Descanso y relajación

3 min de lectura

Vaieshev (Génesis 37-40 )

Ideas de la parashá inspiradas en las enseñanzas de Rav Yaakov Weinberg zt''l.

¿Acaso no todos anhelamos tener momentos de descanso y relajación? Muchos incluso podemos usar esos momentos para crecer espiritualmente. ¿Qué tiene de malo un poco de paz y tranquilidad?

Diríamos que nada. Sin embargo, en la parashá de esta semana Iaakov pide paz y tranquilidad y Dios se lo niega. No sólo eso, sino que incluso lo critica por haberlo pedido. ¿Cuál fue el error de Iaakov? ¿Qué tiene de malo un poco de descanso y relajación?

Leamos el comentario de Rashi (37:2) donde aparece esta idea:

Iaakov se propuso asentarse con tranquilidad, pero justo entonces le cayó encima el problema de Iosef (su venta como esclavo). Cuando los justos desean vivir con tranquilidad, Dios dice: "¿No es suficiente para los rectos lo que se les preparó (la recompensa) en el Mundo Venidero, que necesitan buscar tranquilidad en este mundo?"

Todo el que lee este Rashi se pregunta: ¿Por qué la gente recta busca la tranquilidad? ¿Porque quiere pasar su tiempo en las playas del Caribe? Además, si uno quiere crecer espiritualmente, ¿no necesita paz y tranquilidad en su vida? ¿Acaso es posible contemplar los aspectos serios de nuestra existencia y nuestros objetivos en este mundo cuando estamos abrumados por problemas y desafíos mundanos? En general, para crecer espiritualmente necesitamos tener muy pocas distracciones. Entonces, ¿no es adecuado que los justos deseen paz y tranquilidad con el objetivo de continuar en su camino de rectitud?

La solución a este enigma nos lleva de regreso a la parashá Vaietzé, donde descubrimos que la crítica de Dios a Iaakov se dirige a un área muy sutil y específica.

En 31:3, Dios le dice a Iaakov: “vuelve a la tierra de tus padres y a tu lugar de nacimiento, y Yo estaré contigo". Dios no le dice que vuelva a “la Tierra de Israel”, ni a la “Tierra Santa”, sino a “la tierra de tus padres”. Hay algo en la conexión de Iaakov con la Tierra (Israel) que se expresa exclusivamente a través de su vínculo con sus padres. Dios quiere que al regresar Iaakov se enfoque en este aspecto.

Más aún, Rashi dice sobre el versículo de Vaietzé: “Vuelve a la tierra de tus padres y allí estaré contigo, pero mientras estés conectado al impuro (Laván), es imposible que haga reposar Mi Presencia Divina, la Shejiná, sobre ti”.

Aparentemente, Dios no sólo quiere que Iaakov se centre en su conexión con la tierra de sus padres, sino en la Presencia Divina Misma. La providencia especial de Dios no vendrá a Iaakov sin que él tenga un vínculo especial con la tierra, un vínculo basado en lo que sus antepasados lograron en la Tierra de Israel. Iaakov debe forjar su crecimiento espiritual en la Tierra de Israel a partir de lo que sus padres ya lograron.

Aquí está la carencia de Iaakov. No cabe duda de que Iaakov estaba creciendo y desarrollándose espiritualmente, sobre todo después de volver a Israel, el lugar más sagrado de la tierra. Pero estaba descansando y no esforzándose por trabajar en el área específica de construir sobre lo que sus padres ya habían hecho.

El descanso de Iaakov se refleja en las palabras de la Torá. El primer versículo de nuestra parashá declara: “Iaakov se asentó en la tierra de las peregrinaciones de su padre, en la tierra de Canaán”. No es necesario informarnos que la Tierra de Israel es el lugar donde vivieron los padres de Iaakov, eso ya lo aprendimos en los capítulos anteriores de Génesis. En cambio, la Torá alude al área en la cual Iaakov tenía una falencia, en la continuación del proceso de construcción sobre lo que sus padres habían logrado. Iaakov había creado nuevos caminos de espiritualidad, pero estaba descansando y no mantenía los valiosos caminos de sus padres.

Nos resulta difícil descifrar de la Torá cuáles eran exactamente esos caminos particulares, pero vemos que incluso cuando una persona recta busca paz y tranquilidad por las razones correctas, es posible que otorgárselo no sea parte del plan Divino. Quizás la persona recta no sobresale en un área específica que Dios quiere que lo haga y, por lo tanto, no merece la tranquilidad.

Por supuesto, nosotros que no somos como los patriarcas, siempre deberíamos pedirle a Dios que nos de paz mental para poder crecer espiritualmente, porque en la mayoría de los casos eso es exactamente lo que necesitamos. Sin embargo, es posible que las personas sumamente rectas no tengan las vidas pacíficas que esperaríamos que Dios les diera. Esto puede deberse a que Dios espera que crezcan en un área muy específica que aún no han desarrollado.

El descanso puede ser bueno si se lo utiliza adecuadamente. Esperemos que Dios nos de paz y serenidad para desarrollar nuestro máximo potencial.

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