Hasta hoy no sabías que necesitabas esta mezcla de galletas de almendra, matzá y caramelo

04/04/2023

3 min de lectura

Florentinos, matzá crujiente y caramelo se unen formando el postre más increíble de Pésaj.

Seamos honestos: a menudo los postres de Pésaj dejan bastante que desear. Sin importar de dónde seas, probablemente has probado un bizcochuelo de harina de matzá hecho con una docena de huevos que sabe más a cartón que a pastel, o macarrones enlatados que pueden o no haber vencido hace varias décadas después de tu cena de Pésaj.

¿Por qué es tan difícil lograr buenos postres de Pésaj? 

El problema está en la harina de matzá, un ingrediente pesado que dificulta esconder su textura y sabor. Típicamente, la harina de matzá reemplaza a la harina en los productos horneados para Pésaj, lo que puede dar como resultado pasteles secos y densos. Si actualizamos viejos clásicos utilizando ingredientes más novedosos, como harina de almendra, podemos lograr excelentes postres de Pésaj.

Si has asistido a un Séder de Pésaj desde 1980, lo más probable es que hayas probado bastante de estas dos cosas: "pasteles con harina de matzá" y "matzá crujiente con chocolate", o “matzá crujiente con caramelo”. Yo pasé 363 días intentando olvidar lo primero y 365 días pensando en lo último. La matzá crujiente con chocolate fue creada en 1985 por Marcy Goldman, autora de “A Treasury of Jewish Holiday Baking”.

Esta receta esencial de Pésaj fue inspirada por la versión de galletitas de agua y galletas Graham de este bocadillo. Al parecer, Marcy creó la receta intentando complacer al quisquilloso paladar de su hijo pequeño y, por algún milagro, se volvió viral (en los años 80 eso implicaba ser publicado en periódicos y revistas. ¡Imagínate cómo sería hoy en día!). En mi casa, este delicioso y adictivo bocadillo de Pésaj ha sido apodado “Matzá crack” y se lo consume durante todo el año, duplicando, triplicando e incluso cuadruplicando la receta debido a su habilidad de “desaparecer” mágicamente.

Cuando pienso en mi menú de Pésaj, me gusta buscar inspiración fuera de la caja de matzá y darles un giro moderno a los platillos clásicos con los que crecí. Sin duda ellos ya son deliciosos, pero las recetas del pasado no siempre atraen a los paladares actuales. Desde una carne seca hasta los brownies, hace mucho tiempo que había que actualizar al Séder de Pésaj y ha sido un desafío entretenido y emocionante preparar un Séder del que mi abuelita estaría orgullosa y un menú que me alienta a dejar mi querido pan durante una semana. Este año, esto implica que voy a dejar los sabores de los años 80 para Eliahu, y que voy a adoptar este postre clásico de Pésaj con sabor a una popular galleta israelí preparada con almendras rebanadas. Porque cuando se trata de postres, creo firmemente que más siempre es mejor. ¿Por qué limitarte sólo a uno?

Entonces, ¿cuáles son los ingredientes secretos para hacer la "Matzá crack" incluso más adictiva? ¡Combinarla con una galleta crujiente de nueces que probablemente conoces y te encanta! Ya sea que las llames galletas crujientes, Florentinos o galletas de encaje, las galletas de almendra tradicionalmente se preparan con nueces, azúcar, mantequilla y, a menudo, huevos. Algunas se comen así y otras se rocían con chocolate y nueces. Estas galletas de almendra populares en Israel durante todo el año naturalmente son aptas para Pésaj, otra opción adecuada para servir a tus invitados en Pésaj.

Yo combiné esta mezcla de galletas sin gluten y a base de almendra con el postre de Pésaj de mi infancia, obteniendo un crocante adictivo con sabor a nueces y caramelo que desaparece poco después de ser preparado. Recomiendo duplicar o triplicar las recetas porque te tardará más leer la Hagadá que comerlas. ¿La mejor parte? Es engañosamente fácil de preparar. Aunque la versión clásica es un favorito, no se puede negar que las variaciones también pueden ser buenas.

Matzá crujiente con almendras 

1-10 porciones

¿Estás cansado de los pasteles de Pésaj con sabor a cartón, de los pequeños macarrones con rellenos inciertos o los anillos de gelatina demasiado dulces? Aunque adoro a mi abuelita, cuando se trata de su pastel de harina de matzá, ¡llegó el momento de reevaluar nuestros postres para Pésaj! Inspirada en el “Crack” de Pésaj de mi infancia y en mi amor por los Florentinos, ¡esta receta es para ti!

Este bocadillo no requiere ninguna herramienta especial ni termómetros de caramelo, sólo una fuente para horno y la voluntad de no comérselos todos de una vez.

  • 4-6 matzot sin sal
  • 1 taza de mantequilla
  • 1 taza de azúcar negra
  • 1 ½ taza de chispas de chocolate
  • 1 ½ taza de almendras rebanadas, divididas
  • Sal gruesa para decorar
  1. Precalentar el horno a 190°C. Forrar una fuente para horno con papel encerado. Acomodar las matzot en una capa.
  2. Combinar la mantequilla y el azúcar negra en una olla pequeña. Llevar a hervor y dejar hervir 3 minutos.
  3. Verter la mezcla sobre las matzot y esparcir 1 taza de almendras.
  4. Bajar el horno a 180°C y hornear las matzot durante 15 minutos.
  5. Retirarlas del horno, esparcir chispas de chocolate, esperar 4-5 minutos y esparcir el chocolate con una espátula.
  6. Poner encima las almendras restantes y esparcir sal gruesa.
  7. Dejar endurecer.
  8. ¡Quebrar las matzot y comer!
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