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La presentación del carácter de Iosef es multifacética y abarca tres descripciones diferentes en dos versículos. En relación con sus hermanos Iosef es descripto como un "pastor", en relación a los hijos de Bilá y Zilpá es descripto como un "joven" (lo cual Rashi considera que es una señal de inmadurez) y en relación a su padre es descripto como "el hijo de su ancianidad" (lo que Onkelos traduce como relativo a la sabiduría). Llama la atención que Iosef sea descripto simultáneamente como sabio y como inmaduro. ¿Acaso la sabiduría no sugiere cierta madurez? Si las diferentes descripciones se deben a que Iosef se comportaba de forma diferente de acuerdo con el escenario, esto parece reflejar en el mejor de los casos a una persona voluble e inconstante y en el peor de los casos a un esquizofrénico o a alguien con doble personalidad. En vistas de esta extraña combinación de descripciones, nos vemos obligados a profundizar todavía más para entender la presentación de la personalidad de Iosef y comprender qué es lo que eso significa respecto a las cualidades de este líder.
Podemos sugerir que estas características aparentemente contradictorias de Iosef no son un signo de una debilidad caprichosa, sino que más bien reflejan una tremenda fuerza de carácter, una singular capacidad de captar los matices de cada situación particular (Séfer Baruj Taam, Vol. I, pág. 43). Iosef no se veía influenciado por el medio para actuar diferente, sino que tenía consciencia de que necesitaba hablar y relacionarse con cada persona a su propio nivel. Iosef era un pastor ente sus hermanos, porque esa era su principal vocación. Él manifestó inmadurez entre los hijos de Bilá y de Zilpá porque ellos mismos eran jóvenes y por lo tanto personifica el concepto de que se debe educar al niño de acuerdo con su camino (Proverbios 22:6). Asimismo, ejerció su sabiduría cuando estaba con su padre debido a la disposición sabia de Iaakov. Esta cualidad de flexibilidad le fue muy útil más adelante, en sus relaciones interpersonales con individuos de todo el espectro de la sociedad. Con respecto al noble Potifar, está escrito que "Iosef halló gracia ante sus ojos" (Génesis 39:4) y posteriormente lo mismo ocurrió con el director de la prisión en un medio de "clase baja" (39:21). Pese a su capacidad de adaptación, Iosef es capaz de preservar sus propios valores personales, más notablemente cuando la esposa de Potifar intentó seducirlo y a pesar de la tentación y las posibilidades de avanzar socialmente, "no obstante, se negó", explicando que ese acto era moralmente incorrecto (39:8).
Una enseñanza rabínica declara:
No te pares entre quienes se sientan y no te sientes entre quienes se paran. No estés triste entre personas alegres y no expreses alegría entre aquellos que están tristes, debes vivir dentro de tu contexto (Derej Eretz Rabá, Capítulo 7)
Dentro del contexto de los límites claramente definidos de la ley judía y de un fuerte sistema de valores, es importante absorber el rango de enfoques que impregnan nuestros diversos medios y reaccionar de forma acorde. Es inevitable que en el curso de nuestra vida tengamos que adoptar muchos roles diferentes, a menudo de forma simultánea. Es habitual ser padre, hijo, líder, seguidor, colega, cónyuge y amigo, y cada uno de estos roles pertenece a dinámicas de comportamiento diferentes. En parte, fue la capacidad de Iosef de aprovechar simultáneamente diferentes elementos de su personalidad, hablar al mismo tiempo a los jóvenes inmaduros y al más sabio de los hombres, lo que justificó su ascenso desde el nivel más bajo de la cárcel a la cima de la sociedad como virrey de Egipto. En definitiva, su personalidad multifacética ayudó a dar forma a su camino y fomentó su transición para convertirse en un verdadero líder que podía entender y adaptarse debidamente a su medio preservando a la vez lo que era, aferrándose firmemente a sus ideales, creencias y valores.
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