidora de pie con el accesorio de paleta o en un bol grande con una batidora de mano, batir primero los huevos solos y luego con el azúcar, durante aproximadamente 2 minutos. Reducir a velocidad baja y agregar el aceite y la vainilla.
4. En otro bol, combinar la harina, los polvos de hornear y la sal. Mientras se mezcla a baja velocidad, agregar primero la mezcla de harina y luego las almendras y mezclar solo para combinar. Con una espátula de goma y con guantes en las manos, formar la masa en dos formas parecidas a troncos, con aproximadamente 7.5 cm de ancho por 25 cm de largo, en la lata para hornear preparada. Hornear hasta que las galletas estén firmes y ligeramente doradas, aproximadamente 30 minutos.
5. Dejar enfriar a temperatura ambiente, aproximadamente 1 hora. Reducir el horno a 150°C. Utilizando raspadores de mesón, transferir los troncos a una tabla para cortar y cortarlos en rodajas de 2 cm en diagonal.
6. Volver a colocar las galletas en la lata para hornear, ahora forrada con un nuevo trozo de papel para hornear. Hornear hasta que las galletas estén ligeramente doradas y completamente firmes, aproximadamente 30 minutos.
7. Dejar reposar durante 5 minutos y luego transferir a una rejilla para terminar de enfriar. Conservarlas en un recipiente hermético durante hasta 2 semanas.