Receta de kijel sudafricano

14/06/2023

3 min de lectura

La galleta especial y crujiente que se acostumbra a comer rellena con arenque.

Muchos judíos conocen el kijel (que en ídish significa galleta) de las innumerables mesas de kídush en las sinagogas en Shabat. La versión ashkenazí del kijel es ligera, crujiente y a menudo con forma de moño.

El kijel sudafricano tiene relación con estos moños dulces y crujientes, pero es algo especial y diferente. Claudia Roden en The Book of Jewish Food dice: “Kijel es lo que a menudo se menciona cuando pregunto si los judíos sudafricanos tienen algo diferente a las típicas comidas ashkenazíes”.

Al igual que la versión clásica ashkenazí, el kijel sudafricano se prepara con aceite, no mantequilla, para que sea parve y pueda servirse en cualquier comida (tanto con carne como con leche). Y aunque por cierto es dulce, es importante que no sea demasiado dulce.

A los judíos de Sudáfrica les encanta su kijel y a menudo lo sirven no sólo para acompañar una taza de té o café, sino que lo utilizan incluso como un recipiente en el cual servir arenque picado, otra delicia amada por los judíos sudafricanos (esta es la razón por la cual el kijel sudafricano no debe ser demasiado dulce, aunque combinar sabores dulces y ácidos es un rasgo distintivo de la cocina ashkenazí).

La comediante y banquetera judía Tracy Ann Klass, quien vive en Ciudad del Cabo, explica que en Sudáfrica: “comemos arenque picado y danés con kijel. Aparentemente es algo muy lituano, así que pocas personas aparte de los sudafricanos lo saben”.

Como resultado, el kijel sudafricano no tiene forma de moño, sino que es más grande y plano, para poder ponerle encima un bocado de arenque picado. La forma puede ser plana como una galletita u ondulada, lo cual se logra horneando el kijel en una rejilla en vez de una placa para horno. Sin importar cómo horneas el kijel, la masa debe estar muy delgada antes de hornearla. Klass explica: “Yo amaso el kijel con un palo de amasar, pero muchas personas usan una máquina para pasta”.

Es difícil encontrar una receta confiable y detallada de kijel sudafricano. Klass afirma que “es algo que te tiene que enseñar a preparar tu bobe [abuela]". La receta del libro de Claudia Roden es un buen comienzo, pero ella no incluye instrucciones para hornear el kijel y lograr esa característica textura ondulada. Las recetas en internet varían bastante y a menudo les faltan instrucciones cruciales.

Después de muchas pruebas y error, he creado una receta de kijel que recibió la aprobación de mi amiga sudafricana. Esta receta te dará un kijel delgado, crujiente y ondulado como los de una bobe sudafricana. Cómo cortas la masa depende de ti. Puedes hacerlos más grandes para servirlos con pescado o pequeños para comerlos acompañando una taza de té. La textura crujiente y que se derrite en tu boca es irresistible. También puedes ajustar la dulzura alterando la cantidad de azúcar que usas, pero en general, esta galleta no es demasiado dulce, lo que la vuelve atractiva para los paladares adultos.

Esta receta indica hornear las galletas en una rejilla que pueda usarse en el horno, por ejemplo una hecha de alambre o de malla. Esto hace que las galletas se horneen con un patrón ondulado. Si no tienes una rejilla de este tipo o si prefieres una galleta plana, puedes hornearlas en una placa para horno forrada con papel encerado.

Tiempo de preparación: 30 minutos

Tiempo de cocción: 9 minutos

Rinde aproximadamente 6 docenas de galletas

INGREDIENTES:

  • 3½ taza de harina multipropósito
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • ½ cucharadita de sal de mar fina
  • 4 huevos grandes
  • ½ taza de aceite neutro, como canola o vegetal
  • ½ taza de azúcar granulada, y un poco más para amasar

PREPARACION:

  1. Precalentar el horno a 200°C. Forrar con papel encerado una placa para horno que tenga borde. Rociar una rejilla con aceite en spray y poner la rejilla sobre la placa para horno ya preparada.
  2. Mezclar la harina, polvo de hornear y sal en un bol mediano. Dejar aparte.
  3. En el bol de una batidora de pie, o en un bol grande, batir los huevos, aceite y media taza de azúcar hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa.
  4. Con la batidora a velocidad baja, agregar gradualmente los ingredientes secos y mezclar hasta tener una masa dura y ligeramente aceitosa, sin pedazos secos.
  5. Dividir la masa en seis trozos. Rociar una tabla con un puñado de azúcar granulada. Amasar el primer trozo de masa sobre el azúcar en la tabla, volteando la masa frecuentemente para evitar que se pegue. Agregar más azúcar si fuese necesario. Amasar la masa lo más delgada posible, preferiblemente hasta que esté casi transparente.
  6. Cortar la masa en tiras de 5 a 7 centímetros de ancho. Luego cortar las tiras en cuadrados, rectángulos o en forma de diamantes, como prefieras. Poner los kijel encima de la rejilla preparada para lograr la forma ondulada (estas galletas no se agrandan demasiado, así que no hay necesidad de separarlas en la rejilla).
  7. Hornear las galletas hasta que estén crujientes y doradas en los bordes, de 8 a 9 minutos. Retirar los kijel a una rejilla de alambre para enfriar.
  8. Repetir el proceso con la masa restante.

Los kijel se pueden almacenar y se mantendrán bien en un recipiente hermético hasta una semana.

¡Que lo disfrutes!

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